Me acosté con mi Jefe (sin editar)

Capítulo 16


Si estas pensando que me suicide te equivocas, jamás haría algo así y menos por un ser tan despreciable y mentiroso como Emilio.  

Anoche sólo le dispare a un foto de nosotros dos juntos que colgaba en la pared. El revólver rebotó en mis manos y me asusté. Luego sólo me desmaye. 

Ahora estoy en un hospital rodeada de cables y agujas, las enfermeras entran y salen casa dos segundos. Por mi parte sólo quiero irme devuelta a casa, mi casa. 

-hija ¿Como estas?.- dice mi madre mientras entra en la habitación, mi padre le sigue de cerca. 

-ustedes lo sabían ¿No es así?.

-Preciosa.

-No, papá díganme la verdad por una vez. Ya no soy una niña. 

-Lo supimos luego de la muerte de Emilio.

-¿Por que nunca me lo dijeron?, saben lo estúpida que me siento. Estuve cinco años de mi vida llorando la muerte de un traidor. 

-El te amaba hija.

-Y una mierda, el jamás me amo ni siquiera a su propio hijo. ¿como fue capas de ocultarlo?

-No lo sabemos, esa respuesta jamás la tendremos.

-Saliendo de aquí iré a casa, necesito estar tranquila. 

-Por supuesto preciosa estaremos ahí cuidando de ti.

-Creo que no entendieron, iré a mi casa. Necesito estar lejos de aquí. 

-respetaremos tu decisión. - dice mi madre mientras llora.- sólo pensamos que lo mejor era que no lo supieras. 

-ya no quiero seguir hablando. 

El médico entra en la habitación y me dice que seré dada de alta enseguida, mis padres salen con el. Me gustó rápidamente y salgo hacia la recepción.

-señorita Liliana, le hicimos unas muestra médicas. Pero como sabrá no tenemos un laboratorio aquí. Así que los resultados estarán en unas semanas.

-Pueden enviarlas por correo.- asiente y me entrega un papel. - lo anotare aquí, también dejaré mi número de teléfono en caso de cualquier cosa. 

-Muchas gracias y buen día. 

Al llegar a casa de mis padres tomó mis maletas y me despido de ellos. Les prometo llamar pronto y que estaré bien.

El vuelo fue agradable, la mayor parte del viaje dormí y pensé en que haría desde ahora.

Al llegar a casa Laura me recibe con los brazos abiertos, como mi mejor amiga me escucha atentamente, llora conmigo en las peores partes y me abraza. 

-Ahora ya estas aquí, deja todo eso atrás. Disfruta la vida, ya no hay arrepentimiento.

-Mi amor por el lo enterré, sólo tengo odio hacia el. 

-Respira, grita, llora, necesitas desahogarte.

- eres la mejor, ¿lo sabes?

-Por supuesto nena, que crees estas hablando conmigo.

Reímos un rato y seguimos hablando, cuando vuelvo a mi departamento veo que son la una de la tarde. No he visto ni he hablado con Federico desde hace dos días. 

Me doy un baño, me arreglo y decido ir a darle una sorpresa. 

Cuando llego a la empresa todo el mundo está tranquilo, me saludan como siempre y yo les sonrió.

Sandra sale desde su oficina justo cuando estoy por golpear la puerta de Federico.

- yo que tu no entro ahí, ven entra.

Entro en su oficina y me abraza.

-Te extrañe, pensé que no volverías. 

-Yo también te extrañe, eres mi amiga. También pensé que no volvería pero ya me ves aquí estoy.

-Y me alegro, mi hermano te necesitará ahora más que nunca.

-¿Que está pasando? .- pregunto temerosa. 

-No es mi deber decirte, son sus cosas habla con el seguro te dirá todo. 

Dudo un segundo y asiento, espero que lo haga. Quiero que desde ahora nuestra relación este libre de secretos. 

-iré a verlo ¿si? Quizás le haga bien verme.- digo sonriendo.

-Yo se que si.-dice mientras sube y baja sus cejas. 

Camino hasta la oficina de Federico, decido no golpear.

-Buenos días señor Garner. - digo seductora

-Florecilla ¿Que haces aquí?.- pregunta mientras se pone de pie y se acerca a mi.

Me abraza y siento mi mundo caer a mis pies, todo Lo vivido días anteriores comienza a salir desde lo más  profundo de mi corazón. Lágrimas caen por mis mejillas mojando su chaqueta.

-¿Esta todo bien? Lili, mírame ¿que está pasando?

- es un maldito, me mintió.

-¿Quien? Habla conmigo por favor,  ¿Quien te hizo daño? 

-Emilio, me mintió todo el tiempo.

Federico me mira y frunce el entrecejo. 

-Te lo contaré todo lo prometo,  Quiero hacerlo estoy lista para dejar todo atrás. 

-Te escucho nena, estaré aquí siempre. 

Le cuento todo, desde el día que conocí a Emilio, hasta el día que murió. No guardo ni un sólo detalle, cuando llego a la peor parte mis ojos no dan más de lágrimas. Federico aprieta sus manos en puños y dice algunas palabrotas. Me abraza y me besa diciendo una y otra vez que el nunca me mereció, Y ahora así lo creo.

-todo está bien ahora, estas aquí junto a mi y ahora no te dejaré ir. Sólo quiero saber si me amaras de la misma forma que yo lo hago. 




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