》》》Las concubinas del Rey《《《
—¡Román! —grita Volkan y un segundo después está a mi lado. —¿Conociendo a mi chica? —abro mis ojos. ¿Mi chica? ¿Cómo es eso de mi chica? Arrugo un poco mi frente.
—No seas envidioso, solo la saludo, como tú no la presentas.
—¡Qué linda es! ¿Verdad? —dice Deisy llegando con una bandeja.
Román me mira una vez más y luego se aleja. Volkan vuelve a tomar mi mano, y entiendo que esto lo hace para dar a entender que soy... “su chica”.
—Ven te presento al resto... —nos acercamos a la salita y creo que tengo algo en la cara, todos me miran como si fuera la cosa más rara del mundo, creo que ninguno parpadea, bueno, Román está hablando con Deisy. —Te presento. —dice él mirando a los dos chicos y la chica. —Stevie... —señala al castaño que saludo primero. —Rafael... —señala a un chico rubio de grandes ojos azules. —Y Margaret. – miro a la hermosa mujer, parece blanca nieves, cabello escuro, ojos azules y labios rosados, está sentada en medio de los dos hombres. —Ella es Lady. —vuelve y juega, evito rodar los ojos.
—Marlady. —digo fuerte para que todos escuchen.
—¡Oye! —la chica se levanta empujando a Volkan. —¿No te han enseñado modales? Primero siempre se presenta a las damas. —suenan carcajadas y veo que todos están riendo.
—Si hubiera una por aquí. —se burla Rafael. Margaret lo mira mal y se acerca a mí.
—No les prestes atención, cuando los hombres se juntan con sus amigos se vuelven niños cavernícolas. —sonrío disimuladamente. La chica me mira como estudiándome. —Es más linda en persona. —miro a Volkan a mi lado. —He visto algunas de tus fotos. —termina de decir y se sienta.
—Hola linda. —se levanta Rafael y besa el dorso de mi mano, la aparto rápido y él sonríe.
—Te agradezco que la llames por su nombre. —Volkan interrumpe y Rafael rueda los ojos.
—No empieces con tus celos. —miro a Volkan, no parece molesto. Y la verdad no creo que esté celoso.
—No son celos, la acabas de conocer, y viene conmigo. —y ahí está mi confirmación, no podría sentir celos, no por mi.
—Ya entendimos... —dice Román pasándole una cerveza. —Pero eso no quiere decir que nos hagamos los ciegos. —siento la mano de Volkan en mi espalda, levanto el rostro para mirarlo y me indica que nos sentemos. Me acomodo donde estaba Rafael, le sonrió a Stevie es el único que no ha hablado.
—Espero te adaptes, siempre son así. —dice cuando nota mi mirada sobre él. Asiento mirando a Deisy, Margaret y Rafael hablando cerca de la mesa donde están las cervezas, aislado de todos esta Román, fumando un cigarrillo, y parado a mi lado Volkan, tiene la vista perdida mientras bebe su cerveza.
—Marlady. Te traje el jugo que me pediste. —mira a Volkan y agrega. —Sin azúcar. Como pidió su majestad. —Volkan sonríe bajando la cerveza.
—Gracias, Plebe. —Deisy sonríe alejándose. —Aquí soy el Rey. —dice inclinado a mi oído. Stevie rueda los ojos.
—Ya supéralo. —el chico pone sus ojos en mí. —si es así ellas vendrían siendo sus concubinas. —abro mis ojos al tiempo que Volkan se atora con su cerveza.
Miro a las chicas a lo lejos, aun escucho a Volkan tosiendo, no lo voy a mirar.
Me imagino que, si salió con ellas, para que las llame así. Miro mi jugo, luego llevo el vaso a mi boca tratando de descifrar los sabores. Tiene algo de lulo y pera, esta rico.
—No le prestes atención. —se aclara la garganta. —Solo está celoso por qué le tocó ser el bufón. —de nuevo me habla al oído, pero Stevie vuelve a escuchar, sonríe negando y se levanta.
Volkan se sienta a mi lado, cruza su pierna y se deja caer al espaldar del sofá, suspira, parece que está bastante cómodo, en cambio yo, me siento como mosco en leche, aquí todos se conocen y hablan entre ellos y yo, solo aquí, tomándome mi juguito.
Doy otro sorbo. Solo si tuviera mi E Reader aquí... No, tengo que alejarme de esa cosa, ¡Dios!...
Escucho música cada vez más alto, veo a Margaret en frente de un equipo de sonido, baila al ritmo de la música, música que es... ¿Cómo decirlo? Explícita, muy diciente, a veces no entiendo como una mujer puede bailar eso, pero cada quien con sus gustos.
Román se acerca a ella la toma por la cintura y empieza a restregársele en el trasero. ¡De por Dios! Lo peor es que ella lo disfruta y se inclina.
—¿Quieres bailar? —miro a Volkan a mi lado, sigue recostado, está mirando la misma escena que yo.
—No, gracias. —él sonríe enderezándose.
—¿Por qué eres tan diferente? —se inclina hacia mí y trato de alejarme un poco.
—No soy diferente, solo no soy como ellas. —sonríe y da el último sorbo a su cerveza.
—¡Fascinante! —se levanta y me deja sola, lo veo ir por otra cerveza, pero en el camino Margaret y Deisy empiezan a bailar a su alrededor.
Escucho sus carcajadas, Volkan empieza a moverse al compás con ellas, no soy experta bailarina, en realidad nunca he bailado, pero es algo que se hace en público y no creo que como se mueven y tocan entre ellas sea algo bien visto.