Harb
Después de que entramos a la casa del señor Benjamín, él me indico que lo siguiera porque quería platicar conmigo, la verdad si sentía algo de temor pues sabia a que se dedicaba el señor Benjamín realmente.
El entro primero y enseguida yo, tomo asiento en mi escritorio y me indico que también me sentara.
-se todo lo que pasa contigo y con Aysel - tomo un puro de uno de sus cajones -y quiero saber que vas a hacer realmente con ella- dijo encendiéndolo
-si Señor, Aysel me comento que usted era mejor amigo de su madre- dije intentando saber mas de su relación
-es correcto, conocí a Aysel cuando era una niña muy pequeña y la veo como una hija- inhaló un poco del puro -tal vez te platico que su madre falleció y yo perdió el contacto con ella, pero ahora he vuelto a su vida- saco el humo de su boca
-entiendo, ella me ha explicado que se quedara en su casa- me acomode la playera -pero sinceramente eso me preocupa, ella se ha hecho cercana a su hijo- el me interrumpió tomando la palabra.
-acaso ¿te preocupa que ella te sea infiel ?- su cara se puso más seria -¿crees que yo los voy ha acercar?-
-solo me da miedo que me olvide- dije sincero
-no lo voy a negar, me encantaría que mi hijo y ella estén juntos- algo dentro de mi sentía coraje -pero se bien que ella te ama, y si no puedes confiar en ella creo que no la mereces-
-si confió en ella- dije con un tono molesto
-entonces no debes de preocuparte por eso- volvió a inhalar de su puro
Me enojaba todo lo que decía, pero tenía razón tenía que confiar en Aysel y sus sentimientos.
- ¿qué quería hablar conmigo? - dije de forma educada
-ya lo hemos hablado y eso es todo lo que quería hablar referente a ella, ahora quiero que hablemos sobre la inversión que quieres, pero creo que eso se debe hablar en mi oficina- había cambiado muy rápido de tema
-si señor Benjamín, ¿en qué horario? - pregunte
-estoy libre en la mañana, eso es todo lo que quería hablar contigo, puedes ir a ver a Aysel tal vez está en su habitación.
Sali del despacho de él señor Benjamín, no me gustaba la idea de que Aysel se quedara aquí, pero por lo que habíamos hablado, confiare en ella.
Me encontré con una señora de edad media
-hola joven, ¿busca a la señorita? - pregunto de forma muy cortes
-si, ¿me podría decir en donde esta? por favor- dije
-claro, sígame- empezó a caminar y la seguí
Caminamos por un pasillo muy largo con muchas puertas, hasta que la señora se detuvo en una
-aquí es- toco la puerta
-¿eres tu Isabel? -dijo Aysel desde dentro de la habitación
-si mi niña, un joven la quiere ver- contesto la señora
Vi que rápidamente se abrió la puerta y apareció Aysel ahí. se hizo a un lado para que pasara
-¿necesitas que te traiga algo mi niña? - pregunto la señora amablemente
-¿quieres algo? - volteo a verme Aysel
-solo un baso de agua, por favor- dije, la verdad sentía la garganta muy seca
-claro en un rato se lo traigo- dijo la señora caminando por el mismo pasillo que recorrí hace un momento
Aysel cerró la puerta y se dirigió a una pequeña sala que había en su habitación; me quede asombrado al ver el interior de la habitación de verdad el señor Benjamín quería a Aysel para darle una habitación así.
-es grande tu habitación- dije sentándome a un lado de ella
-si, a veces la siento muy vacía- dijo acomodándose la piyama
-te cambiaste de ropa-
-si, quería ponerme cómoda- dijo para después volver a hablar - pensé que no pasarías aquí- me miro a los ojos
-queria verte antes de irme-
- ¿que hablaste con el señor Benjamín? -
-solo algunos temas relacionados a un contrato-
-ohh con razón y se tardaron platicando, me alegra que él esté interesado en invertir -
-te extrañe mucho- dije sin pensar
-yo también lo hice, me alegro de que todo se haya solucionado- se lanzó a mí y me abrazo
No pude controlarme y la tome de la nuca, la acerque a mí y la bese, me hacía mucha falta sentirla aside cerca; había pasado mucho tiempo lejos de ella y esto me encantaba, no quero que termine este día.
Charlamos un rato más, ya era momento de irme; nos despedimos y me dirigí a mi auto. Lo encendí y arranque para irme.
No paro de pensar, ¿en que momento cambie tanto?, hace unos meses no me gustaban las relaciones serias, solo pasaba unas noches con algunas chicas y eso era todo. No mentiré la primera vez que la vi, solo pensé en como decirle que solo quería una aventura, pero con el paso del tiempo me di cuenta que ya había caído en sus encantos. Intente pasar una noche con Alice para tratar de regresar a mi yo del pasado, creí que me estaba volviendo loco, pero esa noche que pase con Alice solo me hizo darme cuenta que todo lo que sentía era correcto.
Sin quererlo y sin pensarlo ya había cambiado, ahora me doy cuenta de que no puedo estar sin ella. No puedo asegurar una vida entera a su lado, porque todo puede cambiar, pero si estoy seguro de algo y es que estaré con ella hasta que nuestros corazones no den más y terminemos de exprimir hasta la última gota de amor.
Ya era tarde y llegue directo a mi cama, seguía pensando en lo que paso con Aysel y de como podía mejorar la relación, no sabia mucho sobre el tema, pero lo intentaría y le preguntaría a Hide.
Mi celular comenzó a sonar, y como si la hubiera llamado telepáticamente, ahí estaba Hide, ya sabía porque llamaba.
-hola hermanito ¿como te fue con Aysel?-
-hola hermanita- conteste en forma de burla -hablamos y todo termino bien-
-eso me alegra, ¿cuando volverá mi cuñada a casa y al trabajo? -
-se quedara a vivir ah, y trabajara con él señor Benjamín-
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Editado: 21.06.2024