Todo o nada
Nuestras miradas se encontraron después aquel beso, sus ojos oscuros alumbraban más que nunca la luz cálida reflejaba cada una de sus facciones, ese rostro rojizo sus cejas bajas dudando que hacer mientras sus manos estan abajo de mi vestidos apretando mis muslos.
Christian: tu...Quieres té?
Noemi: Que? —Mis manos quedaban acariciando sus orejas todas roja —tu crees que quiero te?— acerco mi cara a la suya intentando besarlo.
Christian: no pero yo sí— sus manos suben rápido para alejar la mías, de un momento a otro el ya me había esquivado. Se dirige a la cocina dejandome sola.
Que carajos le pasa? No quería esto? O acaso confundí la situación? No el me beso, el lo siguio no me puede hacer esto. No me puede rechazar, acaso soy una ilusa?
Un templor recorre mi cuerpo, atrapada en esa cama inmóvil sin saber que hacer mirando fijo a la puerta abierta el no venía, mis ojos se cristalizaron apretaba muy fuerte mis dientes dejando que ese nudo en la garganta se quedará ahí.
No llores Noemi
No llores Noemi
No llores Noemi
No llores Noemi.
No dejes que ellos vean tu debilidad, solo ocultarlo y sepulta todos lo que tienes, todo lo que sientes. A ti no te importa el, no te importa nadie, el es un juego un maldito juego!
Al cual perdí.
Me levanto rápido de aquella cama en busca de mis cosas no pensaba quedarme aquí y aguantar tremenda humillación. Sigo adelante, el estaba en la encimera de la cocina solo podía ver su espalda.
Noemi: ya me voy
Antes de abrir la puerta el me agarra mi brazo y me pega contra el.
Christian: te vas a ir? Ya es muy tarde y si te pasa algo?
Noemi: si no creo que sea bueno estar aquí, me puedo proteger de cualquier cosa.
Christian: quedate, no puedes irte con las calles oscuras
Noemi: trajiste mi carro?
No puedo mirarlo, no necesito mirarlo si lo hago caeré y es mejor que no. El se queda callado por un rato pero me suelta, no se que hacer solo se escuchan pisadas.
Christian: toma— el me entra las llaves —avisame cuando llegues aunque sea un solo mensaje.
Abro la puerta sin mirarlo atrás, no volverá a pasar esta humillación. Subi al auto y marcho a toda velocidad. No quiero nada, no quiero sentir esto que siento.
Esto es...un rechazo así es como se siente? Esto es amor? No ,No, No! No puede ser esto no debe de estar pasando.
¿Por que a mí?
¿Por que tenía que ser el? Justamente el de todas las personas
Mis lágrimas salian recorriendo mis mejillas podia sentir el ardor de ellas, las calles solas pero no oscuras me a compañaba la luz de la luna.
Con una de mis manos busco en la guantera un frasco de pastillas, quiero sentirme bien quiero sentirme feliz así no lo este, creo que es momento de dormir de no pensar ni oír. Me tomo solo tres pastilla para que pare
Mis manos tiemplan mientras sostengo el volante pero no dejo que esté sentimiento me detenga, lo aprieto y giro derrepente. Agarro una botella de alcohol me lo tomo de un solo trago.
Domingo
Amanezco sin ganas de levantarme ya llevo un día sin querer salir sin contestar mensajes no quiero saber nada de Kenia, Ángel ni mucho menos de el, cuando dije que le avisaría no lo hice quería que sufra por lo menos un poco, ya llevo como 100 mensajes y 150 llamadas de el.
Lo sé porque he contado cada una de ellas y más las llamadas con ese tono que le puse que ush me molesta un montón. El frasco que tengo de pastillas ya se me está acabando deben quedarte como unas diez, me tomo una como excusa de que me va a levantar pero no es así aunque se que debería hacerlo.
Aparte de eso nadie a venido a saber de mi, ni siquiera Ángel aunque bueno no me sorprende todos de ese grupo son unos imbéciles le queda corto pero si. Debería culpar a Angel sobre esto todo es su culpa si maldita culpa si no hubiera hecho esa ridícula broma no estaria como estoy.
Todavía puedo sentir sus labios con los míos, su desesperación y ganas de más pero quizás solo es mi culpa por imaginarme cosas que no son, por embobarme y creer que esto era lo que quería. Pero no nunca fue asi, me engañó y yo quise creer pero lo tenía claro.
Nunca enamorarse.
Esta era mis reglas y no pienso romperlas por alguien como el. No ya no puedo pensar en el esto me está matando
Me levanto de mi cama y me voy a al baño, mi rostro demacrado con las ojeras pronunciadas, pálida y todo mi cabello alborotado. Mis labios rotos y secos los mismo con los que lo bese a el, lo rojo de mi labial en su piel y sus labios. No es el mismo rojo que tengo en mi boca metálico cada que sentía, sangre que provocaba.
...
Salgo ya arreglada me tuve que ocultar mis ojeras pero está bien solo un poco de maquillaje y todos arreglado, volví a ser yo con mis pantalón de cuero y top blanco pero no me siento yo no me siento completo me falta algo esa llama que enciende en mi, una chispa un brillo algo que me mueva o bueno no puedo decir que no soy yo porque siempre me he sentido así.
Así es como soy, rota y falsa, una sonrisa y para adelante avanza sin mirar atrás sin mirar aquellos que te traicionaron y te abandonaron. Es normal en esta sociedad todos trabajamos para los de arriba lo que me hace acordar que tengo que hablar con Kenia capaz y esta en el burdel manejando todo lo que no hice.
Necesito verla, capaz y me regaña por la reunión, estare preparada para la cachetada.
Seguir adelante.
Estoy ya afuera del burdel con miedo a entrar, los carros estaban ahí el olor a humo está ahí, todo estaba en su lugar. Como siempre lo he recordado desde pequeña, sería como estar condenada a esto.
Entro.
Las bailarinas más animadas que nunca, los hombres gritando y bebiendo como lo hacian siempre.
Guardia: Señorita, Kenia te está esperando.
Mi mejor guardia como siempre esperando mi regreso.