Me encetaría que lo hiciéramos

Capítulo 7: Escapada y otra decisión

Busco a Sebas en la parte de afuera y lo primero que hago es decirle que nos vayamos de este lugar. Karen mencionó que él portaba un carro con lo cual me dirigí a su facultad para irnos. 

 

De ser una chica buena a una que busca aventuras con alguien que apenas va conociendo. El auto se pone en marcha y salimos del parqueo a la parte comercial de la ciudad, en donde podemos pasar un tiempo a solas y que nadie nos moleste.

 

Esto puede ser una lección muy clara para ustedes, es cierto que muchas veces queremos vivir la vida, ya sea con alguien que amamos o conocemos, pero ten en cuenta a quien eliges en el camino, al principio parecerá un campo de rosas y eso es lo peor porque las rosas traen espinas. 

 

Sebas y yo nos dirigimos al centro comercial para ir a comer cualquier cosa que nos pusiera en mente: tacos, burritos, hot dogs, pizza, alitas y claro el postre que podía ser pastel o helado. Después de eso fuimos a las máquinas para bailar un poco y también jugar con las pistolas; el billar para mí es un elemento clave porque sería de ponerlo a prueba y ante todo que me enseñara, tómenlo como quiera puede ser coqueteo o no. 

 

Jugamos casi toda la mañana que no sentimos la noción del tiempo, regresamos a la universidad justo a la hora de salida, cuando mis amigos y la persona con la que estoy enojada cuyo nombre no mencionare.

 

— Hola— dice Alicia.

— Hola— respondo riendo un poco.

— ¿Qué te hiciste?— dice Adriana.

— Nada, solo me di una escapada— digo.

 

Podía sentir la presencia de Rafael cerca así que tuve que decir algo para dejarlo quieto. 

 

— Estuve con Sebas pasando un agradable momento— digo.

— Mirate, una mujer que toma riesgos — dice Alicia.

— Por supuesto, porque me encanta la aventura— digo.

 

En ese momento  Rafael se me acerca para hablar, pero podía notar en su semblante que estaba enojado y claro la mirada con celos. Me lleva a un lugar a solas:

 

— ¿Dónde estabas?— dice.

— Te tengo que dar explicaciones— respondo. 

— Me preocupo por ti, eso tiene de malo— dice.

 

Se que su intención es disculparse, pero tiene que entender que estoy enojado con él. Por esta ocasión pienso perdonarlo, solo porque es alguien importante para mi.

 

— Estuve con Sebas— digo.

— En serio— dice con un tono algo decepcionado.

— Sí, pero no necesitas saber más porque no me gusta que peleemos— digo.

 

Nos abrazamos para luego irnos en paz a nuestras casas. Mi madre me pasa a traer como si fuera un día normal aunque no haya aprendido nada.

 

Llego a casa para ponerme al pendiente con los apuntes del día de hoy, pero no dejo de pensar en la fabulosa mañana que pase. El grupo de Whatsapp de mis amigas no me deja de sonar, quieren saber más detalles y yo como buena mujer me gusta tener a mis amigas al pendiente del buen chisme.

 

Ellas estaban contentas porque estoy saliendo con alguien, no sé si con alguien formal o con alguien cuyas intenciones son más que ser amigos. No sé qué me pasa, solo me fui de clases para hacer algo diferente. 

 

Si crees que estoy enamorada o en la etapa principal, dejame decirte que tienes razón porque al final de todo, bueno; ya lo entenderás.

 




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