Me encetaría que lo hiciéramos

Capítulo 13: Lidiando

Mis compañeros tuvieron que sacar a Sebas del salón antes de que hubieran conflictos. Rafael se notaba molesto por la actitud que tomamos, esto me suena a que tendremos una discusión ya sea grupal o individual.

 

Al finalizar las clases todos mis amigos y yo nos reunimos en un salón a solas para poder hablar tranquilamente.

 

— Estás bien Rafa— dice Henry.

— Sí, solo me quedan ganas de patearle el trasero — responde.

— Ahora creo que lo que menos necesitamos son problemas— dice Lucas.

— Tienes algo que decir — dice Adriana.

— ¿Cuál es la obsesión del tipo con buscarte?— dice Rafa.

— No sé, no tengo idea— digo.

 

No puedo decirle la verdad y partirlo en dos. No me gusta mentir, pero tampoco dejaré que esto nos afecte. Él me importa, pero por el momento considero que no necesita saber la verdad de mi situación.

 

— Amber— dice Rafa.

— Solo es un amigo de mi hermana, solo es— digo.

— Parece que le importas demasiado, el venir a nuestra clase para darme reclamos no es algo que consideré de amigos— digo.

— Solo te reclamo— justificó.

— Tu no eres así— dice Adriana. 

— ¿A qué te refieres?— digo.

— Normalmente no dirías algo de esa forma— dice Alicia.

— Acaso necesito darles explicaciones — digo.

 

En ese momento me voy del lugar para buscar mis cosas, largarme a mi casa para estar a solas y con Sebas. Me enojan sus actitudes, ese tipo de cosas no son necesariamente justificables.

 

Al llegar a mi casa me encuentro con Sebas para sentarnos en el sofá y platicar. Ahora mis problemas se multiplicaban. 

 

— Todo bien— dice algo enojado.

— Sí— digo.

— No tienes porque fastidiarme con lo de hoy— replicó.

— No me gusta que hables con ese tipo— dice Sebas.

— Es mi amigo y es importante tanto como tú— digo.

— Escucha, ahora tienes una prioridad que soy yo. No quiero que tengas amigos hombres, no confío en mi género — dice.

 

Sé que no puede juzgar a Rafael, pero las cosas no son así. Ambos son buenas personas y eso lo creo.

— No quiero hablar más del tema— digo.

— Lo siento, pero quiero que pienses en lo que te hable. Ese idiota al que llamas amigo ya no será tu prioridad, eso que quede claro— dice Sebas enojado.

 

Azota la puerta como si estuviera en su casa. En ese mismo momento llamé a Rafael.

 

— Vaya, ahora a qué debo tu llamada— dice Rafa.

— Necesito hablar con alguien— digo.

— Acaso tu amigo no se va a molestar— dice Rafa.

— Lo que quiero hablar lo implica a él— digo.

— ¿Por qué tienes problemas con él? Eso se me hace tan extraño, no es alguien que conozcas de toda la vida— dice Rafa,

— Él es un amigo muy cercano a la familia y solo siente cariño por mí — digo. 

— Olvidalo, eso no es cariño hacia a tí. Es acoso. Nadie llega de esa forma a exigir de esa forma a alguien — dice Rafael.

— Entiendeme, es solo un amigo— digo.

— Repites lo mismo, como si tratarás de defenderlo— dice Rafa.

— Solo quiero que me escuches— digo.

— ¿Cuál es la razón de defenderlo?— dice Rafa.

— Ninguna— respondo.

— Dime algo, sientes algo por él — afirma Rafa.

— Ya te dije que no— digo algo enojada.

— Hablaremos cuando estés de mejor humor— dice Rafa.

 

En ese momento fui una estúpida por no decirle la verdad y al final fue una de mis peores decisiones.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.