Capítulo 40

El día que Santiago dejó la empresa , sin dudas fue el día más triste. El era muy querido por todos en ella.
Solo espero que me perdone por todo el daño causado y pueda ser feliz.

Federico y yo hemos decido hacer pública nuestra relación, desde ese día han pasado meses. Comenzamos a preparar las cosas  para vivir juntos pronto, no han habido planes de boda ni tampoco ha sido mencionado en nuestras conversaciones.

Pasamos los fines de semana entre su familia y la mía. Esto de siente tan irreal. Solo en pensar que unos meses atrás lo único que quería era escapar.

Sandra tiene un nuevo novio, al igual que Laura. Mis amigas son muy felices y yo lo soy con ellas.

Rachel conocío a un hombre increíble que la adora y la ama como nadie, hace unos días nos envió la invitación a su boda.

Mi prima Ignacia y el pequeño Emilio que de pequeño ya no tiene nada llegaron a la ciudad hace unos días y están buscando un hogar para quedarse aquí.

Un mes atrás murió mi suegro el señor Garner, Federico estaba destrozado aún lo está. Nadie se lo esperada, pero un día mientras dormía sufrió un infarto al corazón.

Aurora cumplió ocho años hace unos días y Ari cumplió dos años hoy. Les estamos celebrando el cumpleaños a las dos juntas. Todos nuestros amigos y familiares se encuentran aquí.

Es un día feliz aun que no esté su abuelo con ellas.

Federico se acerca a mi y me abraza por detrás.

- ¿crees que podemos dejar aos invitados solos unos minutos mientras vamos a la habitación?

- ¿crees que habrá algún día en el que no quieras estar todo el día en la habitación? - pregunto riendo.

- eso jamás nena, te amo demasiado y deseo aun más.

Desde el día de la reconciliación hemos hecho el amor casi todos los días, Federico adora mi cuerpo como si fuera una extensión del suyo.

Sandra llega a nuestro lado y hace una expresión de desagrado.

- ustedes me producen arcadas, ¿por que siempre deben estar tan pegados el uno con el otro?

- estas celosa, dile a tu novio que se pegue a ti y así nos dejas tranquilos - dice Federico presionandome mas a él.

- por favor no, el sabe que odio el contacto físico en público.

Sandra levanta las cejas en forma de broma y Federico la mira con odio.

- no me interesan tus aventuras sexuales hermana, te las puedes ahorrar para ti misma.

-¿ pero tu si puedes estar mostrando tus aventuras no?

Federico se ríe y me suelta mientras me besa.

- iré a ver a las niñas

Laura se uno a Sandra y a mi y comenzamos a preparar ls cosas para cantarles cumpleaños a las niñas.

- estaba pensando - dice Laura mirando mi mano - ¿cuando será el día en que Federico por fin se digne a pedirte matrimonio?

- creo que quizás hoy sea el día - dice Sandra sonriendo - aun que entre nos, creo que es mas probable que te robe y te lleve directo a las Vegas todo para tenerte para el solo.

Nos reímos de su broma y continuó con mi trabajo, horas más tarde todo el mundo se ha ido a su casa, con Federico y mis amigas ordenamos la casa mientras compartimos algo para beber.

Veo a Federico y Sandra hablando secretamente, cuando se dan cuenta que los miro cada uno sigue su camino.

Cuando llega la hora de dormir Federico me abraza y me atrae hasta el.

-¿podemos hacer el amor? Mientras gritas muy fuerte mi nombre.

- no creo que sea posible, recuerda que tenemos dos niñas viviendo junto a nosotros - digo riendo.

Federico besa mi cuello mientras con una de sus manos toca mis pechos y la otra baja hasta el dobladillo de mi calzón. Hace círculos perezosos con sus dedos en mi pelvis. Gruñe en mi odio cuando mi espalda se arquea hasta su miembro.

-podría hacer esto todo el día

- eres tan pretencioso, no me hagas rogarte.

- siempre es bueno que me pidas que te folle.

Me salgo de su agarre y me subo encima de él.

Lo beso mientras quito mi camiseta por mi cabeza, el hace lo mismo con la suya y comienzo a sobarme sobre su dura polla.

Aparta mi calzón e introduce un dedo haciendo pequeños movimientos.

Lo miro a los ojos y él me observa con una sonrisa  lenta y sexy mientras arquea una ceja.

nos besamos con más pasión. La polla le toca la barriga. Se la agarra, me sujeta de las caderas y me baja.

Sin dejar de mirarme a los ojos, me sube y me baja poco a poco. Noto hasta la última vena de su miembro.

Mientras me mira con los ojos entornados, me inclino hacia delante y lo beso con dulzura.

-¿Tienes idea de lo bien que encajas dentro de mí? - susurro, y le paso la lengua por la boca.

Me agarra de los huesos de la cadera y me baja hasta metérmela entera.

La sensación es tan abrumadora que no puedo evitar soltar una carcajada.

-Métemela má?. Dámelo todo - le ruego.

- shhh silencio o despertarás a las niñas - dice riendo en mi oído y empujando más fuerte

Me encanta que pierda el control. Me alucina. Entonces, como si estuviéramos en un uniserso paralelo, pego mi boca a su cuello y succióno con fuerza mientras me muevo.

Gruñe y, como si se hubiese desatado del todo, me alza y me tumba en la cama. Se pone mis piernas encima de los hombros y me la mete hasta el fondo con tanto ímpetu que me quedo sin aire.

Cierros los ojos  de placer mientras me embiste salvajemente, me aferro a él lo más fuerte que puedo mientras consigo mi liberación, su polla se contrae mientras entierra su cabeza en mi cuello y grita cuando llega al clímax segundos después.

- shh - le sigo riendo, mientras repito sus palabras - silencio o despertarás a las niñas.

Nos reímos mientras dejamos que nuestras respiraciones se tranquilicen

- ¿Quieres casarte conmigo? - dice abrazándome junta a él nuevamente

Mi corazón late fuertemente mientras proceso sus palabras

-¿Que? - preguntó desconcertada.

- está pensando en pedírtelo mañana en una cena con toda nuestra familia, pero no aguanto más. ¿Quieres casarte conmigo?