Mariposa: Evolución

CAPITULO 32

Llegó Harb y Mael le mostro las cámaras de seguridad, de donde estaba Abraham. 

-de esta manera es mas fácil vigilarlo y lo podemos entrevistar- dijo Matt 

-eso es increible, ahora solo necesitamos llamar a su hermana, y todo terminara pronto- Harb se colocó un lado de mí y me sujeto de la cintura -muchas gracias, por todo lo que hacen- 

-no es nada, yo solo lo hago por mi amiga- sabía que aun no se agradaban Matt y Harb, era bastante obvio -por cierto, ya tengo el celular- 

-vamos a marcar- tome el celular y me dispuse a buscar el numero

-tal vez sea mejor que le marquemos nosotros dos, te diremos lo que dijo- menciono Mael, iba a reprochar, pero me dio una señal con los ojos y comprendí que era lo mejor para que Harb no escuchara de nada, solo por si me reconocía la voz, o hablaba de Matt.

-esta bien, pero quiero que me digan todo lo que pase en esa llamada- 

-claro, mi amigo y yo nos encargaremos de todo- me dio una sonrisa burlona y vi que ambos se alejaban al despacho del señor benjamín.

Termine de tomar mi jugo, Harb y yo, nos levantamos de la mesa y nos dirigimos al jardín. pasé entre las flores y me senté en un columpio amplio, Harb hizo lo mismo y ambos nos quedamos en silencio por unos minutos. Cerré mis ojos y por algunos minutos solo podía escuchar el canto de los pájaros y mi respiración, todo era muy placentero y para nada agotador. 

-me encanta esta tranquilidad- le mencione a Harb, aun con los ojos cerrados 

-se siente genial- me tomo de la mano y la llevo hasta sus labios para darle un beso -después de esto, quiero ir de vacaciones contigo- lentamente abrí los ojos y lo encontré mirándome fijamente, sentía algo extraño

-por supuesto que me gustaría, pero sería genial que vayamos todos de vacaciones- algo dentro de mi no creía que eso fuera buena idea, aunque no sabía por que. 

-lo que tú me digas mi cenicienta-me dio un beso que inicio de una manera muy tierna, pero poco a poco sentí como aumentaba la intensidad, pero de una forma que no me gustaba

-quiero ir por algunos dulces- me separe con esfuerzo y me levante de ahí, le tome la mano y lo jale para que también fuera conmigo -vamos- coloque una sonrisa 

-esta bien- su rostro mostraba una sonrisa, pero sus ojos no se veían alegres, eran de una forma muy extraña

- tal vez haya algunos en la cocina- 

Caminamos de regreso a la casa, y pase por el largo pasillo que nos llevaba a la cocina. Abrí la alacena, pero no alcanzaba los dulces que se encontraban en la parte de arriba.

- ¿me ayudas, por favor? - pregunte y el solo asintió con la cabeza y se estiro ara tomarlos, en ese momento lo abrace por la espalda y antes de que me diera cuenta ya estaba hablando - ¿te sucede algo? - el volteo sin permitir que mis manos se apartaran por completo de él

-solo estoy un poco preocupado por mi hermana- acaricio mi cara y aparto un mechón de cabello.

Me llevo de la mano hasta que llegamos a una silla en la cocina, acomodo la silla y se sentó de igual, me estire un poco para también tomar una silla pero el me jalo de la mano y me sentó entre sus piernas.

-te amo demasiado, perdón si te hice sentir incomoda solo estoy un poco preocupado por mi hermana- sujeto mi mano y la acerco a sus labios dando un beso

-esta bien te entiendo también estoy preocupada por Hide- 

Alce mis manos y las lleve a posarse alrededor de su cuello, de esta manera le di un beso en los labios, sus manos acariciaban mi cintura y poco a poco las metía entre mi ropa, se sentía tan bien cada toque era como una droga que me hacía no pensar en nada a mi alrededor, sentía la necesidad de que pasara algo más; nuestros pensamientos estaban sincronizados, cerca de la cocina había unas escaleras subterráneas que daban a un pequeño baño, me levante.

-espera, no me puedes dejar así- señalo con su mirada a un bulto que sobresalía de sus pantalones

-tampoco yo quiero, pero no podemos hacer nada aquí, alguien nos podría ver- dije apenas controlando mi respiración

-al diablo quien quiera ver la función- se levantó y solo cerró las ventanas y la puerta con seguro  

- pensé que querías dar una función- me acerqué de una manera provocadora sujetando su camisa, no sabía en que me estaba convirtiendo

-quiero que solo tu seas mi hermoso público- sujeto mi mandíbula para que lo viera -o acaso ¿quieres que alguien mas te vea? - se acerco y me dio un beso corto 

-no, solo tu - me estire para alcanzarlo y darle otro beso, este aun mas largo y lleno de pasión, no era el mismo beso incomodo de un rato, este era muy diferente 

No se como llegamos a la mesa y me cargo para ponerme encima de ella, siguiendo con los besos me levanto la blusa hasta quedar solo con mi sostén el cual no tardó mucho en perderse, sus manos subían y bajaban igual que su boca que dejaba besos por todo mi pecho. Mis manos encontraron sus botones y poco a poco pude desabrocharlo hasta que también quedo desnudo, mis manos también bajaron hasta sus pantalones en donde los conseguí desabrochar y bajarlos, no era una experta, pero comencé a acariciarlo logrando que tuviera pequeños quejidos. Me acostó sobre la mesa quitando mis pantalones.

-son muy lindos tus calzoncillos, pero no los quiero ver ahora- dijo dando besos y bajándolos para que quedara completamente desnuda. Comenzó a tocarme haciendo que también jadeara, sentía una gran satisfacción, no quería contenerme más, no necesite decirlo él sabía que la función tenía que pasar a la siguiente escena, sentí como abrió aun mas mis piernas y metió su gran miembro entre ellas, gemí de dolor, no recordaba que se sentía de esta manera. Sentía placer con cada una de sus envestidas, no quería que parara, sentía un nudo en mi abdomen y necesitaba más, me levanto por la espalda y se sentó en una silla conmigo encima de él, ahora o tenia el mando, me empecé a mover y cada movimiento me hacía sentir mucho más placer, empecé a ir de adelante a atrás, el me sujeto las caderas y me guio para que empezara a salir y entrar su miembro. No taramos mucho más cuando el nudo en mi vientre se deshizo y sentí que al mismo tiempo él se relajaba, así me quedé con mi cabeza recargada en su hombro mientras el me daba pequeños besos en mi cuello. 




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