-déjame ayudarte.- le digo a Sandra mientras recojo los papeles.-¿Estas bien? Pareces a ver visto un fantasma.
-No, no todo bien, sólo es que me sorprendió verte aquí.
-mmmmm, no entiendo.
-Pensé que estabas discutiendo con mi hermano.
- ah eso, esta todo bien.
-No lo parece, por que no vas a casa y descansas.
-Hay mucho trabajo.
-No te preocupes por eso, ve. Le diré a Federico que te alcance más tarde.
-Dijo que tenía una reunión.- digo moviendo los hombros.
La mujer sale del baño junto con la niña y caminan hasta nosotros.
-Sandra.- dice la mujer.
-Miriam.
-Tía, mamá me dijo que podía quedarme en casa del abuelo hoy.- dice la niña mientras abraza a Sandra.
¿Tía? Sandra me mira justo cuando la puerta de la oficina de Federico es abierta. La niña lo mira y corre hasta el.
-Papá, te extrañe mucho.- dice la niña mientras Federico la carga en brazos.
Ni una sola vez quita sus ojos de los míos, una lágrima corre por mi mejilla el lo nota y cierra los ojos.
-Liliana.- dice Federico dejando a la niña en el suelo.
-No, hablaremos en casa. - digo enojada.
-Lili.- dice Sandra mientras toma mi brazo.
-Estoy bien, iré a casa.
Miriam mira la escena divertida, podría jurar que está conteniendo la sonrisa. Perra.
Camino hasta mi oficina y recojo mis cosas. Ni una sola vez me permito mirar hacia atrás, llegando al estacionamiento subo a mi auto y arrancó hacia la casa de Federico.
Una vez ahí, tomo mis maletas y regresó mi ropa una vez más. Nunca debí aceptar mudarme aquí, nunca debí volver abrir mi corazón, nunca.
Antes de salir dejo una nota en la puerta.
Eres igual a el, prometiste que jamás me fallarías, lo hiciste. Maldito mentiroso.
Al llegar a mi departamento todo está igual que la última vez, con excepción el montón de correo tirado en el suelo. Recojo el montón de cartas mientras entro y las dejo en el mostrador. Voy directo a la cocina y sirvo un vaso de vino. Dejo mi maleta junto a sofá. Agarró las cartas y comienzo a revisarlas una por una, cuentas, cuentas y más cuentas. La última es de un laboratorio. Mi mente viaja a los últimos días en casa de mis padres. Abro el sobre y comienzo a leer, algo llama mi atención. No puede ser verdad, esto no me está pasando a mi.
Prueba inmunológica de embarazo en sangre.
Resultado : positivo.
Hormona Gonadotropina coriónica
Resultado : 121
Unidad de medida: mui/mL
Intervalo de referencia :
Embarazo + 2 semanas.
Esto no puede ser, ¿es algún tipo de broma? Miro la fecha y me doy cuenta que llegó hace más de 4 semanas. Comienzo a buscar mi celular, reviso mi calendario y me doy cuenta que mi periodo este mes no ha llegado. Según estos exámenes ahora estaría de 8 o más semanas.
Decido llamar a Laura.
-¿Hola?
-Laura ¿donde estas?
-voy llegando a casa ¿donde estas tu?
-aquí, puedes venir. Es urgente. - digo llorando.
-¿Que pasa? Estoy en cinco segundos ahí.- Dice mientras cuelga
El timbre suena y me aproximó abrir la puerta. Laura entra y me abraza.
-¿Que está mal?.
-revísalo, dime que está mal.
La digo entregando el resultado, ella abre los ojos y me mira.
-Dios mío, estas embarazada. Felicidades.
-No, Laura no entiendes nada.
-Explícame, estoy aquí para escucharte.
Le cuento todo lo sucedido en la oficina, la forma en que Federico están actuando últimamente y la aparición de esa mujer y su hija.
-Te das cuenta, no puedo estar embarazada. Esto es terrible.
-Si esa mujer y su hija no hubiesen aparecido ¿Serias feliz con el bebé?
Esa es una pregunta que hasta ahora no me había planteado. ¿sería feliz?
-No lo se, tal vez si.
-Entonces esto no cambia nada, tendrás a ese bebé y serás feliz.
-prometí que no alejaría a un hijo de su padre, no quiero que esa niña vida no mismo que Lorenzo. No quiero ser la culpable otra vez.
-No lo serás, deberías hablar con Federico. No creo que realmente el este con ella.
-¿ y por que no dijo que era padre?
-Quizás no estaba seguro, además todos tenemos nuestros secretos ¿no es así?
-Le conté todo, esperaba que ya no hubiesen más secretos entre nosotros.
-Habla con el, dile que estas embarazada.
Me quedo en silencio unos minutos mientras Laura acaricia mi cabello.
*****************
Esa noche no dormí, estuve toda la noche esperando una llama la cual nunca llegó.
Comencé con un proceso de mudanza, llame a la compañía y pedí que empacaran todas mis cosas. Si tendría un hijo debía dejar esta departamento. Ocuparía una parte del dinero que me dejo Emilio y compraría una casa más grande. Pensé en volver a casa de mis padres pero ese sería un gran error.
Temprano en la mañana hice último que faltaba por hacer, no le ocultaría mi embarazo a Federico el tiene derecho a saber que seria padre nuevamente.
Al llegar a la oficina todo el mundo está en silencio, nadie me mira y eso me produce una punzada en el corazón. Camino hasta Marta la chica de recursos humanos y le entregó mi carta de renuncia.
Antes de marcharme recojo mis cosas personas de la oficina y las colocó en una caja. Sandra entra y me mira.
-¿Que es esto?.- dice con un papel en la mano.
- es mi renuncia.
-sabes que yo no firmare esto ¿verdad?
-Puedes no hacerlo, pero ya está me voy de aquí.
-No puedes hacerlo, el merece poder explicarte.
-Tuvo su oportunidad ayer, nunca llamo.
-Lo se, yo estaba con el. Esta sufriendo el realmente te ama.
-Lo se y por eso me iré. No permitirte que pase esto dos veces.
Salgo de la oficina mientras dejo la caja en el suelo.
Camino hasta la oficina de Federico y entro.
-Necesitamos hablar.- digo mientras cierro la puerta.
-Puedo explicarlo, de verdad. Sólo necesito unos minutos.
-Habla, no te quedes callado.
-Soy casado y tengo una hija.- mi boca cae abierta.