Me encetaría que lo hiciéramos

Capítulo 25: Volviendo a recordar

Puedo ver la cara de Rafael de cómo él sigue perdido de quienes somos nosotros. Todo el mundo trata de recordarlo y todos le recuerdan de los buenos momentos que olvido,pero yo no sé cómo darle un recuerdo grato de nosotros. Es cierto que pasamos buenos momentos juntos y no es algo que quiera recordarlo de la mejor forma. Además de que su mejor amigo sabe toda la verdad. 

 

— Estás bien — dice Alicia.

— Sí, es que no sé por qué le pasó esto a él — digo. 

— Fue mala suerte, pero deberías hablarle o decirle algo — dice Alicia.

— Vámonos de aquí — digo.

 

En ese momento me subo al auto con mis amigas para ir a comer algo, por suerte en el trabajo son comprensibles y más que todo mi jefe. Nos reunimos en una pizzería y lo que menos quiero comer ahora es un trozo de pan con salsa y queso, mis amigos discuten sus preocupaciones sobre Rafael.

 

— Saben algo de sí su memoria regresará— dice Lucas.

— Solo el tiempo dirá qué es lo que pasa — dice Adriana.

— Lo mejor que puede pasar en estos momentos es que reinvente su vida, olvide los malos recuerdos y también se dé una oportunidad con las cosas que no pudo hacer — dice Lucas.

 

En ese momento se prende un foco, Rafael en estos momentos no puede recordar nada de lo que pasó entre nosotros; las aventuras amorosas, peleas y discusiones. Eso quiere decir que tengo una oportunidad con él y que puedo volver a intentarlo. En unos días regresará a casa y podré hablar a solas con él. 

 

—  Amber ¿Estás bien?— dice Alicia.

—  Sí, sólo estoy preocupado por Rafael— digo.

— Considero que tienes otra oportunidad de intentarlo— dice Henry.

— Sí, total el no sabe que lo cambiaste por un idiota que te dejo con un hijo — dice Alicia.

— Gracias por el cumplido— digo.

 

Lo mejor que puedo hacer es seguir mi semana laboral y además esperar el fin de semana para hablar con él a solas para que podamos discutir juntos. 

 

Cuando llegó a la oficina lo primero que hago es reportarme con mi jefe y saber que la situación está controlada.

— Me alegra saber que todo está bien— digo.

— Sabes, hace mucho quería preguntarte esto, pero ¿Quieres salir conmigo?— dice mi jefe.

 

En ese momento me parece una propuesta halagadora, pero creo que le daré prioridad a lo más importante. 

 

— Te parece la otra semana, para que tengamos un tiempo para nosotros—

— Me parece bien, te diré que día y si quieres después del trabajo así nos aliviamos del estrés — dice mi jefe contento.

 

No veo nada malo salir con alguien, así que lo mejor que puedo hacer es distraerme y saber que todo en esta vida tiene solución alguna. 

 

Llegó el fin de semana y le pido a mis padres que visitemos a la familia de Rafael para darle un aliento ante la situación. Algunos de mis amigos me comentaron que se encuentra bien y que poco a poco está teniendo recuerdos y eso me da algo de miedo porque muchas veces puede recordar las discusiones que tuvimos. Al llegar a casa nos reciben de la mejor forma posible y lo primero que hago es preguntar en dónde se encuentra Rafael y está en la sala viendo un álbum viejo que tiene su familia, eso es un ejercicio para reactivar sus recuerdos.

 

— Hola  — digo.

— Hola … mmmm …. Amber— dice.

— Sí, aún me recuerdas— digo.

— Solo tu nombre — dice.

— No recuerdas nada más de mí— digo.

— No, es difícil saber qué hacía aquí, es como volver a nacer y crecer — dice. 

— Por eso vine, para que puedas recordar todo lo que vivimos en la universidad y nosotros — digo. 

En ese momento suena un llanto de bebé.

— ¿De quién es el bebé?— dice. 

— Es mi sobrino y decidimos traerlo— digo.

— Genial— dice.

 

En ese momento decido sacar fotos y mostrarle los recuerdos que tengo guardado en mi teléfono. 

 




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