Más sabe el diablo por viejo que por diablo- Antes

1-Prejuicios

El sonido repiqueteante de pasos en los pasillos que habían sido limpiados con esmero para la bienvenida de los alumnos en el nuevo ciclo escolar, eran abrumadores. Posiblemente no para quien ya había recorrido algunos años aquel lugar, sino más bien para quien estaba conociendo el sitio donde pasaría los próximos años.

Como era el caso de una de las dos hermanas que se encontraban conversando en una esquina.

ꟷNo estés tan nerviosa. Solo es un discursoꟷle aseguró Fiama mirando como su pequeña hermana tenía entre sus manos un papel, el cual ya estaba demasiado arrugado por la cantidad de veces que lo había estado doblando. ꟷ Creo que, con solo decir, estudie mucho, muchas gracias. Está bien. Le pusiste demasiadas ganas a esos exámenes. Sabía que estarías en un mejor puesto que Alejo y yo, pero nunca pensé que llegarías a estar en el primero.

La escuela más conocida como “El nacional” donde asistían las hermanas Montalvo no era una institución donde se pagarán matrículas elevadas, más bien era una escuela donde el ingreso dependía de exámenes. Solo los que obtenían las mejores notas lograban obtener su vacante. Sin embargo, debido a que la exigencia de los exámenes era alta la mayoría de los aspirantes solían contratar profesores privados para poder llegar al examen más preparados. Esa era la razón por la que el alumnado mayormente provenía de familias con cierta solvencia económica. Aunque no quitaba que también hubiera algunos que habían logrado su vacante solo con el apoyo de libros.

Los Montalvo tenían la tradición de ir a aquella institución. Por esa razón tanto Fiama como Alejo habían tomado el examen, pero habían quedado muy lejos del primer lugar, cosa que no era importante para ninguno ya que solo querían ingresar. Sin embargo, Paz era otro cantar, siempre había sobresalido por sus notas y el primer lugar había sido un objetivo, pero no sabía que eso provocaría que tuviera que ser ella la encargada de dar un discurso en el acto de apertura.

ꟷ No puedo solo decir “estudié mucho, gracias”ꟷ repitió con sarcasmo. ꟷ Creo que mi discurso es decente.

ꟷ El discurso del año pasado fue asíꟷ rememoró Fiama divertida.ꟷ Todos lo amaron ya que provoco que el acto tuviera que acortarse.

ꟷ¿Y qué dijo exactamente?

ꟷ Estudié mucho. Los uniformes estaban muy caros.

ꟷ¿Qué quiso decir con eso?ꟷpreguntó la niña extrañada.

ꟷNo lo sé, pero te aseguro que fue el discurso más aplaudido de este colegio. Después del que dio Alejo cuando se graduó.

ꟷ ¿Esa persona me va a dar la banda?

ꟷ Y es tradición. Supongo que él te la dará.

ꟷ¿Era un chico?

ꟷSí. No recuerdo el nombre. Pero era algo relacionado con el diablo.

La niña se quedó sorprendida ante tal relación.

ꟷ¡Fia!ꟷexclamó una voz conocida desde lejos.

Fiama al reconocer a su amiga, levantó la mano en señal de saludo, pero al parecer la otra parte no se conformaba con eso. La recién llegada de cabello castaño, la terminó abrazando, provocando en la receptora de tal cariño un estremecimiento de incomodidad.

ꟷSí, sí, hola. Ahora sacate ꟷrespondió haciendo que la soltara. Camila solo se rió, sabía bien como era su amiga con respecto a los abrazos, por ello solía molestarla con eso.

ꟷ Hola, Paz ¿emocionada? ꟷpreguntó la recién llegada.

ꟷTengo un poco de miedoꟷ contestó con honestidad.

ꟷOye, ¿Cómo se llamaba el chico del puntaje perfecto del año pasado? ꟷpreguntó Fiama intentando hacer memoria.

ꟷ Dante

ꟷ¿Y qué tiene que ver eso con el diablo? ꟷindagó Paz sin entender la relación que su hermana había hecho.

Fiama nuevamente se quedó callada intentando rememorar porque había unido el diablo con ese chico.

ꟷ Estaba leyendo “La divina comedia” en ese entonces. Supongo que lo relacioné con Dante Alighieri ꟷrespondió pensativa.

Paz algunas veces se sorprendía de lo habida lectora que era su hermana.

ꟷ No, seguramente lo relacionaste porque hubo una competencia de skates en la plaza y el niño se puso Diablo para competirꟷexplicó Camila borrando el momento erudito de Fiama.

ꟷAh, cierto. Se llevó todo el dinero de las apuestas ese mocoso ꟷrememoró la pelinegra, lo había escuchado por los pasillos ya que no había estado presente en tal competición. Particularmente porque no tenía tiempo y también porque no le interesaba.

ꟷA partir de ahí lo llamaron Diablo porque siempre compite con ese apodoꟷ agregó Camila.

ꟷBueno, solo te dará la banda, así que no importaꟷ aseguró Fiama intentando tranquilizar a Paz.

ꟷ Ojalá no tenga ganas de llamar la atención en medio del actoꟷ deseó la pequeña preocupada de que alguien arruinara su trabajo de toda una semana.

ꟷ Te aseguro que sin decir nada ya lo haceꟷ dijo Camila con cierta diversión provocando en Paz un caos interno.

ꟷBueno, vamos entrando al salón de actosꟷ indicó Fiama señalando hacia la entrada donde todos se estaban dirigiendo.

ꟷTengo que esperar a Macaꟷ respondió Paz mirando su celular.

Fiama colgó su brazo en el cuello de su amiga.

ꟷ Bueno, nosotras ya nos vamos. No te preocupes tanto. Solo diles lo que preparaste y listoꟷse despidió guiñándole un ojo y se marchó junto con Camila.

Paz se quedó quieta viendo como su hermana se alejaba.

Suspiró.

«Tal vez debería reducir un poco mi discurso»

Tomó su celular y empezó a enviarle mensajes a su amiga. Era terrible que su mejor amiga fuera tan dormilona, nunca se sabía si iba a venir o iba a faltar.

Decidió llamarla ya que estaba siendo hora del acto y ella no contestaba.

«Ay, Maca ven. Tengo miedo»

Al segundo tono respondió provocando en Paz la tranquilidad de que por lo menos no estaba aún dormida en su casa.

ꟷ Vas a llegar tarde como siempreꟷ recriminó.ꟷ Se suponía que llegarías temprano para repasar mi discurso.

ꟷEstoy a una cuadra, tranquila.




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