Me acosté con mi Jefe (sin editar)

Capítulo 13

Al llegar al aeropuerto busco a Federico por todos lados. Pregunto en cada lugar por su vuelo y sólo obtengo como respuesta ya ha despegado. 

Camino de vuelta a la camioneta, lágrimas caen por mis mejillas esta vez no hice las cosas bien y me duele saber que perdí a una persona que podía amarme igual o más que Emilio lo hizo alguna vez. 

Antes de subir una mano cierra la puerta. 

-¿Que demonios?.- pregunto mientras me volteo.

-Hola.- dice Federico sonriendo- ¿viniste por mi?

- lo hice, necesitas una explicación y yo necesito disculparme contigo. ¿tu vuelo no había salido ya?.- pregunto desconcertada 

-Si, pero tu padre me llamo para decirme que venías.

-me alegro de que sean tan metiches algunas veces. - Federico se ríe.- lo lamento mucho.

-Yo también, todos tenemos nuestros secretos. te presione mucho quizá debo ser más paciente.

- está bien, estas junto a mi o al menos lo estabas y tenías que saber. Quizá no fue buena idea que vinieras.

-definitivamente no, fue una mala idea. Como te dije te presione mucho.

-pero por un lado me alegro que hayas venido, descubriste mi peor lado. 

-florecilla, nada me hará correr lejos de ti. sea lo que sea debes hablar conmigo.

-lo haré lo prometo, pero no ahora. Cuando vuelva debemos hablar, y te diré todo lo que debes saber. Sólo necesito un tiempo más.

-Esta bien y lo entiendo. Cuando estés preparada hablaremos. 

Me acerca a el y me besa, no es como ningún beso que nos diéramos antes. Este es mucho más calmado, lleno de sentimientos.

-mi vuelo no sale hasta dentro de 2 horas, estaba pensando que podríamos aprovechar.- dice mientras me guiña un ojo.

-¿y que tienes pensado?

- Tu y yo, en el baño ahora. 

Toma mi mano y entramos al aeropuerto, corremos juntos de las manos mientras toda la gente a nuestro alrededor nos mira sonriendo.

Antes de entrar al baño me encargo de revisar que adentro este vacío. 
Reviso uno por uno los cubículos, antes de llegar al final escucho el agua correr. Una anciana de alrededor de unos 70 años sale y me regala una sonrisa. 

-Espero que no te hayas asustado, sólo fueron unos pequeños gases.- niego con la cabeza y me miro en el espejo.

Estoy hecha un desastre y aún así Federico quiere estar junto a mi.

-algo te preocupa nena.- dice la señora mientras se lava las manos.- por cierto soy Elena, mucho gusto. 

-Liliana, el gusto es mío.

-Veo en tus ojos que no estas bien, algo de lo que quieras hablar. Soy muy buena guardando secretos.

-la verdad es que...- la puerta es abierta y Federico entra. 

-Perdón, me equivoque de baño.- dice riendo. 

Elena me mira y sonríe. Federico cierra la puerta.

-sabes, también fui joven. Y en mis tiempos de noviazgo. Hacía lo mismo que tu. 

-¿A que se refiere?.

- también revisaba los baños para ver si había alguien. Luego mi novio Armando entraba y cerraba la puerta. 

-No se de que está hablando.- digo nerviosa.

-No te preocupéis no le diré a nadie, bueno ya me voy mi esposo debe estar preocupado.

-gracias.- ella me sonríe y luego se gira a mi. 

-si algo esta destinado a pasar pasará, tarde o temprano. ten una buena vida Liliana. 

Elena sale del baño y Federico entra segundos después, cierra la puerta y se acerca a mi.

-¿esta todo bien? 

-si, todo perfecto. Puedes creer que ella sabía a que venía.- digo riendo.

-me estas diciendo que .....

-si, pero no le dirá a nadie.- me acerco a el y lo beso profundamente mientras comienzo a desnudarlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.