[Hoa se mantenía encerrada en su oficina, Cham decidió dejarla tranquila porque notó su rostro atribulado en cuanto la vio llegar, la apreciaba muchísimo y estaba muy agradecido por la confianza que ella depositaba en él, siempre le recordaba a su esposa e hijos que todo lo que poseían y disfrutaban se debía al trabajo que hacía con ella.
Él todavía estaba en contacto con los padres de Hoa y les narraba todos los buenos acontecimientos que ella vivía, la única mala noticia que les tuvo que dar fue sobre su secuestro, aunque antes de que ellos tomaran un avión pudo decirles que todo estaba resuelto.
Hoa los amaba, pero siempre ha sentido una especie de incomodidad en su pecho porque ellos decidieron irse a vivir a Japón y dejarla con 18 años sola en Estados Unidos, con un pequeño apartamento y un gran proyecto como lo era hacerse cargo del restaurante de su abuelo materno. Pero ella era muy fuerte, valiente y decidida por lo que pudo salir adelante sin problema alguno; con esa misma fortaleza, valentía y decisión estaba considerando pedirle a Gaspar que le diera una oportunidad a su esposa, por el bien de sus hijos.
Estaba en ese torbellino mental porque su razón le decía que lo llamara, pero su corazón quería impedir a toda costa esa llamada que significaba dejar de verlo, cuando recibió el mensaje de Gaspar indicándole que asistiría con los niños a una reunión de conciliación con Fionna, lo consideró una señal, el universo había decidido por ella.
Su padre tenía una cabaña donde se refugiaba secretamente para pintar y escribir, que eran sus pasatiempos y por ahora la consideraba perfecta para ocultarse un tiempo, ya que realmente nadie sabía de esa propiedad, fue a la cocina, habló con Cham y volvió a su oficina.
Allí le escribió una carta a Gaspar, se la dejó con su encargado y más fiel colaborador, para luego salir apresuradamente hacia su apartamento, preparó una pequeña maleta con algunas prendas que aún quedaban en el lugar y al salir se dirigió a su chofer y su escolta, con lágrimas en los ojos les dijo que ella creía que lo correcto era darle espacio a Gaspar para que pudiera decidir si la mejor opción era divorciarse, ya que su esposa había regresado arrepentida y ella no quería ser la causante de separar a una familia.
Rodrigo y su compañero no conocían los antecedentes de Fionna por lo que consideraron que la acción de Hoa era muy noble, la llevaron hasta una estación de autobuses y la dejaron allí, deseándole mucha suerte y admirándola por lo que consideraron un gran sacrificio de su parte.]
***
[Gaspar llegó con los niños al lugar de la reunión, la cual sería supervisada por el tribunal, para evitar agresiones hacia ella por parte de Gaspar, según dijo un hombre que acompañaba a Fionna y que se identificó como su abogado.
–Buenas tardes, daremos comienzo a la reunión conciliatoria, señor Davis puede pasar con los niños, les agradecemos que mantengan la conversación en un tono cordial, no habrá contacto físico entre los adultos y ninguno puede alzar la voz –esto lo dijo una persona que parecía actuar como moderador del encuentro.
–Buenas tardes –respondió Gaspar y uno a uno sus hijos hicieron lo mismo, mientras tomaban asiento.
–Buenas, buenas –dijo Fionna mientras entraba y tomaba asiento al lado del abogado, Bastián se puso de pie, pero ella no le había dirigido la mirada aún, sus ojos seguían en el rostro de Gaspar, quién le devolvía la mirada fríamente. ¿Dónde están las niñeras de los niños? –preguntó Fionna alzando una ceja.
–No vinieron –respondió secamente Gaspar.
–Pero yo necesito hablar algunas cosas contigo y no quiero hacerlo en presencia de ellos –dijo Fionna señalando a los niños con el dedo índice.
–¿Por qué antes no los saludas? –señaló Gaspar irónicamente.
–Hola niños, Bastián estás muy alto, Adriana eres to...
–Su nombre es Aitana –espetó Gaspar interrumpiéndola.
–Aitana, cierto y tú eres el pequeño… ¿cuál es tu nombre querido?
–Mi nombre es Archer señora Fionna –respondió Archer muy serio.
–Soy tu madre, pequeño, dime mamá.
–Lo haré cuando se sepa bien el nombre de mi hermana y el mío.
–Debes estar orgulloso, tiene la lengua afilada como tú –dijo dirigiéndose a Gaspar, quien observó como el abogado restregaba sus manos en gesto nervioso, lo que estaba llamando mucho su atención.
Bastián se levantó de su asiento y se acercó a ella, se detuvo y con su manita tocó su rostro y le dijo:
–Te extrañé mamá.
–Dile eso a tu padre para que me deje volver a mi mansión –señaló desafiante.
–Creo que Bastián esperaba otra respuesta de tu parte, ¿un abrazo tal vez? –sugirió Gaspar viendo la expresión triste de su hijo.
–Los abrazos malcrían a los chicos, ya debe comportarse como un hombrecito.
–Yo abrazo y beso a mi papito, todo el tiempo –indicó Aitana.
–Eso te convertirá en una niña caprichosa y malcriada, tienes que aprender a enfrentar la vida y sus desapegos.
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Editado: 22.05.2024