Me encetaría que lo hiciéramos

Capítulo 17: Más y más errores

 

Después de terminar con Sebas sentía una tranquilidad por ello, mis amigas decían que me miraba mejor con una mejor cara. Mi familia se sentía agradecida con el de arriba por lo que ocurrió. Para muchos esto era una buena noticia, pero yo no me sentía de la mejor forma; aún podía sentir la soledad y la forma en que necesito alguien a la par.

 

Muchas personas no lo entenderían, pero Sebas era uno de mis mejores complementos en la vida. Todos miraban su lado hostil, pero aún recuerdo los días que nos juntábamos en casa para platicar sobre sus sentimientos y su situación familiar. Los padres de Sebastian eran muy conservadores o más bien dos personas chapadas a la antigua, Sebas y sus hermanos crecieron en un hogar violento y donde el alcohol reinaba; su madre era la sirvienta de 3 de sus hermanos. Sin duda un hogar en donde ningún niño merece crecer.  

 

Así fue como lo fui entendiendo, una persona que usa la violencia como escape no siempre es bueno y yo trato de convertirlo o de convencerlo de las veces que tratará de poder mejorar como persona. siempre me habló de las historias de cuando eran pequeños y como tenían que escapar para evitar los golpes con el cinturón o el primer objeto que se le ponía enfrente a su padre. 

 

También de la última vez que tuvo que defender a su madre para que no la golpeará, sin duda es un antecedente fuerte. No es correcto que yo fuera su terapeuta o su psicóloga pero quizás soy la única que ve lo peor dentro de él y aún así lo quiero.  

 

El lunes siguiente llegué a la universidad y lo mejor de todo era que podía disfrutar el tiempo con mis amigos. Rafael y yo no habíamos hecho las paces, pero eso no significa que las haríamos. Ahora con la ruptura de esta relación lo mejor es recuperar lo que he perdido. 

 

— Hola— digo mientras me acerco a Rafael.

— Hola— dice indiferente.

— ¿Cómo estás ?— un poco mejor.

 

Ambos teníamos sentimientos encontrados, sin duda alguna sabiamos la falta que nos haciamos. Seguimos platicando y aún así podía sentir la frialdad de sus respuestas. Yo sé que me extraña pero su orgullo no lo deja pensar claramente y al final eso es lo que quiero que hablemos pase lo que pase. 

 

Finalizando la jornada de estudios mis padres me pasan trayendo, aunque fue un día grandioso podía sentir un vacío existencial. Quizas tenia que seguir con mi vida y mi mente todavía no ha asimilado lo que realmente paso, normalmente las chicas somos quienes cortamos a los hombres primero. Se aprende algo nuevo siempre.

 

Llegando a casa me percate de algo anormal. Sebas se encontraba afuera de mi casa como si esperaba algo, yo simplemente lo ignoré y me subí a mi cuarto para pensar en mi carrera universitaria. 

 

Tengo que empezar a trabajar en mi misma y en mi futuro.

 




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