Observé a mi adorada amiga Dafne irse con Lucio, me alegraba muchísimo esa relación, ella se aguantó mucho tiempo amándolo en silencio, gracias al cielo que él andaba en las mismas. En una semana estarían comprometidos y conociendo a mi amiga, iniciará el torbellino de preparativos para la boda, me espera un maratón seguramente.
Giro mi vista y me encuentro con las hermosas esmeraldas de Gaspar, me pregunto que estará pensando mientras me ve así, le sonrío y me acerco hasta la orilla de la piscina, me siento y sumerjo los pies, él viene hacia mí y me inclino para darle un ligero beso en sus apetitosos labios.
Realmente este hombre es muy atractivo y así con el agua corriendo por su cuerpo mi imaginación vuela y cada idea es más pecaminosa que la anterior. Le digo que voy a darme una ducha y a prepararme para irme, pero me convence de que lo haga después de almorzar juntos con los niños.
La despedida de los niños fue emotiva, prometimos hacernos videollamadas cada noche y visitarnos durante el fin de semana, le recordé a Gaspar que el siguiente sábado tenemos una invitación de Dafne y Lucio, a la que llevaremos a los pequeños porque es una fiesta familiar. Finalmente nos separamos y quedé sola en mi apartamento.
A los pocos minutos de irse Gaspar con sus hijos, tocaron a mi puerta, de momento pensé que se habían devuelto, por lo que abrí de una vez y me encontré con Mauricio quien me miraba como un cachorrito, no evité la risa ante su cara suplicante.
–No sé cuál será la manera correcta de pedirte perdón por lo ocurrido.
–Tienes una parte de culpa porque siempre estás muy cerca de mí, pero esos hombres son unos desquiciados al tratar de presionarte secuestrando a las personas cercanas a ti, ¿quieres pasar?
–Mejor no porque si se entera Davis pedirá una orden de alejamiento, ya bastante molesto estaba cuando se enteró que tu secuestro tenía que ver conmigo.
–¿Ah sí?, ¿qué hizo?
–Se presentó en mi oficina y casi me ahorca, no puedo culparlo, en su lugar creo que hubiera actuado peor. Ni siquiera me dejó acercarme a la clínica.
–Me imagino su actitud, y tú, ¿estás bien?
–Estoy bien Hoa, gracias por no insultarme. Me alegra haber podido hablar contigo civilizadamente y que estés recuperada. Buenas noches.
–Buenas noches Mauricio. Por cierto, Gaspar sabrá que viniste.
–¿Vas a delatarme?
–Yo no, pero seguramente él lo hará –le dije mientras señalaba a Rodrigo que lo observaba con el ceño fruncido desde un sitio estratégico en el pasillo.
–Oh, bueno, tenía que verte. Adiós Hoa.
En tres minutos exactamente recibí la llamada de Gaspar, apenas respondí le dije:
–Mauricio vino a verme para ofrecerme disculpas. No entró y ya se retiró.
–Solo me preocupa que te ponga en riesgo, se lo advertí, él no ha podido capturar al jefe de ese grupo y no han resuelto nada judicialmente, si sigue buscándote les da razones para que quieran presionarlo a través de ti.
–Entiendo el punto y agradezco mucho tu preocupación.
–Realmente espero que no vuelva a acercarse a ti, ni en tu casa ni en el restaurante, es peligroso Hoa.
–De acuerdo, no le volveré a dar acceso.
–Gracias preciosa, descansa.
***
“Gaspar Davis padre soltero de tres niños, pretendiente de mi belleza exótica, hasta ahora no tengo nada contra ti, salvo que le hagas alguna mala jugada a Hoa, tienes que hacerla feliz, de lo contrario la alejaré de ti.
¿Qué hace el idiota de mi hermano visitando a mi chica?, unas veces es brillante y otras un tonto sin remedio, si yo quisiera esta es la oportunidad perfecta para atraparlos a los dos, porque el escolta que Davis le tiene a Hoa no podría detenerme.
Mauricio tendría que ordenar la liberación de mis hombres y la apertura de mis locales al ver como torturan a Hoa, tiene suerte de que esa mujer me haya embrujado y quiera cuidarla, de lo contrario en este momento estarían en mi sótano. Pero no lo dejaré pasar, tiene que entender que debe alejarse de ella.”
[Luego de estar siguiendo a Hoa desde que salió de la casa de Gaspar, Thomas Spencer, contra todas sus acostumbradas precauciones y a todo riesgo, se instaló en las afueras del edificio de ella, en su teléfono podía ver las imágenes que transmitían las cámaras que había instalado en el pasillo.
Así sabía quién entraba o salía del apartamento de Hoa, observó cuando se fueron Gaspar y sus hijos; también vio cuando llegó Mauricio y que no entró al apartamento, al primero lo toleraba por ahora, al segundo no lo dejaría confiarse, así que lo llamó con un teléfono no rastreable y voz distorsionada:
–Buenas noches ministro.
–Buenas noches, ¿quién habla?
–Un amigo que le dará un buen consejo, aléjese de Hoa si no es su novia, déjela en paz, aún no ha cumplido mis demandas y sus acciones me indican que esa mujer es más importante para usted de lo que quiere hacerme creer. Puedo volver a secuestrarla, en este instante, si quiero.
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Editado: 22.05.2024