Mas allá del lienzo

Capítulo 11

Al día siguiente Aku y Ryoko salieron juntos de paseo, desde muy temprano se dirigieron a un lugar pacífico no muy rodeado de personas donde los esperaba un lindo picnic acompañado de una lluvia de estrellas y no solo eso, ambos iban a acampar.

Claro Ryoko tuvo esa magnífica idea, que serviría para reforzar aún más su noviazgo.

Aku pasó todo el viaje iba muy serio, casi no decía nada.

—¿Aku estás bien? No te noto muy contento.

Preguntó con gran preocupación.

Aku la volteó a ver muy serio.

—claro que estoy bien, no te preocupes Ryoko

Respondió con una sonrisa para después darle un beso en la mejilla a Ryoko.

Después de unas horas de camino, llegaron a su destino.

Sacaron sus mantas, comida y lo más importante, su casa de acampar. Ryoko se miraba bastante contenta, tanto así que corrió a abrazar a Aku

—Cuando nos casemos quiero vivir en un lugar así contigo y nuestros hijos.

Mencionó mirando todo alrededor con gran entusiasmo.

—Cuando nos casemos suena muy lejano ¿por qué no vivimos aquí desde ahora?, aunque tal vez alguien se atraviese en nuestro camino y tú te enamores y me dejes.

Respondió con una voz tranquila pero calculadora.

—¿De verdad crees que voy a cambiarte? Es obvio que no Aku

Dijo molesta mientras comenzaba a acomodar la casa de acampar.

—Te ayudo

—No, no es necesario Aku yo puedo sola, tu puedes acomodar la comida

Su molestia era muy notoria.

Aku se acercó a ella y la tomó por la muñeca

—De verdad estás molesta, o solo juegas conmigo Ryoko?

—Claro que estoy molesta, insinuas que no te amo.

Dijo dándole la espalda a Aku

Aku con gran brusquedad la jaló de él brazo y la acercó a el

—Ni pienses que con tu enojo me voy a sentir culpable más vale que te detengas

Después de eso le dio un beso y la soltó.

—Y si no quieres que te ayude bien, no te ayudaré y hazlo sola.

Al escuchar eso Ryoko corrió hacia el, cayendo en sus brazos para después comenzar a llorar.

—No quiero pelear contigo yo te amo

Aku solo soltó una sonrisa satisfecha y se levantó para ayudarle a acomodar todo.

Ryoko se puso de pie y comenzó a ayudar a Aku

Cuando terminaron de acomodar todo, se sentaron a almorzar antes de que la lluvia de estrellas comenzará.

Una vez que terminaron de comer se prepararon para ver la lluvia de estrellas.

Antes de sentarse Aku fue por un lindo cuadro, el cual había pintado hace varios días. Lo tomó y se dirigió con Ryoko.

se acercó a ella por su espalda

—Para mi estrella favorita

Dijo dándole un beso en la mejilla

Ryoko se quedó inmóvil por unos segundos al ver el cuadro.

La pelea de hacía unos momentos aún le lastimaba, y el cambio repentino de Aku la confundía.

—Hace un momento estábamos peleando… —murmuró en voz baja.

Aku no le respondió. Solo se sentó a un lado de ella, mirando el cielo, como si nada hubiera pasado.

—No quiero arruinar esta noche —dijo finalmente—. No cuando todo es tan perfecto contigo.

Ryoko dudo de el por un momento. Había algo muy raro en esa calma tan repentina, pero decidió no decirle nada más. Suspiró y se sentó junto a él, recargando lentamente la cabeza en su hombro.

—Lo siento Aku… —susurró—. Tal vez exageré un poco.

Aku pasó un brazo alrededor de su cintura, sin apretarla, solo para que no se alejara.

La lluvia de estrellas comenzó unos minutos después. Ambos se quedaron en silencio mientras el cielo se iluminaba y las estrellas aparecían, fingiendo que todo estaba excelente, fingiendo que esa discusión no había sucedido.

Por un momento, Ryoko solto una leve sonrisa. El enojo en ella fue desapareciendo poco a poco, convenciendose de que solo había sido una pelea sin importancia.

A la mañana del día siguiente, recogieron sus cosas y regresaron a casa, como si aquel día hubiera sido solo un recuerdo más de ellos.

Una vez en casa Ryoko tomó su celular y comenzó a rondar por internet, hasta que una noticia apareció frente a ella.

SE BUSCA JOVÉN UNIVERSITARIA QUE DESAPARECIO HACE MAS DE UNA SEMANA DESPUÉS DE SALIR RUMBO A SU CASA UNA VEZ QUE TERMINO SUS CLASES.

Ryoko quedó paralizada, la noticia la tomó por sorpresa. Procesó todo y pensó

—Algo aquí no me cuadra

Corrió rápidamente a su habitación y tomó el cuadro que Aku le dio el día anterior.




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