Más sabe el diablo por viejo que por diablo- Antes

17- Lealtad familiar

 Las dos amigas ya se estaban dando por vencidas. Paz ya había sugerido volver a casa y Macarena estaba a punto de aceptar hasta que de repente logró localizar a su novio que efectivamente estaba siendo infiel contra una pared con la chica que supuestamente era solo una amiga. Sin pensarlo dos veces fue enfurecida hacia la pareja.

En este caso Paz no la siguió ya que al igual que Macarena identificó a su propio novio. Solo que a ella no le estaban siendo infiel sino más bien algo raro estaba pasando. Dante al parecer estaba ocultando su identidad tras una capucha y un tapabocas, los cuales no eran útiles ya que ella podría reconocerlo claramente entre miles de personas. Por lo cual, no tenía dudas de que era Dante.

Se acercó y pudo vislumbrar como su novio intercambiaba una clase de bolsita con un chico mientras este le daba dinero. La transacción finalizó y Dante empezó a subir las escaleras hacia el entrepiso de aquel galpón. Paz intentó seguirlo, pero la gente no la dejaba avanzar y la música tampoco la dejaba llamarlo. De repente sintió como alguien la tomaba de los hombros.

ꟷAquí estasꟷ exclamó Fiama aliviada de al fin haberla encontrado. ꟷ¿Qué haces aquí?

Paz no supo que responder porque aún tenía la imagen de Dante dándole aquella bolsita con algo blanco en ella. Era una bolsita como aquella que se le cayó cuando lo conoció. El recuerdo era ya tan lejano, que hasta se le había olvidado como había comenzado su amistad. Nunca volvió a replantearse nada sobre ese asunto, pero ya no era una niña recién salida de la primaria. Ahora entendía claramente lo que esas bolsitas tenían. Drogas.

ꟷSueltame ꟷ le pidió a su hermana desesperada por ir detrás de él. 

ꟷ¿Qué te pasa, Paz? ¿Por qué estas alterada? ¿Te dieron algo? ꟷpreguntó preocupada.

Sin embargo, al parecer la noche seguiría con sorpresas, ya que como si no fuera poco, al lugar empezaron a ingresar uniformados. La policía se había introducido al galpón, provocando que la música se cortara y todos los presentes se alteraran e intentaran huir. Sin embargo, la puerta ya estaba siendo custodiada por ellos.

ꟷBueno, chicos se acabó la diversión ꟷinformó quien parecía ser el de mayor rango.ꟷ Los vecinos están hartos, así que vamos acabando con la fiesta. Este lugar no tiene ninguna habilitación y la venta de alcohol y drogas a menores de edad es un delito. Se quedarán todos en su lugar e iremos revisando. El que tenga algo extraño o no esté en condiciones adecuadas, se quedará con nosotros si es menor llamaremos a sus padres y si es mayor ira a la comisaria detenidos.

ꟷParece que comenzamos fuerte, capitán ꟷdijo uno de los policías mostrándole una bolsa pequeña con lo que era obvio que era cocaína. Se lo había sacado a uno de los chicos.

ꟷ¿Quién te vendió eso? ꟷpreguntó el policía acercándose al chico que estaba aterrado al verse descubierto.

ꟷUn… chico… tiene una sudadera negra, ojos azules y un tapabocas negroꟷ describió el muchacho rápidamente.

 Dante quien literalmente estaba atrapado en el altillo, empezó a sudar frio. Escuchó como el que parecía ser la voz de mando de los policías mandaba a gente a buscarlo. A penas oyó que habían llegado los policías se terminó escondiendo detrás de uno de los sillones que se encontraba en el altillo. Obviamente iba a ser descubierto. Posiblemente todos lo delatarían con el deseo de ser liberados de cualquier responsabilidad.

Sintió unos pasos que se acercaban hacia donde se encontraba. Ya estaba esperando lo peor, pero quien lo descubrió no era ningún policía ni otro extraño. Era el chico de cabello enrulado que había conocido en la otra fiesta. El tal Chamu se agachó al lado del sillón en donde él se estaba escondiendo muy inocentemente.

Chamu hacia parecer como si la razón de haberse agachado era porque se estaba amarrando las agujetas.

ꟷDetrás de las cortinas que cubren la pared hay una puerta que va hacia la salida de emergencia ꟷdijo en voz baja provocando la sorpresa de Dante.

El chico dejó de fingir atarse las agujetas y se alejó.

Dante no tenía nada que perder, así que a gatas beneficiándose del hecho de que todos los que estaban en el altillo se encontraban mirando hacia la planta baja donde estaba la policía. Llegó hacia las cortinas sumamente gruesas  que había puesto para tapar las paredes que estaban deterioradas ya que no dejaba de ser un simple galpón abandonado.

 Se metió entre las cortinas y la pared donde la luz ya no llegaba así que tuvo que palpar a oscuras, lo que mayormente encontraba eran ventanas que no daban hacía nada. Sabía que el tiempo se le acababa ya que escuchaba como la policía exigía que apareciera. Su corazón estaba a mil y sus manos temblaban. Se sentía como un perro rascando las paredes inútilmente. De a poco empezó a darse por vencido hasta que al fin como si un milagro se tratase logró hallar un picaporte que confirmaba la existencia de la puerta.

« No me estaba mintiendo»

Intentó abrir lo mínimo e indispensable como para solo salir él y lo cerró tratando de no hacer ruido.  

Como era evidente las escaleras de emergencia no eran muy vistosas. Estaban hechas de chapa y se veían demasiado viejas, pero eso no lo detuvo y empezó a bajarlas como si su vida dependiera de ello. Aquella salida lo llevó hacia el callejón que se encontraba atrás del galpón.

Al pisar el suelo, la oscuridad lo consumió ya que aun ni siquiera amanecía así que todo estaba muy oscuro.

Sus ojos de apoco se empezaban acostumbrar hasta que una luz cegadora le dio en los ojos.

ꟷ Genial. Eso fue fácil, rápido y me ahorre a la policía ꟷdijo una voz que Dante ya había escuchado antes.  

ꟷ Fontana ꟷnombró recordando que ese era la manera en la que lo llamaban.

Alejo había interrogado a unos conocidos sobre donde solía vender el pequeño Diablo dándole la dirección del lugar. Justamente ese fin de semana iba a haber una fiesta así que pensó pasar para ver si lo encontraba. Estacionó su motocicleta en aquel callejón y se dispuso a marchar a la entrada, pero al ver a la policía en la puerta, decidió desistir y marcharse por donde había venido. Tuvo que volver al callejón para buscar su moto, pero curiosamente Dante había caído de la nada.




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