Luna de muertos

Extra. Si la saga fuera una serie...

¡DEBO DEJAR DE QUERER HACER A TODAS MIS HISTORIAS BILOGÍAS, TRILOGÍAS Y AUN PEOR EN SAGAS! 

Como sea, ¿leen alguna otra de mis historias? 

Si es así, disculpen por dejarlas en el rincón... 

Y si no, ¿por qué no? No empecé RED solo para perfeccionar mi habilidad de crear romance...bueno sí, pero de igual forma no funcionó así que vayan a leer de mientras que esperan la continuación de la saga.

Hablando de romance... 

¿Por qué cuando creo una historia de ese género el romance no fluye fácilmente y cuando la trama no va de eso el romance surge solo? 

El spin-off de la saga contiene romance, es probable que lo amen o que lo odien y mucho...o tal vez les dé igual, pero espero no sea el caso sino sufriré mucho. 

 

Ahora sí, el extra...

Si Creciendo entre demonios fuera una serie...

—Entonces, ¿estás de acuerdo con irte en la tercera temporada? —Preguntó la productora. 

—Leí el guión del primer capítulo de la segunda, si la novia del protagonista lo hace no veo porque el amigo no —contestó calmado el joven rubio—. Por cierto, tener todo planeado debe ser un trabajo duro. 

—Sí, lo es, pero tenemos un buen equipo de producción. 

La productora mintió, pero le restó importancia y siguió con la reunión. 

—Tendrás que dejarte crecer el cabello. 

—Supongo que puedo hacer eso.

—Tendrás una hermana... 

—Me parece buena idea. 

—Y estará perdida así que tendrás que buscarla... 

—Me parece lógico. —Ladeaba su cabeza aprobando. 

—Pero no podrás decírselo nunca... 

—Ah...

—Porque morirá. 

—Eso se oye triste... 

—Tu personaje también morirá —confesó tranquila. 

El rubio agrandó sus ojos y soltó el contrato sobre la mesa. 

— ¿Qué? 

—Ambos mueren. 

—De nuevo, ¿qué? 

—Dijiste que estabas de acuerdo con irte... 

—Sí, ¡pero no con que me matasen! 

—No...mataremos a tu personaje, no a ti. 

—¡Es igual! 

—Tendrás un auto, serás rico, popular y atractivo... —contó tratando de persuadirlo. 

El chico extendió sus manos hacia los lados indicandole que eso no lo convencía. 

—Tu personaje tendrá una buena juventud —expresó queriendo persuadirlo. 

— ¡Toda su familia está muerta! 

—Dije juventud no infancia. 

La productora se encogió de hombros haciéndose la inocente, luego lo quedó viendo con tranquilad mientras él respiraba hondo y acomodaba su cabello que se venía hacia su frente. 

—Lo haré, pero con una condición. —La miró serio. 

—Claro... —Dijo recelosa. 

—Deben hacerme uno de los mejores personajes y más queridos por el público, incluso más que al protagonista. 

—Creo que podemos hacer eso, pero también tengo una condición... 

— ¿Cuál?

—No te quedas con la chica. ¿Es un trato? 

El chico lo pensó unos segundos con su mirada en el contrato y rápido la regresó a la productora. 

—Trato. 

Ambos estrecharon sus manos y firmaron. 

Y así fue como Jace Barrow consiguió tener un actor para que lo interpretasen. 




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