Capítulo 19: Aún malas decisiones

Pasaron los días desde mi última plática con Sebas. Rafa y yo seguimos haciendo las paces y quien sabe intentando tener una relación más sana, se nota que estamos bien y hacemos cosas que antes no solíamos hacer.

Seguimos haciendo tareas juntos, salimos, cuando podemos comemos juntos y a solas. Sin duda es parte importante para poder sanar, romper mi relación con Sebas es también parte del proceso de una relación tóxica. 

En resumen eso fue lo que pasó los últimos días, pero lamentablemente he cometido el error más estúpido que puede cometer una mujer. Reunirte con tu ex novio a escondidas; me siento de una forma terrible con Rafa porque también quiero que mi relación surja, pero no puedo dejar de evitar juntarme a escondidas en la casa de Sebas. Puedo ser yo misma y también expresar mis sentimientos como tal, ahora él ha cambiado y es más apasionado y romántico conmigo.

Aunque pasó lo que realmente a ninguna mujer le pase. Pasaron los días y mis amigos y yo estábamos haciendo nuestras prácticas profesionales y nos llevábamos bien, presentamos nuestros proyectos y ahí estaba el problema.

Mientras hacía mis primeras prácticas en un hospital médico podía sentir los clásicos síntomas; problemas en el estómago, mareos y ganas de vomitar. Sin duda alguna pensaba que era alguna comida que estaba en mal estado. 

Pasaron los meses y decidí darles las noticias a mis padres. En ese momento se acercaba mi cumpleaños y estábamos planificando todo lo necesario para celebrar, ya me había realizado los análisis y exámenes médicos necesarios para poder seguir tranquila. Mis amigas y yo decidimos ir a un bar para celebrar mis dulces veinticinco años, algunos de mis compañeros de clase me regalaron algunos detalles que me interesaban tener. 

Ante todo no recibí un regalo de Rafa y eso me pareció un poco raro, ya que siempre me da algo. En ese momento lo vi entrando a él y sus amigos con un pastel de chocolate que es mi favorito para luego cantarme la canción de feliz cumpleaños.

—Felicidades— dicen todos.

— Gracias— digo feliz.

En ese momento pasé el mejor momento de mi vida y mis amigos. Finalizando las clases tomo mis cosas y me dirijo con mis amigas para disfrutar de mi celebración.  

Siento que mi mano es tomada por Rafa y luego me abraza, en un momento nos miramos directamente a los ojos y veo como sus labios se acercan a mi cara, de todo el tiempo que estuve con él jamás lo intentó y lo único que hizo fue intentar besarme así que le respondió como tal, le di una bofetada.

Rafa en ese momento se desconcentró y también se enojó, pero yo no quería un beso de él, así que me fui al parqueo con mis amigas para ir a mi fiesta. 

— Todo bien— dice Alicia.

— Sí— respondo algo seca. 

Llegamos a la fiesta y nos sentamos en la mesa grande con amigas de la universidad  y de nuestro círculo cercano. Pedimos de todo: nachos, carnes variadas con queso y tres jirafas de cerveza que nos alimentará el alma. 

— Dinos qué te pasó, ¿Por qué estás enojada?— dice Adriana.

— El tonto de Rafa quizo besarme —digo.

— Vaya, ese tipo si es arriesgado— dice Alicia.

— No sé quién se cree— digo. 

— Ese hombre está fascinado por ti— dice Adriana.

— No me esperaba eso— digo.

En ese momento tomé un sorbo de cerveza para olvidarme del mal trago. Pasaron las horas hasta las 11:00 pm para poder disfrutar mi cumpleaños. Todavía no tenía ningún impacto en mi vida hasta el día siguiente.