Mariana De La Noche

Epílogo

MARIANA DE LA NOCHE.

Epílogo.


 

Esta obra se encuentra registrada bajo el número 10-989-37.dirección nacional del derecho de autor, ministerio de interior todos los derechos reservados © Patricia López.

Prohibida toda las adaptaciones de esta obra. La distribución total o parcial de mi obra debe ser sin modificación alguna, con mi debida autorización, recuerden que el plagió es un delito.

 

Estoy caminando en medio de un bosque bajo el reflejo de una luna hermosa grande y redonda, cuando escucho a lo lejos una melodía tan dulce, cierro los ojos y sigo esa melodía,  que dice algo así;
 

Y en la noche que las estrellas salen, yo pienso en ti mi amor… que me hiciste de mi cabeza no sales…
 

Esa melodía se hace cada vez más clara, me detengo al verla, el corazón me da un vuelco, la respiración se me corta, está sentada de espaldas y su cabello se ve tan brillante bajo el reflejo de la luna, gira la cabeza y me mira, una sonrisa se dibuja en sus labios, esos ojos azules hacen que me pierda en ellos, trato de acercarme, ella me sonríe y se desvanece como la niebla.
 

Abro los ojos y me siento rápidamente, el corazón me late a mil por hora, enciendo mi celular son las cuatro de la mañana. 
 

Me tiendo nuevamente en la cama, levanto la mirada al techo, hace un mes que pasó todo lo que pasó con Mariana, aún es difícil de procesar.
 

Decidí aislarme de todo, pedí licencia en mi trabajo, mis amigos no entienden mi actitud, ellos creen que estoy así por la situación de mi madre.
 

He estado muy pendiente de Lorenzo y su madre, para ellos es realmente difícil, trato de apoyarlos y acompañarlos en lo que más puedo, he sido compañero de borracheras de Lorenzo y eso que a ninguno de los dos nos gusta tomar, un día decidimos embriagarnos hasta no recordar nada, lo hicimos aquí en mi apartamento. Pero eso no sirve de nada, es peor, los recuerdos se hacen más claros.
 

Decidí encerrarme aquí, no salgo sino es necesario, He leído libros, busque en internet sobre el tema, es algo que puede pasar, un alma no puede descansar cuando algo la atormenta, eso fue lo que pasó con ella, quería llegar a casa, bueno que la encontraran para que su familia no se quedará a atormentada para siempre, así poder descansar en paz.
 

Hablé con un psicólogo y me dijo que todo era producto de mi imaginación por el nivel de estrés  que tuve durante los últimos meses. No, yo sé, lo que viví, por esa razón no volví.
 

Hoy he soñado con ella, es la primera vez que me pasa, tal vez me reclama porque no e ido a visitarla, estoy tratando de reunir el valor suficiente, tengo claro que le hice una promesa, debes cumplirla.
 

Traté de dormir, pero cada que cierro los ojos me parece verla, eso me esta volviendo loco, ¿Cómo me pude enamorar de alguien que no está? ¡De un alma! Esto es de locos, pero es que… lo que siento aquí adentro es real, es tan grande, nunca lo sentí por nadie, un amor de esos que nace una sola vez y dura para siempre…
 

Me levanté pasé por encima del tiradero que tengo en este lugar, ropa, zapatos, libros, platos, botellas, esto parece un chiquero, llego hasta el baño, apoyo las manos en el lavado, levantó la mirada y me veo en el espejo, mi cabello desorganizado, una barba que me cubre el rostro, ¿en que me convertí? Me miro, me miro y me desconozco.
 

Me lavo el rostro, cepillo  mis dientes y regreso a la sala, me acomodo en uno de los muebles y me quedo ahí, como suelo hacerlo estos últimos días.

Recordé que me habló de unos libros, y de su autora favorita, busqué mi portátil empecé a buscar a la tal Vanessa Garibay, me aparecieron varios libros, entre ellos unos de los que ella me habló, ¡Tú y yo! Me gano la curiosidad y empecé a leerlo.
 

Luego de varias horas he terminado el primer libro, ahora entiendo porque le gustaba tanto esa autora, decidí buscar la segunda parte, y el libro del que me habló ella, recordé que yo le prometí que le regalarle  este libro, la autora aún no lo lanza al mercado, aún no está terminado, por lo poco que leí, entiendo lo que ella me decía de no tener sentimientos. Estaré muy pendiente de ese lanzamiento, yo quiero tener ese libro en físico y firmado por la autora, esa promesa la voy a cumplir cueste lo que cueste.
 

No sé cuanto tiempo me quede ahí en ese mueble, hasta que sentí unos golpes en la puerta. Quise ignorarlos, pero escuché otros tres golpes, me hice camino por el tiradero que tengo en la sala y abrí la puerta, bajo el umbral  aparece Lorenzo, extiende su mano y me saluda, su apariencia no es mejor que la mía, trae el cabello desorganizado, una fina capa de vello cubre su rostro, me hago a un lado invitándolo a pasar, él cruza el umbral  de la puerta y mira a todos lados. Cerré la puerta y comenté.

—¡Ay disculparas el chiquero!

Me regala una sonrisa forzada.

—No te preocupes, creo que mi habitación está peor.
 

Recogí el portátil, algunos libros del mueble invitándolo a sentarse.
 

—¡¿Te ofrezco algo de tomar?!

—¡Veneno por favor! —sonríe con amargura—, un vaso con agua está bien.
 

Caminé hasta la cocina destape una botella de agua vaciando su contenido en un vaso, luego se lo llevé y me senté frente a él.
 

—¡No te pregunto cómo estás porque es obvio! —comenté.

—Yo siento que no voy a poder, te juro que si sigo en pie es por mi madre, para tratar de darle esa fuerza que necesita.
 

—Y por esa  mujer  maravillosa que tienes a tu lado —añadí.
 

Le hablo de Paola, su novia, se ve que ella lo ama, porque siempre está ahí, a pesar de todo sigue ahí, incluso cuando él  mismo trata de alejarla.
 

—Paola…a veces me siento mal por ella, hay días en los que ni yo me soporto, a pesar de todo ella sigue ahí.

—Eso quiere decir que te ama de verdad, así es el amor real, ese que se queda contigo en los peores momentos de tu vida.
 



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En el texto hay: dolor, desepcion, tristesa

Editado: 04.04.2023

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