Después de todo lo que sucedió llegue a casa en la noche. subí por las escaleras para pensar en todo lo que había pasado, ¿acaso soy un monstruo igual que mi padre?, pero yo lo había hecho para poder sobrevivir... aunque disfrute haciéndolo.
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LIA/AYSEL 7 AÑOS
-debes de aprender a defenderte desde ahora- dice un señor con cara seria
-pero padre... acaba de fallecer mama, ¿no estas triste? - mis mejillas empiezan a humedecerse por lagrimas
-exacto, eso paso porque tu mama nunca aprendió a hacerlo- se volteo dándome la espalda
-es hora de que aprendas como es el mundo real-
Se alejó dejándome en un cuarto vació, me quede llorando por horas hasta que llego un niño más o menos de mi edad, él se acercó hasta donde estaba he hizo lo que nadie más había hecho hasta ese momento, me dio un gran abrazo.
-no llores Lia, todo estará bien - era un niño con cabello negro, ojos café oscuro
- no lo creo...-
Después de un rato de estar llorando empecé a hablar con él.
-y tu ¿ quién eres ?-
-pues mi nombre es Mateo, soy hijo de una cocinera-
-que bien, pues yo soy Lia, ¿quieres ser mi amigo?-
-si, yo seré tu mejor amigo-
Ambos reímos mucho. Pasaron los años y seguíamos juntos
Después de ese día mi padre saturaba mis día con clases de todo tipo desde o más común que veía en la escuela como clases de tiro con pistola, box, karate, y le rogué mucho para tomar otras que iban desde tiro con arco hasta baile. Junto a mi siempre estaba Mateo el cual después le juro lealtad a mi padre y ahora también era como él.
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Cuando llegue a mi piso abrí la puerta y ahí estaba Hide sentada viendo la televisión un poco triste. Cuando me fui con nunu ella no lo quería dejar ir así que creo se va a poner muy feliz de verlo.
-Hide he llegado- dije cerrando la puerta
-No me hables traidora..., te llevaste a mi amado nunu-
Enseguida solté a nunu de su correa y corrió hacia ella, como si él también la hubiera extrañado.
-¡¡¡¡¡OHHHHH MI AMADO!!!!!-
Ella se tiro al piso con el abrazándolo y el perro le lamia la cara.
-Parece que aquí no me extrañan...- dije fingiendo una cara de tristeza -tal vez me iré...-
Unos brazos me sujetaron y me abrazaron.
-Yo si te extrañe- Era la voz de Harb
-uhhhh, al parecer aquí está pasando algo más...- Hide tenía una cara de picardía levantando sus cejas, ¿en qué momento había dejado de jugar con nunu ?
-no es lo que crees- solté muy nerviosa
-ahh ¿ahora me vas a abandonar?- Harb me miro directo a los ojos y eso me puso mucho más nerviosa de lo que estaba.
-claro que no... per...- Hide me interrumpió
-ahh entonces si me he perdido de algo-
Estaba de verdad muy mal pareciese que estos hermanos lo hacían a propósito.
-¿ya cenaron?- en un intento por cambiar el tema pregunte eso
- en eso estábamos, lávate las manos ya casi está listo- dijo Harb yendo directo a la cocina.
-no creas que te has salvado de mi amiga- Hide se fue siguiendo a su hermano haciéndome señas con sus dedos de que me vigilaría.
Ya habíamos terminado de comer entre risas, Hide es muy ocurrente y nos hacía reír mucho con todo lo que decía.
-por cierto, ¿cómo fue que trajiste de regreso a mi amado nunu? - me dijo Hide acariciando al perro a su lado
-Vi a su dueño, pero me dijo que él no podía cuidar bien de nunu y que no lo quedáramos, obviamente yo acepte-
-y no te equivocaste en traerlo con nosotras porque lo quiero muchoooo - volvió a tomar al perro abrazándolo muy fuerte
pronto nos levantamos de la mesa y Hide huyo de ahí junto a nunu para no lavar los trastes, a lo que obvio yo los lave, Harb me había insistido que él lo hacía pero siendo sincera se me hacía muy injusto que el tuviese que hacer todo solo.
-¿Estas segura que no quieres que te ayude?- harb se recargo en el refrigerador pareciendo muy guapo.
-no, tu hiciste de comer y lo justo es que yo haga algo o me acostumbraré a que tu hagas todo- solté una sonrisa viéndolo para luego continuar con esta tarea.
-seria buen que te acostumbraras a mi- se acercó y me dio la vuelta para verlo directamente a los ojos -así nunca me dejarías-
-ohh estas seguro que tu no serás el que me dejara sola?- hice una sonrisa de lado
-créeme si no me interesaras ni siquiera te vería- se acercó más a mí, dejando nuestra cara a milímetros de distancia.
-tendrás que convencerme que no me usaras solo un rato- me voltee dándole la espalda y volviendo a lavar los trastes.
Al voltearme sentí mi corazón salir, una parte de mi se deshacía por sus palabras y si me lo hubiera dicho ayer tal vez me le hubiera lanzado a los brazos, pero había un pequeño problema del cual no se si él se había dado cuenta, él tenía una mancha de labial en su camisa era u poco sutil solo observando de cerca se podía ver. No sabía que pensar pero estaba segura que ahora no se la dejaría tan fácil para conquistarme.
Al estar en mi habitación me acosté boca arriba para pensar en lo que había hecho la última vez todo pasaba por mi mente desde matar a ese hombre como lo que había pasado con Harb. tome un respiro y cerré mis ojos.
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-¿mama? ¿qué haces aquí? - veía a lo lejos a mi mama pero no me contestaba ni me hablaba
-¿mama? ¿en dónde estamos? - todo era oscuro y veía muy borroso
-¿Lia?- por fin volteo a verme -mi pequeña princesa- se acercó a mí, corrí directo a ella y la abrace muy fuerte
-mama.. te extrañe mucho... papa no es el mismo y ahora me da miedo- su mano coenzo a acariciar mi cabello.
-tranquila mi niña, ahora debes de buscar tu felicidad, habla con tu padre y hazle entender todo lo que sientes él te entenderá él te quiere - solté unas lagrimas
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Editado: 21.06.2024