Capítulo 29

Siento un gran dolor al despertar, intento abrir los ojos y siento una fuerte puntada en mi cabeza.

- ¡ay! - me quejo y abro los ojos.

Las paredes blancas ciegan mi vista.

- ¿Florecilla estas bien? - pregunta Federico mientras toma mis manos.

- ¿qué pasó? - preguntó confundida.

- tuviste un accidente venias bajando la escalera y resbalaste.

Trató de recordar que fue lo que pasó, pero sólo recuerdo un fuerte dolor en mi vientre y luego nada.

Desesperada llevo mis manos a mi vientre y esta plano. 
Comenzó a llorar y a gritar desesperada.

- ¿donde esta mi bebé? - grito mas fuerte. - Federico ¿donde esta Ariana?

Lloro cada vez más fuerte.

- nena debes tranquilizarte, cálmate. - Federico se pone de pie y comienza a llamar a una enfermera.

Lo escucho decir algo mientras sigo llorando cada vez más.

- voy a suministrarle un calmante, eso la mantendrá tranquila un par de horas.

- mi bebé, ¿donde está mi bebé? ¿Que hicieron con el? Federico respondeme.

Siento como el calmante comienza hacer efecto y me quedo dormida nuevamente.

No se cuantas horas pasan, solo se que al abrir los ojos nuevamente ya está todo oscuro, una pequeña luz entra desde la puerta. Veo una silueta sentada en el sillón de la esquina y comienzo nuevamente a llorar.

- todo estará bien nena, estoy aquí junto a ti. - dice Federico mientras me abraza.

Lloro con desesperación, mientras repite una y otra vez que todo estará bien. Pero no es así, me falta lo más importante, mi hija.

Me duerme entre sus brazos una vez más, ya no tengo lágrimas por derramar, siento mi cuerpo pesado y mi alma destrozada.

A la mañana siguiente una enfermera está tomando mis signos vitales.

- buenos días ¿como se siente hoy?

-quiero ir a casa, no quiero estar aquí. - digo mientras mis lágrimas vuelven a caer.

- lamentablemente no podremos darle el alta, sufrió una caída muy grave y tuvo una cirugía que necesita cuidado.

Federico entra a la habitación junto con mi ginecóloga.

- hola Liliana ¿como estas? - me pregunta mientras revisa mi ficha medica. - anoche sufriste un accidente por lo cual debimos hacer una cesárea de emergencia.

Comienzo a llorar más fuerte mientras Federico se acerca a mi y me abraza.

La doctora dice un par me cosas más mientras yo no dejo de llorar.

- vendré a visitarte mañana, que tengan buena tarde - dice mientras se va.

Mientras pasan los minutos Federico trata de hacer que me calme,y me susurra que me ama al odio.

- ¿escuchaste algo de lo que dijo la doctora? - niego con la cabeza. - la bebé esta bien, esta en una encubadora están haciendo todo lo necesario para mantenerla a salvo.

Lo miro confundida y el me besa suavemente.

- ¿esta bien? Mi bebé está bien. - sonrió mientras lágrimas de felicidad caen por mis mejillas.

- así es, mañana podremos ir a verla. Por ahora solo necesitas descansar. Debo ir a ver a Aurora por unas horas, pero volveré más tarde.

Miro a Federico y el me sonríe, mientras yo solo trato de recordar que fue realmente lo que pasó en las escaleras.

El me mira y comienza a fruncir el entrecejo.

- necesito que sepas que a Aurora esta destrozada, no dejaba de llorar y decir una y otra vez que trato de agarrate. Ella sufrió algunos golpes por la caída pero no es nada grave.

- ella me empujo - digo en un susurro - ella planeo esto.

- ¡No! - grita mientras camina por la habitación- ella no sería capaz de algo así, es solo una niña de 5 años como crees que es capaz de hacerle daño a su hermanita o a ti. Por el amor de Dios Liliana reacciona, deja de tratar de ponerme en contra de mi hija.

-¿esto es una broma verdad? Has visto todo lo que ha hecho para mantenernos separados. En la habitación se disculpo conmigo y me dijo que era mala por su madre, que ella le había llenado la cabeza de estupideces.

- ella quiere venir, quiere hablar contigo. Está destrozada Liliana. Mi hija no da más de la pena, se culpa por no poder ayudarte. ¿Realmente crees que ella puedo empujarte por las escaleras?

Sale de la habitación hecho una furia, mientras yo sigo llorando por la increíble situación en la que me encuentro. Solo doy gracias por que mi hija está viva.

Al llegar la tarde mis amigas y mis padres me visitan, están muy preocupados por lo que pasó. Todos concuerdan con que Aurora intento agarrarme pero siendo ella tan pequeña no puedo hacer nada y cayó junto conmigo.

Me gustaría creer que fue así, pero tengo tanto miedo esa niña ha sido capaz de tantas cosas.

esa noche Federico no volvió al hospital.

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