Faltaban veinte minutos para las seis de la mañana cuando Adán le informó a Gaspar, quién ya estaba de pie en el jardín con una humeante taza de café en su mano, que iba saliendo a buscar a la señorita Smith, sin pensarlo su jefe le dijo: “te acompaño”, aunque se sorprendió no le comentó nada, en dos zancadas ya Gaspar estaba caminando a su lado, Octavio estaba en la cocina cuando vio por la ventana que Gaspar y Adán avanzaban hacia uno de los autos, por lo que salió velozmente para alcanzarlos y haciendo señas a sus hombres coordinó rápidamente todo el cordón de seguridad.
Entró en el auto al asiento del copiloto y luego de dar los buenos días le preguntó a su jefe:
–¿Hacia dónde nos dirigimos jefe?
–Vamos a buscar a la señorita Smith.
–¿Cómo? –preguntó Octavio sonriendo y al girar para ver a su jefe se encontró con su mirada gélida, por lo que decidió guardar silencio y dejar la pregunta en el aire.
El trayecto fue silencioso y al llegar al edificio donde vivía Hoa, ya ella estaba esperando en la puerta del mismo con una gran caja de plástico transparente llena de moldes e ingredientes variados y una pequeña maleta color fucsia, por lo que Adán la ayudó a guardar todo en el maletero, mientras Octavio descendió para abrirle la puerta del automóvil, ella subió y se sorprendió al encontrarse con Gaspar quien la recibió con una media sonrisa seductora y matadora, al tiempo que le decía:
–Buenos días Hoa.
–Buenos días Gaspar, me sorprende que hayas venido tú también.
–Adán no estaba muy seguro de la dirección –el chofer lo miró por el retrovisor y Gaspar lo fulminó, por lo que solo esbozó una sonrisa cómplice.
–Pues si me llamaba yo le hubiera dado las indicaciones pertinentes –señaló Hoa, sin creer la excusa de él.
–¿Qué es todo eso que traes? –preguntó Gaspar desviando el tema.
–Me gustaría hacerles algún postre, son mis implementos de repostera.
–Sé de alguien que se alegrará mucho.
–En él precisamente pensé para tomar la decisión –declaró con una gran sonrisa.
Gaspar la detallaba y estaba impactado de lo maravillosa que se veía con un suave maquillaje, una coleta alta recogiendo su brillante cabellera y un conjunto sencillo, ya que vestía un jean color azul ajustado a sus bien formadas piernas, así como a su amplia cadera y apretando su redondo trasero, una camisa blanca anudada a la cintura, una bufanda estampada colocada como al descuido sobre su cuello y completaba su atuendo con unas sexuales sandalias rojas con altos tacones si eso puede usarse como definición de su calzado. La conversación entre todos, giró sobre el clima y la distancia a recorrer hasta la casa del lago de Lucio, cuando arribaron a la mansión de Gaspar, él se bajó rápidamente para rodear el auto y ayudarla a salir, quedaron frente a frente, se miraron fijamente y ella con un leve movimiento de cabeza acercó sus labios a los de él sin tocarlos, sonrió y le dijo:
–Con permiso Gaspar, voy a saludar a Bastián que viene hacia acá.
Gaspar contuvo la respiración y se apartó a un lado para darle paso, pero pensó que a la siguiente oportunidad de tenerla tan cerca volvería a adueñarse de su boca, porque había soñado con sus rosados y carnosos labios toda la noche.
En el interior ya todos estaban listos para partir, por lo que, apenas Hoa saludó a los niños, iniciaron la distribución en los autos para salir hacia la casa de Lucio, quien hábilmente convenció a Aitana para que se fuera en el auto con él y por supuesto Dafne tendría que acompañarla junto con la niñera. Bastián y Archer estaban en una de las camionetas con sus niñeras, pero ambos invitaron a Hoa para que los acompañara, ella accedió, por lo que Gaspar se vio en su auto con Octavio y Dania que había sido contactada por su jefe, quien la invitó la noche anterior al conocer su acercamiento con su amigo y guardia, para sorpresa y felicidad de este.
Pasadas dos horas de camino, llegaron a un hermoso espacio muy amplio con mucho verde alrededor, una inmensa casa de madera, simplemente preciosa, rodeada de flores, al frente tenía un gran porche equipado con muebles y columpios, la decoración interior no era la típica de cabaña ya que en el salón principal había amplios sofás con muchos almohadones, de allí se divisaba el comedor de madera pintada de blanco y una cocina muy moderna con equipos de excelente calidad. Allí colocaron los implementos de Hoa quien ya le había anunciado a Bastián lo que pensaba hacer y él entusiasmado se ofreció a ayudarla. Distribuyeron las habitaciones y se dispusieron a cambiarse para desayunar e ir al lago, Hoa cambió su pantalón de jean largo por uno corto, se quitó la bufanda y ahora usaba zapatillas deportivas, Gaspar volvió a impactarse al ver sus piernas, parecían esculpidas por lo definidas que las tenía, los pensamientos que le venían al verla no eran para nada propios de él, se sentía como un depredador, jamás deseó tanto a una mujer, por lo que tenía que hacer gala de todo su control para que no se hiciera evidente todo lo que esa chica le producía, Dafne también se vistió para la ocasión y Lucio fue palmeado por Gaspar para que le hiciera caso a su hijo Archer quien lo llamaba insistentemente para ir al lago a estrenar el velero, mientras que él solo tenía ojos para la figura de Dafne. Dania no se quedó atrás y también dejó de una pieza a Octavio, quien no cerró la boca en un buen rato, las tres mujeres se adelantaron y enfilaron hacia el lago con los niños, bajo la atenta mirada de los tres hombres que quedaron rezagados para comentar:
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papa soltero, historia familiar con rasgos de humor., familia contemporánea
Editado: 22.05.2024