Mas allá del lienzo

Capítulo 4

Era una mañana bastante agradable, el sol se encontraba tan resplandeciente-no era muy común ver mañanas así...muchos se dirigían a sus aulas mientras que otros se quedaban en el patio-se veían bastante alegres, sin presentir o imaginar que alguno de ellos había disfrutado su última noche.

❖ ❖ ❖

Y ahí apareció Aku, con esa mirada fría, serena y distante, como si nada le importara. Su hora de clases aún no comenzaba, así que tomó un lugar cómodo en el patio...se sentó en el suelo y observó detenidamente su alrededor-después de observar un rato a lo lejos miró a Ryoko, se encontraba con sus amigas muy alegre y brillante como siempre.

El la observó-con esa mirada depredadora y paciente.

De repente un chico toco el hombro de Ryoko-la saludo, después saco un chocolate de su bolsillo y se lo dio.

Ella lucía bastante contenta, tomó el chocolate y le aceptó la salida-mas por cortesía que por interés.

Aku observaba desde lo lejos, no parpadeaba ni hacía algún gesto de disgusto-pero algo en su mirada dejaba de ser humano...

Cuando Ryoko volteo alrededor, observo a Aku alejándose de él sitio-quedando con la duda de... ¿que hacía Aku alli?.

- - -

Llegada la noche Ryoko regreso a casa acompañada por el chico-una vez que llegaron, el se despidió y tomó rumbo directo a su casa, a la cuál no llegaría.

En el camino se encontró con Aku, esté lo saludó y le sacó plática-para después invitarlo a beber un café...terminaron el café y ambos caminaron juntos hasta que llegaron a la esquina que los separaría, o eso creía el chico-ya que al separarse de Aku solo dio un par de pasos...Aku no se había ido, aparecío delante de el-¿tan rápido te vas? no le dio tiempo de gritar, ni de correr.

La luz de la luna seguía igual de hermosa como siempre...

❖ ❖ ❖

El chico abrió sus ojos, confundido y con gran dolor en la cabeza-no sabía cómo había llegado ahí...

Un suspiro acompañado de pasos lentos y fuertes
no debiste verla—dijo Aku firme sin mostrar enojo,más bien decepción...
hay cosas que no cualquiera puede tocar así como tú, ¿sabes?-menciono con gran seriedad para después rozar su mejilla con la punta de un lindo y afilado cutter.

Los ojos...son ventanas que siempre dejan entrar más de lo que deben, ¿cierto?—susurró hacia su oido con gran ternura mientras acariciaba su cabello...para después apretarlo y acercar su rostro al de el.




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