Capítulo 14: Verdad

Siempre nos tenemos que hacer la pregunta necesaria, ¿Cuándo tenemos que ver las señales? o en términos más modernos una red flag. Si sigues con la idea de que el hombre cambiará o justifica sus acciones negativas y hostiles contigo. No hay forma de que podamos ver esas señales porque siempre buscaremos una forma irreverente o completamente estúpida de no querer estar solas o pensar que nadie nos amará igual.

Rafael no está listo para la noticia de que soy la novia de Sebas, eso le partiría el corazón y es algo que tengo miedo de enfrentar. Los días de universidad fueron tranquilos, pero lograba sentir las sospechas de Rafael. Trataba de que todo siguiera igual con nosotros, que pudiéramos disfrutar de nuestra amistad.

Estábamos en los exámenes finales del semestre y mis amigos quieren ir a salir a bailar, tener un novio es agotador y también necesito tiempo para mi.

— Listos para ir a bailar— digo.  

— Por su puesto— dicen todos.

El resto de la clase también irá porque quieren disfrutar que estaremos descansando ya que estamos a un año de nuestra ronda final, el lograr cerrar la carrera. Todo esto era lindo hasta que recibo una llamada de Sebas.

— Hola amor— digo.

— Lista para irnos— dice.

— ¡Perdón!— reclamo.

— Hay una fiesta familiar y quiero que conozcas a mamá, papá y mi hermano— dice.

— Disculpa, pero saldré con mis amigos— digo. 

— Creo que no entendiste, vendrás a la fiesta familiar — dice.

— Perdona, pero mis amigas me necesitan en este momento. Necesito pasar tiempo con ellas y otro día conozco a tu familia— digo. 

— Pasaré por ti y más te vale que puedas ir conmigo— dice.

En ese momento me colgué, no sabía cómo reaccionar o cómo decirle las cosas a mis amigos, ante todo la reacción de Rafael. 

Acabando la clase decidimos salir y cuando veo en la calle se encuentra Sebas esperándome. 

— Amber, estás lista —dice Alicia. 

— Lo siento— digo un poco triste.

Me subo al auto de Sebas para que podamos estar tranquilos e ir a la fiesta. Puedo ver por el retrovisor que Rafael se queda viendo el auto con una cara entre triste y alegre. Durante el camino me mantuve muy callada, cuando llegue a la fiesta pude sentir un ambiente completamente diferente: la mamá me miraba feo y cuando servía mi comida, el padre un patán y amargado, los hermanos eran sensatos hasta que abren la boca.

Decidí chatear con Rafael para saber como esta la fiesta. 

— Hola— digo.

— Hola— 

— Lamento no estar con ustedes— digo.

— Si prefieres estar con ese mal nacido — dice Rafa.

— No quiero que me escribas así— 

— ¿Por qué no? — dice.

— Quiero algo de respeto— digo.

Me envía una nota de voz.

— Despues de que nos abandonas por ese idiota ahora me pides que no te trate mal, sabes que tienes razón, pero chinga tu madre — dice Rafael.

Se escucha que está algo tomado, sin duda está sacando las verdades. Yo también las voy a sacar. Aprieto el botón para mandar mi audio.

— Sebas es mi novio y tengo todo el derecho de elegir sobre cualquier persona, él es mi prioridad ahora— digo casi gritando.