Me acosté con mi Jefe (sin editar)

Capítulo 19

Soy casado y tengo una hija. Saben que ya nada me sorprende. Era demasiado bueno para ser verdad.  

-eres un... 

-déjame terminar, te diré todo lo que necesitas saber.  

Asiento con la cabeza y me siento en el sofá lejos de el.  
Federico se para y comienza a caminar de un lado a otro.  

-Me casé cuando tenía veinte años, estaba totalmente enamorado de Miriam o al menos eso creía yo, mi padre no quería que lo hiciera pero lo hice de todos modos.  

Toma un respiro y continúa. 

-Estuvimos juntos hasta que comenzamos la Universidad, luego sólo nos veíamos los fin de semana. Un día Miriam me llamo llorando y me dijo que estaba embarazada. Por eso me casé, se lo debía a ella. Cuando Aurora nació, mi hija digan lo que digan es mía. Me enamoré de ella, la ame desde ese mismo momento, sentí que jamás podría ser más feliz en la vida pero me equivoque. Cuando Aurora tenía un año nos fuimos a vivir a Italia. Tenia un buen trabajo al igual que Miriam estaba todo bien hasta que la encontré  engañándome con su jefe.  

Desde ese día mi mundo cayó, sólo me quedaba mi hija. O al menos eso creí cuando le pedí la custodia de la niña ella dijo que no era mía, yo no podía creer que era lo que estaba diciendo, así que decidí hacer una prueba de paternidad. Y como ella dijo, Aurora no era mi hija.  

-¿Por que nunca me dijiste que tenías una hija?  

-No lo se, pensé que lo nuestro sería a corto plazo. Pero me equivoque como siempre. Estoy totalmente enamorado de ti Liliana. Pero uno comete errores y no queda más que asumirlos, me viene de Italia por que Miriam se vino de vuelta, no podía alejarme de mi hija. No nos separamos hasta que Aurora cumplió 3 años, me cambie de casa, a sólo unas de distancia en caso de cualquier cosa, veía como entraban y salían hombres de su casa. Nunca le importó realmente Aurora. 

-¿Quien es el padre de la niña?  

-Yo soy su padre, si te refieres a quien donó la esperma. Fue un profesor, ella se acostada con su profesor de finanzas un viejo de cuarenta años.  

-Eso es terrible. 

-Lo es, ella me uso todo ese tiempo por el dinero, cuando consiguió a alguien con más dinero me dejo. Pero no me importó por que realmente nunca la ame. 

-¿Que hacía aquí ayer?  

-Vino por que se irá de viaje nuevamente. 

-¿También te irás no es así?  Seguirás a tu hija.  

-No, esta vez no será así. Tengo los mejores abogados y haré que la niña viva conmigo.  

-necesito irme, tengo cosas que pensar. 

-Liliana, ¿estamos bien?  

-Estamos bien.- digo mientras lo beso por última vez. 

-Iré por ti en la tarde, volverás a mi casa ¿si? 

-Nos vemos.- digo mientras abro la puerta. 

Al salir del edificio voy directamente hacia un centro medico  
Necesito confirmar el embarazo y saber si todo está bien. 

Al llegar me hacen entrar a una sala donde hay una mujer de unos cincuenta años sentada frente a un computador. 

Le muestro los exámenes y comienza con las preguntas de rutinas, cuando todo queda claro me pide estirarme en la camilla y levantar mi blusa. Esparce un gel frío con un aparato que conecta con una pantalla. Por lo dije me hará un ultrasonido.  

Nunca antes había visto algo igual,  la primera vez que estuve embarazada nunca fui al médico, sólo me enteré por un test de embarazo. Esperaba que la primera vez que viera a mi hijo fuera junto a Emilio. Y como ya saben eso jamás pasó. Ahora estoy aquí, sola. 

La imagen en la pantalla era sin duda lo más hermoso que había visto en mi vida, los latidos de su corazón era melodía para mis oídos. 

-tienes exactamente nueve semanas y tres días según la ecografía, ¿puedes diferencias sus partes? 

-Si, pero no se si está bien.- digo riendo.  

-Muéstrame que crees que es.  

Le voy diciendo vas parte que veo y ella asiente y en respuesta 

-Así es, muy bien. Esta todo en perfecta condiciones, este bebé está creciendo sano y fuerte.  

-¿ cuando puedo saber el sexo? 

-Lo más probable es que en el próximo control si es que tienes suerte. Ahora te daré la receta de las vitaminas y te explicaré todo con detalles.  

Al salir de la consulta llevo la sonrisa más grande del mundo, llamo a Laura y le cuento como me fue, ella al igual que yo está totalmente feliz. 

La empresa de mudanza ya tiene todo dentro del camión cuando llego y me sorprende. Les pido que me esperen unos segundos mientras subo. 

Todo está vacío como la primera vez que estuve aquí, le doy a Laura las indicaciones y nos despedimos.  

Desde mañana mi departamento estará  disponible para ser arrendado.  

Ayer en la noche estuve viendo diferentes casa que estaban a la venta en una ciudad que no estaba a más de una hora de aquí.  

Quede de encontrarme con la corredora está misma tarde para revisar algunas. 

Les pido a los de la mudanza que me sigan. Cuando llegamos les pido que dejen mis cosas en un almacén. Me registró en el hotel más cercano mientras espero la llamada de bienes raíces.  

Mi teléfono comienza a sonar una y otra vez, no contestó. Federico insiste una última vez y decido que al menos debo decirle adiós.  

-Nena  ¿donde estas? Estoy llamando a tu departamento y no abres. 

- No estoy ahí.  

- vine aquí a penas salí del trabajo, quieres que vaya por Ti. 

-No, estoy bien ve a casa. 

-pensé que volverías conmigo. 

-debo colgar, hablamos luego. 

-Lili.. - dice cuando cuelgo.  

La corredora llega justo a la hora y comenzamos a revisar casas, todas están hermosas. Me decido por una que es realmente grande. Pensando que en el futuro el bebé tendrá una gran casa para jugar. 

-Quiero esta.  

-¿Esta segura? ¿No quiere ver más?  Esta casa es realmente un poco cara.  

-el dinero no es un problema, ¿Cuando podré estar instalada ya?.  

-mañana mismo haré los papales y podría ser suya en dos días. 

-Excelente. - digo sonriendo.  

Desde ahora seremos tu y yo pequeño. Sólo los dos.  

Ya en la habitación del hotel comienzo a recordar todas las palabras de Federico, pienso si realmente hice lo correcto yéndome así.  

Siento lo que ha tenido que pasar, es realmente malo no ser el padre de quien creía ser suya, nunca debió mentirme y que dijera que pensaba que sólo estaríamos por un corto plazo me duele aún más.  

Le diré que estoy embarazada pero no será ahora, el quiere luchar por su hija así que debe estar sólo para poder hacerlo. 


 




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