[Gaspar tomó el teléfono y marcó el número que estaba escrito en la nota, apenas repicó le respondieron:
–¿Es el señor Gaspar Davis?
–Si, ¿quién es y qué desea?
–Soy la señora Wallas y deseo invitarlo a la fiesta de cumpleaños de mi sobrina, ella quiere que Bastián y su familia estén presentes. Será este sábado y como se celebrará en una piscina, queremos que todos los invitados vengan dispuestos a nadar un poco.
–No creo que podamos asistir señora Wallas, si las circunstancias cambian le avisaré a su esposo.
–No, no es necesario que le avise a él, llámeme a mí, por favor.
–Ya veo –dijo Gaspar y sin despedirse cerró la llamada.]
***
[Nancy Wallas se quedó observando el teléfono después de que Gaspar le cerró la llamada y su hermana la veía con reproche en sus ojos.
–Nunca imaginé que fueras tan tonta como para inventarte una fiesta de piscina y utilizarla de pretexto para invitar a ese hombre aquí
–Clara si lo vieras, tú misma estarías creando situaciones para tenerlo cerca, no he podido sacarlo de mi mente, es perfectamente hermoso, quiero que me tome en sus brazos y me haga ver las estrellas.
–Tu marido te hará ver las estrellas si se entera de lo que estás haciendo. Además, por tu cara puedo adivinar que el hermoso perfecto no aceptó tu invitación.
–Tal vez si convenzo a mi marido para que lo invite a la ca…
–Deja a ese hombre en paz –la interrumpió su hermana–, no quiere nada contigo y vas a provocarte un problema con tu marido.]
***
–¿Qué fue eso? –le preguntó Octavio a Gaspar.
–La esposa de Wallas invitándome a una fiesta de piscina.
–Ay te quiere ver semidesnudo –dijo Lucio riendo.
–¡Aja!, y yo voy a ir corriendo a encontrarme con ella –señaló Gaspar con sarcasmo.
–Bueno, a lo importante –dijo Lucio–, ¿cuál es el siguiente paso?
–Iré a la casa, hablo con los niños y voy a Montana.
–Nos vamos a Montana, querrás decir –aclaró Octavio.
***
[Gaspar dio algunas instrucciones en la oficina, dejó a cargo a Lucio y se fue a preparar su equipaje, al llegar a la mansión, preguntó por sus hijos ya que le extrañó que no salieran a recibirlo y le informaron que estaban en su habitación con los abuelos, extrañado subió rápidamente a la planta alta y al entrar a su alcoba se encontró con los tres niños dormidos en su cama, pero con muy malas expresiones.
–¿Qué les pasó?
–Tienen mucha picazón por un salpullido, moqueo y un poco de fiebre –explicó la madre de Gaspar que estaba con ellos–, pero todo les comenzó de un momento a otro y a los tres, tomé muestras de sangre para saber si es una reacción alérgica u otra cosa.
–No puede ser sarampión porque están vacunados con las dos dosis reglamentarias.
–Lo sé hijo, creo más en una alergia, pero espero a ver los resultados para hacer un diagnóstico, mientras me ocupo de la fiebre y la irritación que tienen por el salpullido, ya los bañé y les puse una loción refrescante. ¿Por qué estás aquí?
–Resulta que Hoa se fue de la ciudad, me dejó para que pueda recuperar mi matrimonio con Hoa y los niños estén con su madre.
–Muy noble de su parte, pero muy tonto también, tu matrimonio no tiene recuperación después de lo que supe que hizo Fionna en el tribunal de familia.
–Sí, pero Hoa no lo sabe, sacó sus propias conclusiones luego de que Bastián le dijera que extrañaba a su madre, no quiso ser quien interfiriera entre ellos.
–¿Y piensas ir a buscarla?
–Pensaba hacerlo hoy mismo, sé que se fue a Montana, pero esperaré a que mis hijos estén bien.
–Yo puedo cuidarlos.
–Estoy totalmente seguro de eso madre, pero siempre he estado claro con mi prioridad en la vida y eso es ese trío que está allí dormido. Ya vengo voy a informarle a Octavio que se cancela el viaje.
Gaspar bajó a hablar con Octavio quién ya estaba empacando, luego llamó a Lucio para decirle que estaba disponible, pero en su casa ya que los niños estaban enfermos y subió a cambiarse por ropa cómoda para instalarse a cuidar a sus pequeños en su cama –sonrió por eso–, ya que cada vez que alguno se enfermaba se mudaba a su habitación.
Una vez vestido con un mono deportivo y una camiseta que marcaba todo su musculoso torso, se ubicó en el espacio libre de la cama, su madre lo observaba tiernamente desde el sofá de la habitación y le comentaba en voz baja a su esposo:
–Nuestro hijo es un excelente padre, espero que Hoa recapacite y vuelva con él, Gaspar merece ser feliz con una mujer que lo vea como lo que es y que le enseñe a confiar en las mujeres. Esa Fionna le dejó un muy mal recuerdo en su mente y su corazón.
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Editado: 22.05.2024