Era nuevamente día de semana, Dante se encontraba mirando la clase de básquet de los chicos. No era fanático de los deportes tradicionales, además, tampoco era bueno en ellos. Hoy particularmente había notificado que se encontraba indispuesto para participar, así que solo le quedaba sentarse a mirar a sus compañeros jugar y tomar nota. ¿De qué? La verdad de nada, el profesor siempre solía decirle aquello, pero jamás le pedía que se lo mostrara. En consecuencia, solo se quedaba mirando o haciendo garabatos.
Cuando el pitido anunció la finalización de la clase, las chicas empezaron a ingresar al campo. Mayormente ellas jugaban en el campo a intemperie, pero había llovido y estaba mojado así que por ese día jugarían adentro. Entre las nuevas ingresantes se encontraba Paz, quien rápidamente fue ubicada por Dante. El muchacho estaba seguro de que Paz podría esconderse entre miles de personas, pero él siempre la terminaría encontrando porque sus ojos siempre la buscaban.
«Nunca pude encontrar a Wally en ese tonto libro, pero a ti te encontraría hasta en una cueva oscura»
En el intercambio entre chicos y chicas. Dante vio como uno de los chicos se le acercó y se quedó conversando con ella animadamente. Paz nunca dejo de sonreír y reírse. Eso era una de las cosas que Dante odiaba, la facilidad que tenía para sonreír a todos y hacerlos sentir en confianza. Le enervaba compartir las sonrisas de su amada y más los celos que eso le provocaban.
La conversación entre ambos terminó y Dante pudo empezar a salir de vórtice de furia en donde se encontraba. Lo que le había dicho Macarena había calado bien hondo y hasta convertirse en una pesadilla constante.
Paz, cada día que pasaba se volvía más y más hermosa, pero debido al esplendor de Fiama, ella quedaba opacada. Este era el último año de Fiama, así que era bastante probable que Paz empezara a tomar impulso hasta convertirse en la nueva belleza de la escuela. Era solo cuestión de tiempo que Dante perdiera el privilegio de ser el único en valorar su hermosura.
El chico que había hablado con Paz se dirigió hacia las gradas con dos chicos más, probablemente a buscar sus pertenencias ya que en ellas había varias mochilas.
ꟷ Paz tiene lo suyo, no tendrá el cuerpazo de Fiama pero algo es algoꟷ comentó el chico mientras hablaba con sus amigos. ꟷ Tiene una carita muy linda y un buen culo que te da ganas de apretar.
ꟷ Capaz las tetas le crezcan despuésꟷ agregó otro de sus amigos divertido.
ꟷ Puede que, si llegas a salir con Paz, puedas ver a Fiama en su casa. Y quién sabe, tal vez metas doble golꟷ le comentó otro amigo.
Los chicos tomaron sus cosas y se marcharon, dejando a Dante tensionado por lo que se habían atrevido a decir.
Dante no era violento, jamás se había peleado con nadie. No poseía el espíritu animal de su hermano, quien siempre se metía en peleas. Pero en ese momento todo lo veía de un rojo intenso.
Tomó sus cosas y los siguió. Sin importarle que lo superaban en número, sin importarle que se encontraban dentro del campo de deportes y probablemente sería sancionado. No le importaba nada, solo dejar claro que Paz no era una segunda opción y que nadie debería hablar de ella en ese tono asqueroso.
Corrió y tacleo a quien se había atrevido a faltarle el respeto a su amada, el cual cayó de cara al piso.
ꟷ Pero ¿Qué carajo te pasa?ꟷ exclamó uno de los amigos sin entender de donde había venido ese loco y porque había hecho eso.
Dante quien estaba arriba del chico lo tomó y lo giró para tenerlo cara cara.
ꟷ ¡¿Como te atrevés hablar así de Paz?!ꟷexclamó Dante agarrándolo de la camiseta.
El chico estaba pasmado por el ataque mientras por su nariz empezaba a correr sangre. Dante volvió a golpearlo en la cara.
Los amigos del chico intercedieron tomándolo por el cuello para que soltara a su víctima.
A lo lejos unos ojos aburridos habían visto todo el ataque desde otra cancha.
ꟷ¿Y ahora estos? ꟷmurmuró Fiama sentada en el banco ya que no se le permitía jugar en el equipo de futbol debido al castigo.
Nadie estaba viendo la pelea debido a que todos estaban concentrados en el partido de futbol que se desarrollaba en el campo.
Fiama decidió mirar la pelea para mínimamente divertirse un poco ya que todo era demasiado aburrido.
ꟷ3 contra 1. Pobre lo van a matar ꟷsiguió viendo como 2 tomaban al atacante de los brazos y otro le empezaba a pegar. Sin embargo, debía admitir que el que comenzó no se dejaba, estaba dando pelea, dando cabezazos.
De repente sintió un peso a su lado que tomó su atención. Soledad se había retirado a la banca siendo suplida por una de las nuevas incorporaciones que querían probar.
ꟷ Oye, que mirasꟷ dijo fijándose en el lugar donde su amiga se había quedado observando.
ꟷBuen partidoꟷ comentó Fiama un poco nostálgica por no poder participar.
ꟷEse es el Diablo.
ꟷ ¿El quien?
ꟷ El chico del skate. El amigo de Paz.
ꟷ ¿Cuál de los 4?ꟷ preguntó Fiama quien nunca le había tomado interés a tal personaje.
ꟷ Al que lo están golpeando.
ꟷ Uh, se estaba defendiendo bien, pero ya le ganaronꟷ dijo divertida.ꟷ No debe saber de matemáticas porque 3 contra 1 nunca tiene buen pronóstico.
ꟷ Deberíamos ir a detenerlos.
ꟷYa vendrá un profesorꟷ desestimó sin ganas de moverse.
ꟷ Es el amigo de Paz. Ya te peleaste con ella la otra vez, si sigues así la guerra fría ahora se convertirá en guerra mundialꟷ le advirtió su amiga.
ꟷ ¿Qué tan amigo es?ꟷpreguntó desganada para ver que tan importante era ese ser.
ꟷ Los he visto muchas veces en el local de pollo estudiando juntos. Vamos, Fiaꟷla tomó del brazo y la levantó a regañadientesꟷ Capaz salvando a su amigo, ella haga las paces contigo para siempre.
ꟷ Ojalá esto no me meta en problemas.
Ambas chicas se fueron con la excusa de ir al baño.