Me acosté con mi Jefe (sin editar)

Capítulo 37

Despierto abrumada con el llanto de Ariana, corro hacia su habitación y la encuentro sentada en su cama llorando.

La abrazo fuerte mientras sollozos escapan de su boca.

- mami está aquí ¿que paso bebé?

-pa... Pi - dice llorando más fuerte - pa...Pa...pi

-papi esta bien, esta en casa con tu hermanita Aurora.

- qui...ero pa...pi

La abrazo más fuerte contra mi pecho, Federico no la ha visitado a Ariana desde su pelea con Santiago y de eso han sido 6 largos dias, no está en las condiciones adecuadas para que nuestra hija lo vea, pero aún así la llamó todos los días antes de dormir.

Hoy fue la excepción, tenía tanto trabajo que cuando llamo Ari ya estaba durmiendo. Miro el reloj en su mesita y marca las doce de la noche. Decido llamarlo para tranquilizar a mi hija

-¿Quieres que llamemos a papi ahora?

-si - dice con un suspiro

Vuelvo con ella en brazos a mi habitación mientras cojo el teléfono y la dejo sobre la cama, marcó el número de Federico y al segundo tono responde.

-hola ¿esta todo bien? ¿Ari esta bien? - pregunta angustiado

- hola, desperto llorando. Estaba muy triste y te llamaba.

Suspira de alivio al otro lado y me pide que ponga el altavoz

-Pa..pi amo - dice mi hija mientras llora

- mi vida, yo también te amo. ¿Estas bien nena?

-si, estaño muto

- te extraño también, mañana iré a verte y llevaré a Aurora para que jueguen juntas ¿si? Ahora no llores, recuerda que las princesas deben ser felices.

-amo papi - dice mientras se sube entre mis piernas y me abraza.

Hablamos unos minutos más con Federico y Ari se tranquiliza. Al cortar la llamada se acuesta en mi cama y me acurrucó junto a ella.

Al día siguiente todo esta tranquilo, llevo a mi hija a la guardería y me voy al trabajo.

Al llegar como siempre Rachel sale de la oficina de Federico, me saluda con una sonrisa y me desea un buen día. 
Me sigo diciendo a mi misma que no la odio, que ella es una buena persona y muy amable.

Al entrar en mi oficina comienzo con mi trabajo. Al media día siento un golpe en la puerta.

- adelante

- Hola Lili, quería invitarte almorzar. - dice Santiago mientras entra y se sienta.

- estoy terminando algunas cosas aquí, pero si puedes esperar cinco minutos podré ir a comer.

Santiago me sonríe mientras espera. Terminó lo que estaba haciendo y le digo que ya podemos salir. Camino al ascensor veo a Federico salir de su oficina, nos saluda y sigue su camino.

Llegamos al restaurante y pedimos, el almuerzo es increíble. Santiago siempre está pendiente de sacarme una sonrisa.

- ¿Quieres hacer algo esta noche? - le pregunto mientras muevo mis manos bajo la mesa

Su cara es sorpresa pura.

- Si, ¿que tienes planeado? Podríamos ir a cenar y al cine.

- eso sería maravilloso - digo con una sonrisa.

Al volver a la oficina me voy directo hacia la de Santiago, tenemos cosas que hacer y planear para un nuevo proyecto.

- estaba pensando en que deberíamos hacer una reunión con Federico para decirle lo que ya tenemos listo.

- le diré a su secretaria que le avise y así podamos tener una reunión. - digo mientras levanto el teléfono y llamo.

Federico dice que puede ahora mismo, le informo a Santiago y respiro hondo. Esta será la primera vez en semanas que estamos los tres juntos.

Federico llega minutos después y comenzamos.

Veo como nos mira de vez en cuando, y no dice nada. Parece sumiso en sus propios pensamientos, asiente en algunas partes y niega en otras.

- ¿qué te parece? - pregunta Santiago

- está perfecto, les irá bien con el nuevo cliente. - dice mientras se pone de pie - debo ir hacer algunas cosas, los felicito se ven bien juntos.

Sus palabras son como un puñal en el corazón.

Santiago me mira con las cejas levantadas sin entender nada, ya somos dos.

Salimos de la oficina directo a mi casa.

- pasare por ti en una hora. - dice mientras besa mi mejilla.

Camino hasta la entrada me despido con la mano.

La niñera ya esta en casa con Ariana y Aurora, hoy Federico y Sandra se quedarán con las niñas.

- me alegro de verte al final amiga mia- dice Sandra mientras me abraza.

Nos ponemos al día con algunas cosas mientras termino de vestirme.

Sandra acepta que debo ser feliz y que con su hermano las cosas no podrán ser, al menos no por ahora.

Me despido de todos y salgo a la calle antes de cerrar la puerta veo a Federico entrar.

- te ves hermosa - dice sonriendo - pasalo bien, nuestra hija está en buenas manos.

- Gracias

Santiago me espera en la puerta del auto con una sonrisa en los labios.

- te ves increíble, siempre lo haces.

Besa mi mejilla y me ruborizo, me doy vuelta y veo a Federico aun en la puerta.

Pasamos la noche cenando y viendo una película, me siento feliz al lado de Santiago y al parecer el también. 
Hablamos de mil cosas a la vez, nos reímos, hacemos bromas y disfrutamos el tiempo juntos.

Antes de llegar a casa detiene el auto y se gira hacia mí.

- la pase muy bien está noche, pero sobre todo me encanto estar junto a ti Lili.

- también lo pasé muy bien.

Agarra mi mano y me acerca a él, toma mi cara entre sus manos y me besa profundamente, con hambre y desesperación.

- lo siento, pero no aguantaba más sin besarte

- esta bien. - digo con vergüenza.

Nos volvemos a besar esta vez más calmado y tierno.

- me encantaría poder salir contigo siempre, también ser parte de tu vida y de tu familia.

Asiento con la caveza y el sonríe.

- eres maravillosa, increíble, una mujer fuerte e inteligente. Eres lo que siempre busque.

Sonrió antes sus palabras y tomó su mano.

- me encanta estar contigo, pero aún no estoy lista para una nueva relación. No ahora

- lo entiendo, pero dejame estar ahí para ti, hacerte feliz. No me alejes, permiteme amarte.




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