Años después
La rehabilitación de Federico fue lenta, hubieron días en los que él solo quería rendirse, le dolia la cabeza y todo su cuerpo.
Pero con el amor de todos nosotros y mis retos pudo salir adelante, por que obviamente no podía dejar que se rindiera tan fácilmente, sabía que era difícil para el. Por eso jamás baje los brazos.
Estoy en mi habitación junto a mis amigas, mi madre, la madre me Emilio y mi prima Ignacia.
Me miró en el espejo dando una vuelta mientras veo mi vestido de novia, con una gran sonrisa en mi cara. Mi madre pone el velo en su lugar mientras besa mis mejillas.
- Te ves hermosa, estoy tan orgullosa de ti y de la familia que has formado.
- Gracias mamá, estoy feliz de que todas ustedes estén en este día tan importante conmigo.
-por supuesto estaríamos aquí, como crees que nos íbamos a perder este dia- dice la madre de Emilio mientras me abraza - Emilio estaría orgulloso de la mujer en la que te has convertido.
Miró a mí prima Igancia ofreciéndole una disculpa silenciosa.
Ariana camina de la mano de Emilio y Aurora mientras entran en la habitación. Mis niñas, Ari ya tiene seis años es una princesa hermosa, Aurora está pronta a cumplir doce toda una señorita.
Aún que nuestra relación no comenzó con el pie derecho ella me ama al igual que yo lo hago con ella, para mi siempre será mi hija y ella me llama mamá, pero siempre le recuerdo que su madre es Míriam a pesar de que fue una horrible mujer siempre estuvo con su hija.
Ariana corre abrázame mostrándome su vestido blanco igual al mío.
-Emilio dijo que parecía una princesa mami - dice sonriendo - también dijo que era la más bonita.
Le sonrió mientras me agachó y quedó a su altura.
-Eres la princesa más bella del mundo. - le doy un beso en la mejilla y vuelve corriendo al lado de Emilio.
-¿yo no me veo linda? - pregunta Aurora mirando a Emilio - acaso no parezco una princesa mamá.
- también te vez hermosa nena, eres una princesa bella. - le doy un abrazo y me suelta esperando a que Emilio le dé un cumplido.
Emilio suspira mientras le dice:
- también te ves linda Aurora.
Mi hija mayor sonríe mientras se hecha el pelo hacia atrás, esta niña es una diva como su madre.
Emilio se acerca hasta a mi y agarra mi mano besándola.
- Te ves como una reina tía Liliana, eres sin duda la más hermosa de esta casa.
- Gracias querido - lo beso y comienzo a ordenar mi vestido otra vez.
Cuando ya estamos todos listos mis amigas bajan hasta el jardín para informar que comenzaré a bajar.
Una vez al bajar la escalera mi padre me está esperando, su mirada de orgullo y amor es la mejor cosa.
- Te ves muy hermosa Mi Preciosa, no puedo creer que mi bebé esta apunto de casarse - dice mientras una lagrima corre por su mejilla.
- no llores que me harás llorar a mi - lo atraigo hasta a mi y le doy un gran abrazo
- Te amo mucho Lili, y si no quieres hacer esto tengo el auto andando en la entrada. Garramos a mi nieta y nos vamos al fin del mundo.
Me rio de su comentario mientras agarro su mano y le digo:
- Quiero hacer esto, llevo mucho tiempo queriendo casarme con Federico papá y estoy sumamente feliz.
- me alegra escuchar eso mi vida, mereces toda la feliz que puedas conseguir y más.
Agarro su brazo y caminamos hasta la salida al jardín.
La boda la estamos celebrando en la casa de los padres de Federico. Hay poca gente ya que era una ceremonia privada.
Las primeras en salir son Ariana y Aurora tirando petalos de flores mientras caminan, atrás sigue Emilio con las argollas. Cuando comienzo a caminar todo el mundo se pone de pie y se queda en silencio.
Mi vista se nubla con la maravillosa vista que hay al final del pasillo, mi amado Federico, amor se mi vida se encuentra ahí parado con un traje que le queda espectacular, se ve divino. Pero lo que más me encanta es su sonrisa y esa mirada de amor puro que me regala solo a mi.
Mi padre me entraga a él y le dice unas palabras no muy amables y todo el mundo se ríe.
- intente convencerla de irse conmigo muy lejos y no quiso, asi que espero que la hagas feliz y la cuides mucho. Que me entere yo que la has hecho llorar por que vendré con mi escopeta y te daré caza muchacho.
Todos se ríen mientras Federico me mira desesperado.
- no tiene de que preocuparse, amo a su hija con mi vida y la cuidare siempre.
Mi padre asiente con la cabeza y se va a su lugar, veo como mi madre lo reprende y sonrió.
Nos volteamos para quedar frente al sacerdote y lo saludamos.
-Queridos hermanos: Estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el Ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida. Cristo bendice copiosamente vuestro amor conyugal, y él, que os consagró un día con el santo Bautismo, os enriquece hoy y os da fuerza con un Sacramento peculiar para que os guardéis mutua y perpetua fidelidad y podáis cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención.
El sacerdote pregunta:
-Esposa y Esposo, ¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?
Federico y yo respondemos al mismo tiempo:
- Sí, venimos libremente.
-¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?
- si, estamos decididos. - Federico me da una gran sonrisa.
- ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?
-Sí, estamos dispuestos.
-Así, pues, ya que queréis contraer santo matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.
Nos tomamos de las manos mientras Federico dice:
-Yo, Federico te quiero a ti, Liliana , como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad,en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte
todos los días de mi vida.