maravillosa tiniebla

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░▒▓█ Omnisciente  █▓▒░

Ceretic quien estaba en la fosa sintiendo cierta duda de si realmente llamar o no a la ira sabía que al final no tendría elección más que hacerlo o sería peor cuando se amó se moleste por haber negado una orden.

- ¡presentáis ante mí! ¡ira! _exclamo desde las afueras abriendo una pequeña grieta en la protección de la fosa.

El olor fétido a azufre y el calor que sentía a su alrededor ceretic del inframundo comenzó a empeorar. El olor ahora a sangre y carne podrida, un calor aún más poderoso además de comenzar a tornarse en un tono rojizo toda la protección de la fosa hizo que ceretic formase su espada por seguridad. La ira se estaba acercándose, al comenzar a salir podía ver como el aura rojiza que lo envolvía aumentaba en esplendor. La ira era uno de los pecados más fuertes, el ángel quien al verse dejado envolver totalmente por la oscuridad como los demás pecados quería revelarse ante el gobernante de la oscuridad. Al ver aun siendo el peor demonio que haya existido en toda la vida aun tenga que seguir venerando a su padre. Al creador y sobre todo seguir obedeciéndolo.

Por tal motivo que fueron encerrados en la fosa al desear y tener un objetivo claro; buscar a su verdadera ama. Aquel demonio femenino quien realmente este sedienta de sangre y por la destrucción del mundo humano a igual que del paraíso. Volver a hacer al mundo arder en un mundo de fuego y oscuridad junto a abadon. Sus verdaderos reyes, los verdaderos gobernantes no solamente del inframundo. si no, de los tres mundos.

Al haberse mostrado en un cuerpo femenino ante ceretic no decía palabra alguna. Su mirada cual brillo de Ruby y la atmosfera de muerte que lo rodeaba solamente miraba a ceretic en total silencio.

-mi amo te llama, ven ahora_ indico ceretic, cuando quiso acercarse a atarlo con cadenas la ira solamente pudo alzar la mano evitando que se acercarse, comenzando a caminar siendo custodiado por otros demonios y ceretic a donde se encontraba lucifer.

Al llegar lucifer pudo reconocer al instante el aura del pecado, girándose al verlo acercarse a donde él se encontraba custodiado por más demonios de los que acompañaban a ceretic al ir por él, quedando de frente. Fijando sus miradas la ira se detuvo. Lucifer se acercó a este quien seguía sin decir una sola palabra.

-ira, el pecado capital más fuerte que se rebela ante mí. tengo una misión para ti­_ seguía sin decir una sola palabra_ quiero que vayas al mundo humano y asesines a mi hijo_ ordeno, pero la ira se rio por la petición del gobernante de la oscuridad

- ¿asesinar al príncipe de la oscuridad? _su voz era más baja y grave de lo que recordaba el gobernante de la oscuridad_ creí que sería una maldición que finalmente el príncipe, el heredero a su trono llegase al mundo de igual modo que el hijo de dios. Por medio de una humana, con una mínima diferencia, es que dios bendijo a esa humana y usted la maldijo por un estúpido amor

- calla

- no tengo porque obedecerle

- te estoy ordenando ira, tendrás que ir al mundo humano y con esta espada matar a mi hijo_ lucifer de su mano mostro la espada con la que tenía intenciones de atravesar el vientre de Karel, la ira al tomar aquella espada oscura. Un brillo rojizo se marcó en esta además de mostrarse aún más oscura_ te advierto algo ira, si le haces algo a Karel…_ alzo la mano callándolo

- le aseguro algo primer ángel, no lastimare a mi ama. No porque usted me lo ordene, solamente. Porque a ella realmente la serviré en un futuro no tan lejano_ formando un gran brillo rojizo entre sí mismo la ira dejo verse en una ilusión humana sin cambiar su mirada brillante rojiza. Desapareciendo entre las sombras para ir al mundo humano, lucifer solamente pudo acercarse y sentarse en su trono. Ceretic aun temeroso se acercó a donde se encontraba su amo.

- amo, realmente. Fue una buena decisión dejar ir a la ira contra Karel

- si Karel se niega en aceptar que yo lo hiciera, ahora tendrá que afrontar las consecuencias de que la ira lo haga_ afirmo, solamente ceretic bajo la mirada pensando en el dolor que sufría Karel al saber que si hijo fue asesinado por la ira a base de las ordenes de su amado esposo. De su propio padre.

En el mundo humano, la brillante luna blanca la cual era cubierta por nubes oscuras pareciendo amenazar con una densa tormenta, personas caminando por la cera de las calles a igual que los autos pasar escuchándose sus pasos por los zapatos bajos que ahora usaba por su embarazo, Karel. Caminaba para regresar a su casa al haberse salido a distraer un momento al parque donde podía ver con tristeza a madres con sus hijos sobre todo a sus padres amándolos. Lo que lucifer jamás hará con el suyo, eso le destrozaba completamente el corazón a Karel. Saber hasta donde podría llegar su egoísmo de permanecer juntos. ella también lo deseaba, pero no de esa forma. Si su hijo ya no podría vivir ni ella en un futuro, lo aceptara. Viviría feliz los últimos años, meses, día u horas que le quedarían alado de su familia.

Caminando en total silencio por las calles pudo ver como de un de repente la luna se oscureció haciéndola ver el cielo. La gran luna era cubierta por una oscura nube, al querer regresar a su camino una mano la sujeto cubriendo su boca y su nariz para hacerla entrar a un callejón que con ayuda de aquella nube oscura le era totalmente inevitable para los demás peatones ver que estaba en peligro.

Creyendo que sería ceretic o lucifer quería pelear, pero se congelo al ver aquellos ojos rojizos. Totalmente diferentes a los de ellos dos, su rostro humano mostraba a un atractivo, pero con una mirada sombría. Karel se asustó por ello.

-lo lamento ama_ susurrando esas palabras atravesó el vientre de Karel haciéndola quejarse en bajo por la mano del pecado, dejando ver de aquella espada la sangre negra que manchaba su ropa.

Nuevamente retirando de su interior aquella espada el pecado alejo su mano viendo a Karel con falta de aire que miraba su vientre herido y sangrando, desapareciendo de la misma oscuridad aquella nube oscura dejo de nuevo libre el brillo de la luna. Karel con lágrimas en los ojos y sin aire en sus pulmones cayó al suelo húmedo viendo su vientre, saber que ha perdido a su hijo. Solamente alzo la mirada al cielo oscuro aun con llanto.




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