Mariposa: Evolución

CAPITULO 19

Después de recibir el mensaje de Mateo intente comunicarme, pero no respondió mis llamadas, me sentía completamente nerviosa. 

Pasaron las clases y realmente no estaba prestando atención a mis nuevos amigos. Me dirigí directo a Mael.

- ¿tu padre estará en la oficina? - le pregunte 

-ahh hola, y no lo sé, creo que si- estaba confundido, pero en este momento me importaba mas hablar con el Señor Benjamín 

-vamos- me subí al auto y detrás de mí fue Mael 

Encendió el auto y nos fuimos, mientras íbamos en el camino yo seguía intentando comunicarme con Mateo.

-¿de que hablas Mat?- 

- contesta, me preocupas - 

No recibía ninguna señal de su parte, y cada vez me preocupaba mas.

- ¿que te ocurre Aysel? - pregunto Mael sin dejar de ver enfrente 

-nada, solo quiero ver al señor Benjamín - 

-acaso ¿no confías en mi?, créeme puedo guardar secretos y puedo ayudarte en cualquier cosa- 

 -si confió en ti- tome una respiración profunda -es solo que tengo algunos problemas con mi padre- no sabía si era buena idea contarle todo

- Entiendo si no estas lista para hablarme sobre tu pasado, sé que algo escondes, pero no te presionare- se detuvo en un semáforo y volteo a verme -solo cuéntamelo cuando quieras, tal vez te pueda ayudar un poco- volvió a mirar al frente y comenzó a avanzar   

Un rato después llegamos a la empresa. El señor Benjamín aun no llegaba así que me puse a hacer mi trabajo aun lado de Mael. 

Volví intentar mandar mensaje para ver si Mateo podía verlos 

-Matt contéstame o te matare cuando nos veamos-

Pero aún no tenía ninguna respuesta, de verdad los nervios me estaban consumiendo y al igual que en la escuela, no me podía concentrar.

-lo siento Lía, pero me pidieron salir y no me dio tiempo de contestarte-

-esta bien, pero dime, ¿que pasa? - 

-la salud de tú padre..., el esta un poco enfermo- 

-eso es malo, pero no si pueda regresar, sabes que no me dejara salir de nuevo- 

-lo sé, pero tenía que informártelo, te mantendré informada- 

-gracias por todo Matt, si pasa algo avísame y vere que puedo hacer- 

-claro, igual cuídate, adiós-

Después de que Mateo me contestara los mensajes ya estaba un poco más tranquila, aun seguía preocupada por mi papá pero aun no era momento de regresar y también tenía miedo de regresar a ese encierro. 

Tenía que platicarle esto al Señor Benjamín pues sus consejos a mí me ayudaban mucho. 

Después de unas horas llego, espere el momento adecuado para ir a su oficina. Toque la puerta de vidrio que nos separaba.

-adelante- se escuchó desde adentro - pasa hija- 

Pase a su oficina la cual era grande, tenía unos sillones y ambos nos sentamos ahí.

- ¿que pasa hija, tienes algún problema en la escuela? - pregunto 

-no todo esta bien en la escuela- suspire profundo -solo quería su opinión en un tema- 

-claro, ¿sobre que? - se inclinó hacia mi 

-es que recibí el mensaje de un amigo que esta en la banda de mi padre- mis manos estaban sudorosas  -él me dijo que mi padre estaba enfermo- agache mi cabeza, pero enseguida la levante para verlo -¿que debería hacer? -

- ¿estas preocupada por él? - yo asentí con la cabeza -muy bien, ¿por qué o quieres ir? -

-tengo miedo de que no me deje volver, y que me vuelva a encerrar en esa casa- dije agachando la cabeza - ¿cree que estoy siendo egoísta? -

-no lo eres mi niña, es normal que no quieras volver después de probar la libertad- me tomo de las manos -sé que en verdad amas a tu padre, a pesar de lo que te ha echo- agache la cabeza de nuevo -te propongo algo, espera un poco a que tu amigo te dé más información y vas a verlo- 

- ¿pero que pasa si no me deja salir? - dije -

-yo te ayudare a hablar con él y te sacare de ahí- me dio una sonrisa muy cálida la cual de verdad me tranquilizo mucho.

-también quería saber si era seguro hablar con Mael sobre mi verdadera identidad- 

-eso solo depende de ti mi niña, yo no te puedo obligar a guardar este secreto, solo tú sabes en quien debes de confiar- 

-gracias, Señor Benjamín - me acerqué a él y le di un gran abrazo 

-no es nada pequeña, me alegra que me tengas confianza- 

Dicho esto, salí mucho más tranquila de ahí. Me asombraba la paz que me podía transmitir el Señor Benjamín. 

Salí de ahí, camine a mi escritorio y recargue mi cabeza en el respaldo de la silla, me quede pensando por un instante si era conveniente hablarle sobre mi vida a Mael, él era un buen amigo, en estos últimos días estuvimos mucho más unidos. Un sonido me saco de mi mente, era un mensaje de Harb.

-Hola mi cenicienta, ¿estas ocupada por la noche? - me acomode en mi silla lista para contestar 

-no, tengo mi noche libre- puse tecleando, y lo envié

-hoy mi padre quiere cenar contigo, ¿quieres ir? - 

Me asombro leer ese mensaje, estoy segura que mi cara reflejaba la sorpresa pues escuche a alguien a mi lado 

-vaya que te ha dejados sin palabras ese mensaje- me dijo Mael

-Claro que no, solo pensaba en una respuesta adecuada- conteste 

-aja, todo está en tu rostro- 

-está bien- admití derrotada -si me asombro el mensaje- 

- ¿es de la misma persona de la tarde? - su cara se tornó un poco más sería

-no, ese era de otra persona- agache la cabeza recordando los problemas con mi padre -después te cuento- 

-esta bien no hay prisa- me acaricio la cabeza




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