》》》La fogata y el Volkán《《《《
—Mi Lady. —giro para ver a Volkan en la puerta, tiene el ceño fruncido. Estos hombres sí que son complicados y dicen que somos nosotras. Me hace un gesto con la cabeza para que salga.
—Ya me voy. —le digo a Camilo y salgo.
Paso por el lado de Volkan sin decir nada. Estos hombres me sacan de quicio. Siento que me toman la mano y veo a Volkan a mi lado, saco mi mano de su agarre. El chasquea su lengua buscando mi mano de nuevo.
—Dame tu mano.
—No quiero… —toma mi mano con la suficiente fuerza y entrelaza sus dedos con los míos. —¿Por qué lo haces? es decir, ¿Que pretendes? —me mira con una ceja levantada.
—Te lo dije, quiero tu mano.
—¿Pero por qué? —lo veo apretar la mandíbula, no deja de caminar tiene la vista fija al frente.
Ya afuera caminamos a mi auto, veo nuestras manos entrelazadas, no había notado que tiene una mano tan grande, bueno es lógico, él me lleva casi treinta centímetros, es mucho más grande que yo.
—Nos vemos mañana. —dice soltando mi mano en dirección al auto. Pongo mi huella, se abre y abro la puerta.
—¿Por qué estás de mal humor? —se cruza de brazos y levanta una ceja.
—Sube y vete. —ordena. —Nos vemos mañana. —sostengo la puerta mirándolo, nunca lo había visto así, y no me gusta que me hable como si fuera mi papá, espero que diga algo más, pero no lo hace, solo está ahí quieto mirándome. Resoplo y me subo, enciendo el motor y arranco.
Odio la gente cambiante, esta mañana estaba muy bien, y ahora parece un ogro, me habló muy feo y no estoy dispuesta a soportar eso y menos de un don nadie como él.
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Aprieto los ojos haciendo fuerza con mis piernas para levantarme de nuevo, el rostro de Volkan está relajado mirándome, no quiero que me mire.
—Una más… —pide y siento que voy a desmayarme, ¿De verdad quiere que haga una más? Ya voy diez, siempre hago series de diez. No puedo. —¡Vamos! —palmea mi muslo y ¡Eso no me gusta! Vuelvo a bajar, aprieto el abdomen, las nalgas y subo sintiendo mi rostro rojo. Termino de subir y me sonríe. —Eres la mejor. —me bajo de la hack y siento que mis piernas no me van a sostener. —Quiero tomarte una foto, hoy te ves particularmente bien. —levanto el rostro con la boca abierta.
—¿Una foto? — él camina a su banca como si no me hubiera escuchado, camino detrás de él. Lo veo sentarse y tomar las mancuernas.
—Sí. —dice con esfuerzo con las pesas en el aire.
—¿Una foto cómo? —resopla después de cada repetición. Sus pectorales se ponen rojos, vuelvo a subir la vista a su rostro. ¡miércoles! Me estaba mirando, el descarado sonríe. Baja las pesas y levanta una ceja para mirarme.
—¿Me estás morboseando? —pongo mis manos en mis caderas.
—Tu pecho se pone rojo, solo veía eso. —contrae sus músculos pectorales haciendo que brinquen.
—¿Te gustan verdad? —continúa moviéndolos y ruedo los ojos.
—Ya Volkan, no eres irresistible para todas. —se levanta estirando los brazos.
—No quiero ser irresistible para todas, solo para una. —me guiña un ojo al final y siento que el calor sube a mi rostro.
—Si, como digas. —dejo el tema de lado. —Me ponen nerviosa las fotos… —Volkan me mira y ladea la cabeza.
—Tienes buenos rasgos, te vas a ver bien…
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Volkan me entrega el shaker, peina mi cabello y me mira con una sonrisa.
—Solo bebe, no pienses que estoy aquí. —lo miro entrecerrando los ojos, ¿Cómo se supone que me tome la proteína si me está fotografiando? —No mires la cámara. —se acerca de nuevo. —Vas a salir perfecta, vas a ver qué sí. —giro mi rostro y llevo el shaker a mi boca, bebo un sorbo y trago, respiro tratando de mantener la vista lejos de la cámara, vuelvo a beber, limpio mi labio superior con mi lengua y sé que ya arruiné la foto. Miro a Volkan algo asustada, pero tiene una enorme sonrisa.
—Te lo dije, más que perfecta. —me acerco y reviso la toma, en realidad me veo bien.
—¿No es más por hoy? —Volkan me abraza por los hombros.
—No. no, es más, Mi Lady. —deja un beso en mi cabeza, lo miro extrañada, hace tres días se comportó como un patán, no volvió a tocar el tema, y estos días se ha comportado muy bien conmigo, debe tener algo de bipolaridad, supongo.
—Ok… —me doy la vuelta para ir por mis cosas, ya me voy para mi casa.
—Mi Lady… —escucho su voz y me giro para verlo. —Mañana voy a una fiesta con unos amigos. ¿Quisieras venir? —tuerzo mi boca. No soy de fiestas ni salir, y mucho menos trasnochar a no ser que sea leyendo. —Me gustaría que fueras conmigo. —agrega al notar mi cara.
—Volkan, sabes que no soy de ese estilo, ¿Qué clase de fiesta es?