Hoy llueve demasiado, y no puedo pensar en otra cosa que no sea las miles de gotas que están cayendo al suelo, tantas gotas como personas están caminando bajo ellas en cualquier lugar del mundo.
Eso me recuerda también a lo invisible que era para el mundo, tan insignificante y sin ningún talento. Reconozco que soy una chica pesimista, ¿cómo no lo voy a ser? una simple chica con un miedo atroz a fallar. A fallar en los estudios, a no encontrar trabajo y no ser, en definitiva, "alguien en la vida".
Voy caminando hacia la universidad y sin paraguas, si esto fuera una película solo faltaría que sonara un violin al ritmo de mis pasos, lentos y melancólicos.