Ya no oigo la ducha por lo que me imagino que está por salir del baño, ¿qué tipo de pijama usará?, recuerdo cuando lo vi sin camisa en la casa del lago, gracias al cielo que estaba acompañada para poder disimular, pero me quedé con las ganas de tocar su piel, hoy podré hacerlo, ay diosito ayúdame, ¿qué le pasa?, ¿por qué salió así?, ¿quiere matarme?...
[Gaspar salió del baño sujetando una toalla a su cintura con una mano y con la otra mano se secaba el cabello vigorosamente frotándose con otra toalla, aun brillaban algunas gotas de agua en su torso, caminó tranquilamente hacia el vestidor, sin percatarse de las consecuencias de su acción.
Cuando regresó a la habitación tenía puesto un pantalón de franela que se ajustaba a sus piernas, se quedó mirando a Hoa y se sentó a su lado haciendo que ella le abriera espacio, Hoa tímidamente acercó sus manos al torso de él recorriendo con sus dedos el tatuaje de un águila que tenía en su lado izquierdo.
Gaspar se inclinó sobre ella apoyándose en sus codos, comenzó a repartir pequeños besos por su rostro hasta llegar a su boca donde sacó la punta de su lengua y la pasó por los labios de ella provocando que cerrara los ojos y emitiera un leve gemido que causó una inmediata erección en Gaspar, él mordió sus labios y pasó a su cuello, mientras sus manos se deslizaban por debajo de la camiseta descubriendo su cuerpo desnudo.
Notó la agitada respiración de Hoa, se incorporó para sacarle la prenda por encima de su cabeza, ella alzó los brazos y al bajarlos tomó con sus manos el rostro de Gaspar, se miraron profundamente y se unieron en un intenso y apasionado beso, ya no hacían falta las palabras, él exploró con sus manos y su boca todo su cuerpo, Hoa se retorcía, arqueaba la espalda, gemía y suspiraba, él la elevaba con sus caricias, con su boca le dio su primer estallido, luego Gaspar se deshizo de sus pantalones junto con el bóxer y se dispuso a entrar en ella, Hoa se alarmó un poco y le dijo:
–Gaspar, yo… yo…yo no sé…
–¡Shhh!, tranquila, déjame descubrirlo por mí mismo, tendré cuidado.
Él sabía que ella estaba lista para recibirlo, fue introduciéndose poco a poco, seguía besando sus labios y su cuello, acariciaba sus pezones y continuaba su lento movimiento hacia el interior de ella que estaba húmedo y cálido dándole la bienvenida, ella fue a su encuentro y abriendo más las piernas rodeó sus caderas con ellas demandando más de él, quién la tomó por completo gimiendo de tanto placer que sintieron ambos.
Fue una entrega sublime, total y muy satisfactoria, aun jadeaba cuando salió de ella y la abrazó cálidamente, ella mantenía los ojos cerrados mientras pasaba sus dedos por el pecho y abdomen del hombre que la había llevado al cielo mientras le hacía el amor.
–¿Estás bien? –preguntó él quedamente.
–Sí, estoy bien.
–Gracias por quedarte Hoa, fue maravilloso.
Ella abrió los ojos y alzó la cabeza para buscar sus ojos, se miraron con ternura y ella se incorporó para besarlo, él acarició su espalda produciéndole un estremecimiento muy notorio, por lo que Gaspar sonrió con picardía y repitió la acción, ella lo miró con los ojos entrecerrados y todo comenzó de nuevo, al quedar otra vez satisfechos y agotados, se unieron en un abrazo y se durmieron.]
***
[A la mañana siguiente Hoa despertó primero, fue al baño y decidió ducharse y vestirse de una vez, estaba apenas colocándose la braga cuando Gaspar entró al baño sorprendiéndola porque venía muy excitado y con fuego en los ojos.
–Me desperté, te busqué para darte los buenos días y me habías dejado solo en la cama, eso no puede repetirse, si duermes conmigo, te despiertas conmigo y te levantas conmigo.
Terminó de hablar y la tomó por la cintura pegándola a él, restregándole su erección en su abdomen, la alzó en brazos y la subió al lavabo donde comenzó a besarla apartando su braga para abrirse camino hacia ella, la tomó nuevamente incluso con más ímpetu que la noche anterior.
Empujaba con fuerza haciéndola gemir mientras el gruñía aumentando la velocidad en su cadera, una vez, dos veces la hizo llegar antes de él explotar dentro de su cálida y húmeda cavidad, se quedaron unidos hasta que sus respiraciones se calmaron, él la bajó de allí y deslizó sus bragas hasta el piso quitándoselas.
–Tienes que ducharte de nuevo y ahora acompañada por tu hombre.
–¿Eres insaciable o qué?
–Contigo, creo que nunca será suficiente porque cada vez que te tomo deseo más y más de ti. Por cierto, es buen momento para decirte algo, no nos hemos cuidado y no habrá ningún problema si te embarazas.
–Estoy en mis días no fértiles, no habrá embarazo, pero hoy mismo haré cita para iniciar un control médico.
–Mi padre es gineco-obstetra.
–Ni de chiste padre e hijo verán mis partes íntimas.
Gaspar no pudo aguantar la risa que le provocó la reacción de Hoa. Luego de una ducha donde Hoa tomó la iniciativa ya que se había prometido mentalmente probar la esencia de Gaspar, lo cual aparte de sorprenderlo le gustó muchísimo confesándose a sí mismo que jamás se hubiera imaginado a Hoa haciéndole un oral tan fantástico.
#2990 en Novela romántica
#733 en Novela contemporánea
papa soltero, historia familiar con rasgos de humor., familia contemporánea
Editado: 22.05.2024