Al llegar a casa, Dante ignoró a todos y fue directo a su habitación donde se metió debajo de las sábanas.
Era una locura, hoy había sido el día más feliz en sus cortos 15 años, pero al mismo tiempo fue el más triste. Saber que Paz sentía lo mismo que él lo había elevado hacia el cielo, pero tener que decirle que no siendo espectador de su tristeza lo había destrozado.
Claro que no le queria decir eso.
Claro que quería ser su novio
Claro que la quería besar.
Pero…
No podia.
No estaba bien.
Él no era adecuado para un ángel como ella. Él solo era un pobre diablo contaminado. Mantener la imagen de un chico normal era sencillo ya que Paz, aunque parecía intuir que había cosas importantes que él no decía, se quedaba con lo que él queria contar. Si ella se convertía en su novia, pediría más, necesitaría saber todo de él y eso desgraciadamente Dante no se lo podia permitir.
Necesitaba ser más grande para poder por sí mismo alejarse de todo eso, y enfocarse en tener una vida digna la cual podría compartir con Paz. Sin embargo, nunca pensó que Paz se adelantaría tanto revelando sus sentimientos ahora. Siempre imaginó que él sería el que diera el gran paso, se proyectaba haciendo lo posible para que Paz lo viera como un hombre en el momento en que dejara atrás su vida delictiva.
«Solo necesito más tiempo y podre ser alguien adecuado para estar contigo»
Su teléfono vibró con un mensaje, al ver que era Paz rápidamente lo leyó.
Paz:
Hola, creo que lo más fácil seria a ser como que nada paso. Sin embargo, no me sentiría cómoda, porque lo que dije es verdad. Por ello, preferiría tomar distancia hasta sentirme bien. Espero que lo entiendas.
No estoy enojada contigo, Dante. Sé que después de un tiempo, se me pasará. Gracias por escucharme. Perdón por haberte incomodado.
Dante queria escribir tantas cosas, pero solo pudo decir:
Está bien
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Las semanas pasaron hasta que se hizo el mes. Dante y Paz no habían vuelto hablar. Cada vez que se encontraban en la escuela solo asentían en señal de saludo y cada uno iba por su lado.
De parte de Paz el dolor había disminuido, de ninguna manera había dejado de estar enamorada de Dante, pero sentía que iba por buen camino. Aun así, le era difícil pensar en volver a ser tan cercana a él al nivel que lo eran. Un mes era muy poco tiempo para dejar de amar, quizás tendría que ser mucho más.
ꟷ ¿Entonces vamos hoy?ꟷ le preguntó Simón, uno de sus compañeros.
ꟷSí, claro ꟷrespondió tomando su mochila para retirarse junto a él.
Macarena se unió a ellos durante un corto tramo hasta estar cerca del local de comida de su mamá. Se despidió e ingresó, había unos cuantos alumnos de su escuela que se encontraban comiendo con amigos así que a quienes conocía los saludaba. Curiosamente entre ellos vio a Dante quien estaba sentado con algunos compañeros de su clase. Algo raro, Dante no solía salir con los de su clase. Se veía que no se llevaba mal pero tampoco estaba tan interesado en formar vínculos importantes con ellos. Por ello Macarena se quedó pensativa viéndolo sentado hablando animadamente.
Dante se fijó en ella y le sonrió como modo de saludo, ella solo asintió.
La muchacha se fue a la cocina donde se encontraba su madre y los demás trabajadores para avisarle de su llegada.
ꟷHija, anda releva a Mirian en el mostrador que ella se tiene que irꟷ le pidió su mamá.
Macarena rápidamente fue hacia el fondo en donde ella vivía con su madre para poder cambiarse.
Cuando llegó al mostrador, se sentó junto con su tarea de inglés. La haría en los momentos muertos como estaba pasando en ese instante. Sin embargo, estaba bastante curiosa del hecho de que Dante estuviera allí, así que también se fijaba en lo que él hacía. Durante la primera media ahora vislumbró como él se la pasaba mirando la puerta de entrada como si esperara a alguien.
«Ay, ojalá te atragantes»
De repente apareció un personaje totalmente inesperado. Fiama entró al local junto con sus amigas. Todos los que eran de la escuela se sorprendieron al verla. Era raro ver a Fiama quedándose después de clase a matar el tiempo.
ꟷ Hola, Maca ꟷsaludó a la niña al llegar ante ella.
ꟷ Hola, que raro verte por aquí.
ꟷ Al parecer ya mucha gente no me está necesitando en casaꟷ comentó divertida.ꟷ ¿Paz?
ꟷ Salió con Simón a comprar las cosas para el vestido.
ꟷ Ahꟷ respondió Fiama rememorando lo que le había dicho Paz.ꟷ Creo que me comentó algo sobre que será modelo para su compañero.
ꟷ Sí, es para la muestra de fin de año de la comisión de corte y confecciónꟷ agregó Macarena.
ꟷ Paz modelo ¿Quién se lo imaginaria? ꟷcomentó Camila sorprendida.
ꟷ Paz quiere ayudar a Simón. Él se ha acercado mucho a nosotras en este tiempo ꟷle aseguró Macarena.
ꟷ Ella quiere ayudar a todo el mundoꟷ respondió Fiama con una sonrisa. ꟷ Ella está triste pero aun así puede pensar en los demás. Dios, que estrés. Esa habilidad que tiene me abruma demasiado. Es como un superpoder de ella.
ꟷLa razón de su tristeza está aquí comiendo pollo con sus amigosꟷ comentó Macarena disgustada por aquel individuo.
Fiama se fijó y lo encontró entre las mesas.
ꟷ Eso me tiene un poco descolocada. Yo apostaba todo mi dinero a que él estaba loco por mi hermana. Supongo que sobreestime mi don para leer a las personas.
ꟷ Yo estaba segura de que sí. Siempre lo animé a que lo intentara, pero no sé qué pasoꟷ comentó Macarena decepcionada.
ꟷ Tal vez solo necesite un empujónꟷ intervino Camila maquinando un plan.
ꟷ ¿Un empujón? Si le dijo que no por estar cohibido o algo así, es que no se merece a mi hermana. De miedosos está lleno el mundo, no me gustaría tener esa clase de personas como cuñadoꟷ comentó Fiama, provocando que Soledad le diera un codazo.