Capítulo 11

Lo que sea que pase, pasará...

(Antes de comenzar tengo que aclarar que me equivoque de día, ya debían ir el sábado algo que había comentado por aquí y lo puse el viernes. Después arreglaré ese problemita) —att:Alex.Vk

Parte 2. Viernes

Vanessa se va molesta por mi respuesta, ¿Que esperabas? No soy tan pobre para hacer ese tipo de cosas, yo soy de otro tipo de juegos.

Sonrío.

Pero si lo haré pero no porque me lo digan si no porque quiero, es divertido verla sufrir un rato aunque no soy la que provocó el dolor pero igual es divertido. Debería provocarle un poco de pánico ya me cansé de que ella hagan todo el trabajo y yo nada y ni siquiera me notifican, es suerte que yo pasé por lo lugares que ella están.

Aparte que no saben hacer su deber tampoco saben ocultarlo ¿Cuántas personas las han visto ya? ¿Y cuántas han participado en este juego? Ya eh visto a varias sera que la publicación de Angel haya funcionado, espero que sí.

Camino a la dirección contraria bajando las escaleras, la gran biblioteca un lugar lleno de libros con conocimientos. Muy espaciosa pocas personas.

Al entras la bibliotecaria saludo cordialmente, el lugar era tranquilo muy silencioso. Camino por el lugar las mesas y sillas ordenadas lista para ser usadas, luces suaves para una gran concentración, las personas atentas a lo que leen y los estantes viejos lleno de libros pero todo estaba limpio y ordenado.

Puro nerd que hay aquí lo único bueno de aquí son las áreas digitales, donde viven las computadoras, tablet y televisión; un lugar donde la información puede llagrar más rápido a nosotros diferente aquí que es tan sombría y tonos oscuros allá es tan actualizado colores claros y cómodos para mí vista.

Me adelantó más hacia lo oscuro fondo donde los solitarios les gusta estar solo y en paz sin ruido del exterior, cada vez se hacía más oscuros porque la zona era muy poco habitada por las personas, las luces parpadeaban otras eran amarillas opacas y algunas estanterías se le podía ver lo sucio.

Me estoy dando cuánta que no eh visto a el grupito de inectas pensé que con lo que les dije Iban a venir hasta aquí pero parece que no. Ya estaba en el lugar, ella estaba ahí en un hueco pequeño pero justo para ella donde deberian estar los libros pero no, sus cuerpo todo estropeado y su piel toda seca, ellas sujetando con fuerzas sus piernas como si su vida dependiera de ella como si fuera una lugar seguro pero no lo es. Solo es una oveja alrededor de puros depredadores esperando cualquier oportunidad para comerla.

Sus labios rojos por lo rotos que estaban, sus ojos humedecidos y sus mejillas carmesí por tanto que había llorado.

Ella no se había percatado de mi presencia pues estaba en el limbo pendiente de sus propios pensamientos, miedos. Me quedo esperando a las chicas por un rato pero no llegaban enserio tenía que hacerlas pagar por esperarlas tanto.

Ellas seguía ahí no se movía solo se escuchaban sus suaves lamentos. Mis manos firmes empujan el estante logrando desestabilizarlo, los soportes de habían debilitado, la cadera que sostenía los libros juntos a ellos caía uno tras uno, bajan junto al estante encima sobre aquella chica dejando atrapada. Sin escapatoria.

La avalancha cayó sobre ella, sus leves gritos se podian escuchar desde afuera de su prisión.

Loren: —por favor, alguien que me ayude— una voz aguda algo degarradora salía desde el interior de ella—No me hagan esto, por favor. No quiero estar aquí

Su débil voz resonaba no tan fuerte en aquel espacio, nadie la iba a encontrar no se escuchaba tan fuerte. Era mejor así para ambas, capaz y dures todo el fin de semana aquí sola en este oscuro lugar sin comida ni agua, tus gritos, tu desespero y tu llanto nadie sabrá de ti, a nadie le importas así desaparezcan o no ¿que esperabas? No debiste cruzarte comigo.

Loren: saquenme de aquí, se lo suplico. Yo no les hizo nada ¿Por que me haces esto?— gritaba con todas sus ganas pero era inutil la lloradera hacia hace rato la dejo sin aliento —hare lo que ustedes digan pero saquenme me da miedo y está oscuro.

Harta de escucharla me largo dejandola ahí a que reflexione o que se yo pero primero me debía asegurar que esos espantosos gritos no llegarán muy lejos, mis paso silenciosos y lentos, mis manos tocando cada uno de los estante finjiendo ver los libros, oídos bien atentos a los ruido mientras más me iba alejando más pequeño se hacía el ruido.

No la iban a encontrar de eso estoy segura parte en la que estamos no hay gente la única manera que la encontré es o alguien va a la área digital o el grupo la encuentran pero no creo que sean capas de ayudarlas. La dejaría ahí por maldad o por miedo a que alguien las acuse pero si o si escaparian de la escena de crimen.

Miro mi teléfono y me doy cuenta de que ya casi va a comenzar la clase tenía que llegar de inmediato antes de que me cerrararan la puerta. Todo lo que había pasado se me olvida, corro rápidamente para llegar la adrenalina subiendo y bajando al mismo tiempo que mi pecho, el sudor corriendo por todo mi cuerpo mientras más me muevo.

Entro al salón justamente el profesor estaba en la esquina del pasillo cruzando para venir para acá, me siento rápidamente a mi puesto intentado tranquilizarme. Saco un pañuelo de mi bolso y me seco el sudor pasándolo por mi cara y luego por mi cuello.

Ángel: donde estabas?— preocupado.

Noemí: estaba...— lo jalo de la camisa y me acerco a su oreja susurrándole —estabs jugando con Loren adivina en donde la dejé— sonrío.

Ángel: donde?— sus ojos negros bien abiertos iluminado un brillo en ellos, esa sonrisa tan coqueta que lleva siempre mostraba curiosidad.

Noemí: le tire un estante encima y la dejé ahí encerrada— me acerco más a su oreja susurando en un tono super bajo por miedo a que alguien me escuchará.

Ángel: dios mío, bella, ti si que eres mala. Me encanta espero que lo hubieras hecho bien no quiero que te metas en problemas