Me encetaría que lo hiciéramos

Capítulo 4: Pensamientos

 

Terminé mi jornada de estudios mientras que en el auto podía ver como mi hermana se burlaba de mí y como disfrutaba molestarme. El camino a casa fue afortunadamente normal, pero cuando llegamos lo primero que hago es ir al cuarto de mi hermana y reclamarle.

 

— En serio, ¿Cuál es tu intención? — digo. 

— Solo fui a tu facultad a comer algo rico y también a disfrutar de cómo te sentías incómoda, debiste ver tu cara — dice Karen. 

 

Tomó su almohada y la golpeó en la cabeza. Después de esa sesión de relajación con violencia, me dedico a realizar mis investigaciones de las clases, abro el Whatsapp Web para ver los mensajes del grupo, Rafael y el grupo de mis mejores amigas. No han comentado algo nuevo o interesante por lo tanto no estoy preocupado por ello. 

 

Los trabajos universitarios muchas veces son tan largos y aburridos, así que mejor coloco algo de música para poder relajarme, una de mis canciones favoritas es Así es Normal de la banda Ancud, tiene en sus tonos musicales y también en su letra algo que me llega al corazón.

 

Siempre me hace pensar en mis sentimientos, amor o amistad. No siempre me he preguntado cómo sería una relación conmigo, cómo actuaría, que tendría que hacer, como tengo que actuar, si en algún momento tendría que tener relaciones  sexuales, aún no me siento preparada para esto.

 

Rafael, siempre pienso en que pasaría; sacrificar nuestra amistad por dar un paso más alto, pero qué pasa si fracasamos perdería su amistad y todo lo que hemos construido. Siento que estoy tomando la decisión de casarme, pero es algo que he pensado por años y no sé cómo se siente él, puede que esté dispuesto a muchas cosas.

 

Mientras vagaba por mi cabeza lograba escuchar la voz de mi hermana con uno de sus amigos y fue cuando mi pesadilla empezó. Baje por las gradas y lo miraba hay en la sala sentado con su computadora y trabajando. 

 

— Hermana— grita Karen.

 

Bajo molesta por las gradas y no se nota mi forma de ser maleducada con los invitados.

 

— Dime— digo amablemente con un grito interno.

— Quieres traernos algo de beber, ya que mis padres no están— dice Karen.

 

Podía ver como su mirada nuevamente me desnuda, es algo que me incomoda así que voy al refrigerador para servirles. 

 

— Hola— dice Sebastian.

— Hola— digo nerviosa.

— Creí que necesitas ayuda — dice Sebas.

— Te siento muy tensa— dice Sebas.

— No estoy acostumbrado a las visitas— digo.

— No me veas como una visita, sino como alguien que de verdad quiere conocerte— dice.

 

Eso me sonó a una invitación abierta para que yo pueda entablar una amistad con él o quiere algo más.

 

— Ya basta— digo.

 

Me voy con los vasos de gaseosas y luego me voy a mi cuarto. Creo que ya me harto este tipo, me sentí acosada lo mejor que podía hacer era llamar a Rafael para estar más tranquila.

 

— En serio, no sé que hacer— digo.

— Tranquila mientras no te haga nada— dice Rafael.

— No sé de dónde apareció este tipo, lo peor es que tendré que verlo casi todos los días porque mi hermana está con él — digo.

— Oye, mientras no te haga daño no tienes porqué preocuparte— dice Rafael.

 

Después de ese momento de desahogo decido irme a la cama para el siguiente día de clases. Me alisto de la mejor forma para poder estar más tranquila, todo se fue al carajo cuando vi a Sebas parado frente a la puerta de mi clase, por suerte me encontré con Henry para que me escoltara.

 

— Rafael, él está aquí  —  digo.

— ¿Quién?— dice.

— Sebas, el amigo de mi hermana— digo.

 

Él observa afuera y no ve nada. 

 

— Estás segura— dice. 

— Tal vez estoy loca— digo.

 

En ese momento él entra y se sienta cerca de la puerta. Esto ya es el colmo.

 




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