Me acosté con mi Jefe (sin editar)

Capítulo 2

Hoy es lunes, me levanto temprano y me preparo para ir a trabajar. Una vez en la empresa comienza mi jornada laboral.

-Buenos días Liliana.- dice Sandra entrando a mi oficina.

-Buenos días jefa.

-Hoy tendremos una reunión, mi padre quiere que todo el mundo esté presente.

-me pondré en contacto con el personal.- digo mientras agarró el teléfono.

-muchas gracias, estoy intrigada que es lo que tiene que decir.- dice mientras cierra la puerta.

Dos horas más tarde estamos todos en la sala de reuniones.

-Se le ofrece algo jefe.- le pregunto.

-Un café estaría bien, tu sabes cómo me gusta.- dice guiñándome el ojo.

Con mi jefe tenemos la mejor de las relaciones, el me recibió cuando nadie más quiso y me ayudo a salir adelante con mi depresión. Él es viudo desde los cuarenta años, su mujer murió de cáncer. Nunca más se casó, tuvo que hacerse cargo de sus hijos desde pequeños.

Regreso a la sala y veo a Sandra sonriendo mientras abraza a su papá.

-Por fin llegas niña, te perdiste la diversión. Acaso fuiste a moler el café.- dice riendo.

-No había agua, perdón.- digo mientras me siento.

-Bueno, quiero que conozcas a mi hijo. Desde mañana el será el nuevo jefe.

Una mano es estrechada a mi dirección la tomo y voy ascendiendo lentamente, mi corazón está a punto de salirse de mi pecho.

-Soy Federico Garner.- dice mientras sonríe.- un placer conocerte.

Dios mío, no lo puedo creer son los mismos ojos y la misma sonrisa con las cuales desperté ayer.

-Igualmente.- digo mientras suelto su mano.

-Federico desde mañana tomará el control de la empresa, yo vendré una vez a la semana a asegurarme que todo marche en orden.

-para mi será un placer padre.- dice mientras me mira.

- pueden volver todos a sus puestos, gracias. - todo el mundo se pone de pie incluso yo.

-¿Vamos a comer hermanito?- pregunta Sandra.

-Por supuesto.

-Liliana.- dice el señor Garner. - irás con nosotros.

-Sí señor.

Federico y yo somos los últimos en salir antes de cerrar la puerta de acerca a mí y me susurra en el oído.

- te encontré florecilla.- dice guiñándome un ojo.

Será capullo el desgraciado, espero que no le diga a nadie que dormimos juntos.

una vez en el restaurante somos sentados en una mesa junto a la ventana, Sandra se sienta al lado de su padre y Federico a mi lado.

-Me alegro mucho que hayas aceptado venir hermano.- dice Sandra.

-La verdad no quería hacerlo, pero ahora estoy muy emocionado por haber aceptado.

-Espero que sepas hacer bien el trabajo, dejaré todo en tus manos. Además tendrás a la mejor asistente, ¿no es así Liliana?

- Por supuesto señor.- digo intentando sonreír.

Siento que el almuerzo no pasa nunca, no halló la hora de irme a mi casa y encerrarme. Todos están metidos en una conversación de la cual no participó.

-¿Pasa algo Liliana?.- pregunta mi jefe.

-No señor, sólo estaba pensando. Debo volver a la oficina a terminar algunas cosas.

-Vamos entonces, ya todos hemos terminado de comer.

Nos ponemos de pie y vamos hacia la oficina.

Una vez allá me encierro en mi oficina he intento pensar en todo lo que ha pasado desde el sábado en la noche, por Dios me acosté con mi jefe.




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