Capítulo 9

Era un lunes en el campus,había pasado un mes después de que Aku le regaló el collar a Ryoko, el cual no se quitaba ni para dormir.

Después de que terminará su primer clase Ryoko se dirigió a los baños para acomodar su falda, cuando escucho a dos chicas conversar en el lavamanos. Una de ellas mencionó...

El me gusta bastante, Aku es muy lindo hoy si le voy a hablar y no se, quizás lo invite a salir—platicaba la chica con gran entusiasmo para después salir de los baños.

Justo cuando ellas salieron del baño Ryoko salió de la cabina y se dirigió rápidamente hacia el patio donde Aku siempre se la pasaba.

Gustar? Salir? Aku?, claro que no ,ni lo pienses— dijo Ryoko para ella con gran coraje.

La chica llegó más rápido y ella solo observo desde lejos.

la chica saludó a Aku y se inclinó hacía el tocando su cabello con gran confianza. Y mientras tanto decía algo que Ryoko no distinguía.

Mientras la chica se sentaba delante de Aku, pasaba un mechón detrás de su oreja coqueteando descaradamente.

—¿Que te parece si salimos ese jueves Aku?— preguntó con una sonrisa bastante ridícula.

Aku la volteó a ver con gran seriedad

—No puedo estaré ocupado, lo siento— respondió distante, pero firme mientras se ponía de pie.

Ella se puso de pie y le siguió insistiendo a Aku si cansancio...

Hasta que Ryoko perdió la paciencia y sin pensarlo se acercó a ellos rápidamente con gran enojo.
Aku se encontraba bastante incómodo y confundido mientras que la chica continuaba insistiendo sin descanso.

Justo cuando Ryoko llegó jalo a Aku de la camisa y lo beso, sin darle tiempo de decir una sola palabra...
Este no la apartó y al contrario se quedó sin mover un solo dedo por unos segundos, para después posar su mano sobre su cintura.

Ryoko apartó sus labios de los de Aku y volteó a ver a la chica.

—Aku tiene novia— dijo totalmente furiosa como quién defiende lo que es suyo— y esa soy yo.

La chica quedó avergonzada y se fue sin decir nada

—¿Así que novia eh?

—callate, no me gustó como te tocaba— respondió con gran seriedad y aún con ira en su voz.

Aku bajo su rostro para mirarla directamente

—¿Que pasaba por tu mente cuando miraste que me tocó el cabello? ¿Que querías hacerle Ryoko?—pregunto mientras rozaba la mejilla de Ryoko con su pulgar.

—yo solo quería apartarla de ti— respondió bajando la cabeza.

— ¿Estás segura Ryoko? Parecía que querías arrancarle la mano cuando me toco. preguntó como si quisiera escuchar algo diferente.

Ella se mordió el labio y apretó sus manos con la mirada aún hacia abajo.
— no se... quería apartarla y decirle que eres mío.— respondió con poca sinceridad.

Aku la abrazo mientras una sonrisa satisfecha aparecía en su rostro
—me gusta, es lindo que así lo digas— mencionó mientras acariciaba el cabello de Ryoko ,como quién confirma que algo le pertenece, mientras Ryoko se derretía en sus brazos.

Antes de que ella pudiera decir algo, tomo su muñeca con fuerza y se la llevo a un lugar más apartado ,justo detrás de un árbol.
Ryoko tropezó un poco al seguirlo, pero Aku la sostuvo por la cintura antes de soltarle la muñeca. Luego, con la calma que la desesperaba y la hacía arder por dentro, levantó su mano y le tomó la barbilla, inclinándole el rostro hacia él.

—Ryoko —dijo en voz baja, casi un susurro—. Te hice una pregunta.

Ella tragó saliva.

—¿Q-Qué pregunta?

Aku acercó su rostro, tocando su frente con la de ella.

—Cuando la viste tocarme…
Su pulgar le acarició la barbilla lentamente.
—¿Qué pasó por tu mente?

Ryoko bajo la mirada, pero Aku la regresó a él con un movimien brusco de su mano.

—No bajes la mirada, mírame cuando te hablo —susurró.

—¡¡Ya te dije que quería apartarla de ti!! odie el simple hecho de que te hablará
Respondió Ryoko frustrada.

Él arqueó una ceja, claramente satisfecho al verla así
—Bien, te creo Ryoko.

Ella respiró hondo, queriendo ocultar la vergüenza, los celos, todo.
Pero él la seguía mirando con gran intensidad.

Aku bajó la mano de su barbilla hasta su cuello, lentamente, como si disfrutará cada reacción en ella.

Se inclinó más, hasta que rozo sus labios.con los de ella.
—Por cómo me besaste frente a ella, pensé que querías algo un poco más… intenso.

Ryoko se cubrió la cara, completamente avergonzada.

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Una semana después…

El campus estaba lleno de alumnos como cualquier otro viernes, pero Ryoko tenía una presentimiento extraño en el pecho. Había dejado su mochila junto a la ventana de su salón, como siempre, y ahora ya no estaba.

—¿Dónde…? Pero si la dejé aquí… —mur­muró, revisando mesa por mesa.

Lo que ella no sabía era que, justo unos minutos antes, la misma chica que había coqueteado con Aku había agarrado la mochila y la había escondido detrás de los casilleros.

Mientras Ryoko buscaba su mochila desesperadamente, la chica caminaba con gran confianza hacia el patio, donde Aku estaba sentado como de costumbre, leyendo.

—Hola, Aku —dijo ella, parándose delante de él.

Aku levantó la mirada con seriedad, como si nada en el mundo pudiera quitarle su paz.

—¿Que pasa? —respondió sin darle importancia.

La chica se inclinó un poco, acercándose más de lo que debía

—Estás solo hoy… creo que podríamos hablar mejor, no crees? —Sin pedir permiso, puso su mano en su hombro.

Aku no la apartó al instante, simplemente la observó. Su mirada era tan inexpresiva que la chica creyó que por fin tenía oportunidad con Aku. Y entonces, dando un paso más cerca de el, se inclinó para besarlo.

Pero antes de que ella llegara a tocarlo, levantó su mano y la detuvo firmemente, empujándola hacia atrás sin dificultad.

—¡¡No me toques!!. —Su voz fuerte y firme.

Ella intentó reír de los nervios.

—Vamos, solo es un beso Aku. Nadie tiene que sabe—