Mariposa: Evolución

Crisálida - CAPITULO 24

Desperté en mi antigua habitación, había dormido, pero algo dentro de mi no se quería dormir por completo.

Saque un celular que tenia escondido y le mande mensaje a Mael

-hola estoy bien, descanse un rato-  

-me alegro que todo este bien, mantente comunicada por favor-

-claro, gracias, descansa también un rato- 

Ambos llegamos por la noche y me dejo a unas calles de mi casa.

-ten esto- Mael estiro un celular a mi dirección

-pero tengo uno- dije 

-solo guárdalo por si acaso- lo mire con extrañeza -si te quieren quitar el celular solo da este, es para que estes a salvo-

- gracias, pensaste en todo- 

-ya sabes, soy asombroso -

-claro, ahora lo veo- hice una señal de me gusta con la mano -eres genial- 

Bajé del auto y me dirigí a mi casa. Entre y  lo primero que vi fue a muchos guardias por toda la casa.

- ¿quien eres tu? - dije un señor malhumorado 

- soy la hija de tu jefe así que déjame pasar, por favor - intente pasar pero seguía obstruyendo la entrada

-no le creo nada, lárgate de aquí- me empujo, al parecer era alguien nuevo y no sabia quien era 

-háblale a Mateo o aún mejor, llámale a tu jefe- dije de forma arrogante, no me gustaba hablar así, pero tenía que hacerlo o no me haría caso

- ¡solo lárgate! - en ese momento se acercó un guardia que ya tenía tiempo con mi padre y él cual si me conocía 

- ¿que pasa aquí? - dijo dirigiéndose al guardia arrogante  

-esta mugrosa quiere pasar- me ofendí 

- ¿que te pasa estúpido?, para tu información estoy muy limpia -

- Señorita Lía, que sorpresa que este aquí, pase - dijo aquel señor llamado Jack 

- al parecer no soy bien recibida- dije molesta, crucé mis brazos y permanecí parada en el mismo lugar 

-lo siento señorita, pero es que tenemos alguno nuevos y no la conocen bien- dijo escusándose

-lo entiendo pero no pueden tratar así a cualquier persona - observe detenidamente al idiota que no me había dejado pasar, quería una disculpa y al parecer el señor Jack entendió eso y le dio un codazo 

-discúlpate con la señorita Lía ahora - dijo el señor Jack   

-lo siento mucha señorita Lía, no volverá a pasar - dijo agachando la cabeza 

-eso lo sé, ahora sabes quien soy y no creo que seas tan tonto - dentro de mi me empecé arrepentir pensando que había sido muy dura 

- venga conmigo señorita, sé que su padre va a estar muy contento con verla- dijo Jack 

Camine detrás de él viendo como todo seguía igual, pero me sentía un poco extraña con todo esto tal vez pase mucho tiempo lejos. Nos adentramos a la casa y me llevo hacia el despacho de mi padre, toco la puerta y una voz conocida salió de ahí

-pasa- 

-señor le tengo una buena noticia- dijo Jack asiéndose a un lado para que pasara  

-hola padre- estaba muy nerviosa, sentía mis piernas temblar y mariposas en ella

- ¿por qué te fuiste de esa manera? - fue lo primero que salió de su boca, estaba muy serio y daba miedo   

-tal vez eso lo podamos hablar después, ahora quiero sab...-

-yo lo quiero saber ahora- dijo interrumpiéndome

-tú lo sabes bien- conteste 

-me retiro señor- dijo Jack cerrando la puerta 

-quiero que me lo digas tú- 

-por favor, este no es momento, estoy preocupada por tu salud-

-así que vienes solo porque piensas que puedo morir- volteo su silla- no necesito tu lastima, retírate- 

-vine porque estaba preocupada por mi PADRE- 

-te olvidaste de mi el día que te fuiste sin mirar atrás- 

-me fui porque intentabas casarme a la fuerza y nunca te interese, no me cuidabas y me olvidaste con las nanas y empleados- mis lagrimas comenzaron a caer -desde el día que mi madre falleció solo me olvidaste, olvidaste mi existencia y solo me recordaste cuando quieras sacar un poco de interés al casarme con uno de tus socios - 

Lo vi levantarse de su silla y caminar hacia mi  

-solo buscaba lo mejor para ti, te di una muy buena educación, te entrené para la vida y tenías todo lo que podías desear-

- ¡solo necesitaba tu amor! - me seque las lágrimas -solo quiero saber como esta tu salud, pero creo que es mejor que descanse un poco-

Me aferré a mi bolsa y me fui a mi antigua habitación a dormir. Me estaba empezando arrepentir de regresar con mi padre, pero por ahora solo tenía que ver como estaba.

Salí de la habitación y comencé a bajar las escaleras para ir a verlo.

- Lía, ¿cuándo llegaste? - vi a mi amigo Matt

-hola, llegué esta mañana - 

- ¿has visto a tu padre? - pregunto 

-si, pero no termino muy bien nuestra conversación- baje la cabeza 

-tranquila, tal vez ahora este más tranquilo- puso su mano en mi hombro -solo recuerda que no se debe alterar- 

-claro, también tengo unas preguntas para hacerle- dije recordando lo que paso con la madre de Harb 

-vamos a verlo-

Ambos caminamos y tocamos a su despacho, pero ahí no estaba así que nos pusimos a buscarlo. Lo encontramos en el jardín comiendo 

-buenas tardes señor- 

-hola padre- 

-siéntense, ¿quiere algo de comer? - me sorprendió lo tranquilo que estaba -Rosa, ven- 

-me puedes traer también un poco de fruta, por favor -

-yo también por favor- dijo Matt 

- ¿descansaste? - pregunto mi padre 

-si, ¿tú te sientes bien? - 

-claro, ya tomé un poco de medicina- tomo un pedazo de fruta -¿cuanto tiempo me iban a engañar? -

- ¿a que te refieres? - pregunte con curiosidad 

-no sigan mintiendo, Matt tu sabias en donde estaba mi hija- Matt y yo solo os miramos con miedo 

- no lo regañes padre, él solo me ayudo, yo tuve la culpa de todo lo demás -

- no les diré nada, me alegra que tengas alguien en quien confiar y que sea alguien tan leal a ti- me sorprendió una vez más, este no era para nada mi padre 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.