Me encetaría que lo hiciéramos

Capítulo 16: Situaciones difíciles

Han pasado los meses y Rafael y yo nos dirigimos la palabra. Mi relación con Sebas ha sido completamente normal, bueno algunos consideran que gritarme en la calle, humillarme, ignorarme y forzarme a salir con él cuando lo solicita son formas de manipulación. La gente no debe meterse en lo que corresponde a mi relación; siempre tendremos presentes diferentes actitudes y circunstancia, pero como una relación siempre debemos construirla y debemos mejorar como personas. La relación con mis amigas se ha tornado un poco reservada, pero seguimos compartiendo lo que me corresponde a ellas, no se meten con Sebas y además se nota que se llevan bien aunque él se note muy callado y reservado. Rafael y yo siempre nos hemos mantenido en conflictos; contarle de mis problemas con Sebas no es la mejor forma. Desde la última vez que peleamos hemos tenido muchas discusiones, lo que me molesta es el hecho de que me entiende y se enoja porque a pesar de eso Sebas siempre me ha tratado como me merece: me regala flores, salimos a comer, vamos a fiestas juntos. Considero que he tomado una decisión correcta y sabia, no me veo en el futuro con nadie más que con Sebas, lo de Rafael puede ser algo pasajero y no arriesgaré mi amistad por algo que posiblemente no funciones, es decir; tenemos cosas en común nos llevamos bien y eso no significa que seamos algo más. Día con día Sebas me demuestra cada vez que me ama y si así es, una palabra muy fuerte y que debemos usar con mucho cuidado. Tengo la firme convicción y seguridad de lo que siento y lo que quiero. El cierre de pensum está cerca, mis amigas y yo estamos emocionadas porque por fin saldremos de la carrera y muy pronto entraremos al mundo laboral y no sé qué retos me esperan. Antes de esa gran celebración es momento de algo importante que tengo que hacer. Las vacaciones de medio año se acercan, pero me di cuenta de un comportamiento extraño de Rafael; llega tarde a clases, apenas si hablamos y en sus redes sociales no hemos logrado hablar o publicar fotos. Siempre me trae algo dulce o una botana para que comamos juntos. Un día caminando al baño lo vi hablando con otra chica: delgada, pelo oscuro y una linda sonrisa. En ese momento se encendió algo dentro de mí y lo único que podía hacer es seguir mi camino, no sé porque tenía la sensación de preocupación y ansiedad mezclados dentro de mi estómago. No sé qué pensar de tal escenario, cuando salgo del baño decido hablar con él:

— Rafael— digo. — Hola— dice algo serio.

— ¿Cómo estás?— preguntó. — Bien— responde indiferente.

— ¿Quién es ella?— digo de forma impulsiva.

 

— Nadie que te interese— responde. En ese momento Sebas aparece inoportunamente y Rafa lo mejor que puede hacer es irse.

— Todo bien— dice Sebas enojado.

— Sí— digo.

— Ya sabes que solo aceptó que estés con él por el hecho que es tu amigo— dice. — En serio, ya me tienes cansada con lo mismo— digo.

— Soy tu novio y debes respetar— dice.

— No olvido cuál es tu posición, pero debes entender que quiero que ambos se lleven bien y que sean buenos amigos— digo.

— Siempre lo defiendes, siempre soy el malo de la historia, que demonios pasa contigo. Por qué no puedes entender que ese tipo no me cae bien y me enoja que estés siempre a la par de él ¿Sientes algo?— dice.

— No, no siento nada. Es mi amigo y él lo sabe, no tienes porque desconfiar de mi y mi palabra—

— Sabes qué, mejor demonos un tiempo entre nosotros— dice.

— Me estas cortando— digo desafiante.

— Velo de esa manera, ya estoy cansado de tanta estupidez— Sebas se va enojado y en parte me siento mal y a la vez bien. Siento que un peso se me fue encima de mi.




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