Más sabe el diablo por viejo que por diablo- Antes

20- Agradecimiento

Dante retornó a la capital. No sabía bien que debía hacer en ese momento. No había logrado pensar mucho en sus próximos pasos, ya que durante el viaje había estado llorando por la pérdida de su hermano al caer en el hecho de que probablemente ya nunca más lo vería. Leo y Rebeca se convertirían en un recuerdo. Absolutamente el más valioso que tendría.

Se sentó en uno de los asientos de espera de la terminal mientras elegía que camino tomar. La verdad es que no tenía muchas opciones.

Mientras pensaba, metió las manos en el bolsillo encontrándose con un papel. Lo sacó suponiendo que era algún envoltorio de chicle que se le había olvidado tirar, pero no era nada de eso. Era el papel que Alejo le había dado. Miró y vio que se trataba de su dirección. Él le había dicho que cualquier cosa, él podría ir a verlo.

Tal vez ese era un camino…

No tenía ningún plan. Si iba a la iglesia el padre terminaría llamando a los servicios sociales, los cuales le exigirían que diera el paradero de su hermano. Aunque Alejo también había amenazado con llamar a la policía. Sin embargo, consideraba que él no iría directamente a la ley.

Tomó sus cosas y se marchó hacia la casa de quien ya lo había salvado anteriormente. Su madre una vez decidió tomar la bondad de una mujer, él tomaría la bondad de Alejo.  

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El departamento de Alejo se ubicaba en unos complejos exclusivos de un barrio muy pituco. Tocó el número de departamento en la tabla de botones que se encontraba afuera del edificio. A los pocos segundos del intercomunicador sonó una voz.

ꟷ Hola ¿Quién es? ꟷ preguntó una voz femenina.

ꟷ Hola ¿Es la casa de Alejo?

ꟷ Sí, ¿Quién habla?

ꟷ Me llamo Dante. Dante Greco. Quería saber si podía hablar con Alejo.

ꟷ ¿Dante? ¿El novio de Paz? ꟷpreguntó la voz femenina alterada.

ꟷ Eh, sí.

ꟷ Sube ahora mismo, niño ꟷ ordenó la voz con un tono alto, al parecer estaba enojada.  

Dante estaba seguro de que no era Fiama, pero sentía que ya la había escuchado antes.  

La puerta de entrada sonó dando la alarma de que se podía abrir y Dante fue hacia ella.

Al llegar al departamento se revelo la identidad de la voz femenina quien le abrió la puerta. Era la amiga de Fiama la cual lo había llevado a la enfermería. Si no mal recordaba se llamaba Soledad. La muchacha rubia estaba vestida con una camiseta enorme probablemente de Alejo. Dante desconocía esa relación entre ambos.

Soledad le hizo señas para que entrara, lo que terminó haciendo rápidamente.

Alejo apareció en escena en ese momento.

ꟷ Hola, perdón que los moleste ꟷdijo apenado ingresando a la espaciosa sala comedor totalmente blanca y luminosa debido a las grandes ventanas.

 ꟷ ¿Dónde has estado? Hace un mes que no vas a la escuela. Paz está destrozada ꟷ empezó Soledad a cuestionarlo.

ꟷ Oye, dejalo ꟷpidió Alejo divertido.ꟷ Recién está entrando. Deja que por lo menos se siente.

Alejo le indicó que se sentara y que le contara cual era la razón de su visita.  

Dante reveló lo sucedido, sin mencionar la mafia y adonde se había ido su hermano. Eso sería un secreto para casi todos. Era libre, pero no traicionaría la confianza de Leo. Por ello a la única que pensaba contarle aquel secreto, sería a su amada Paz, para que si lo lograba perdonar ya no hubiese nada que ocultar entre ellos.

ꟷ ¿Y cuál es el plan ahora?ꟷ preguntó Alejo con interés para saber que exactamente buscaba el niño.

ꟷ No quiero ir al orfanato. Me gustaría emanciparme. Dentro de dos semanas cumplo 16. No sé a quién más recurrir ꟷ explicó un poco avergonzado.

ꟷ Te preguntaran por tu hermano. De una y otra manera esto fue abandono de persona. La policía lo buscará.

ꟷ Eso temoꟷ expresó con preocupación.

ꟷ Peroꟷ dijo con una sonrisa. ꟷ Si algo he aprendido de las cuestiones judiciales, las cosas se pueden arreglar con un poco de dinero ꟷ le guiño el ojo.

ꟷ Te lo pagaré. Buscaré trabajo.

ꟷ Necesitamos a un mesero lindo en nuestra nueva sucursal. Creo que das con el perfil. Mi papá estará contento de que haga algo por el negocio ꟷ aseguró divertido. Soledad quien se había sentado a su lado no pudo evitar subirse encima de él para besarlo por ser tan bondadoso, lo cual Alejo correspondió con ganas. Se separaron después de unos cuantos besos. ꟷ Tranquila, aun está el niño. Ya te daré lo que quieres.

 ꟷ Gracias, Alejo. Daré mi mayor esfuerzo. Perdón por usar tu amabilidad ꟷ agradeció Dante desviando la mirada para no ver las muestras de afecto de esos dos.

ꟷ No te preocupesꟷ aseguró Alejo mientras Soledad se bajaba de él.ꟷ No suelo ser amable, así que toma este gesto porque aparece cada 100 años ꟷ se levantó del sillónꟷ.  Evidentemente no tienes donde quedarte, así que hazlo aquí. No podrá ser por mucho tiempo porque probablemente me vaya. Ya encontraré otro lugar para ti.

ꟷ¡Gracias! ꟷdijo el muchacho levantándose.

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Dante descansó en una de las habitaciones vacías de Alejo por algunas horas.

Al despertar, fue nuevamente hacia la sala y se lo encontró moldeando una masa.

ꟷ Ya despertaste, dormilon. Dormiste todo el díaꟷ dijo Alejo concentrado.

ꟷ Gracias.

ꟷ No es gratis, niño. Tienes que trabajar decentemente. Mañana vamos a comenzar con los papeleos para tu emancipación, he estado hablando con algunas personas. Al parecer no es tan difícil.

ꟷ Gracias. Muchas gracias. Trabajaré muy duro.

ꟷ No paras, ¿eh? ꟷdijo divertido por la cantidad de “Gracias” que había escuchado durante ese día.

Dante asintió también cansado de seguir agradeciendo.

ꟷ No sabía que Soledad era tu noviaꟷ dijo el chico cambiando un poco de tema.

ꟷ No somos novios. Somos eso que te pasa cuando no estas buscando nada, pero encuentras todo. 

ꟷ ¿Qué?

ꟷ Tengo cosas que hacer y ella también. Pronto me iré y ella se quedará.  No coincidimos en este momento. Quizás lo hagamos en otro. Esperemos que en ese entonces ella me deje entrar otra vez.




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