[Hoa entró a la cabaña y no pudo evitar la nostalgia al ver a su alrededor, esta se veía impecable gracias al matrimonio que su padre tenía contratado para su mantenimiento, lo primero que hizo al llegar al pueblo fue avisarles de su presencia, se alegraron mucho y enseguida llenaron la despensa de comida.
Recorrió la sala observando las pinturas hechas por su padre y las fotos de ellos tres tomadas durante su infancia y cada año que iban allí a celebrar su cumpleaños y que reposaban en un estante que su abuelo paterno había construido para tal fin; respecto a esa fecha le había hecho jurar a Dafne que no la mencionaría, porque casualmente su cumpleaños era el mismo día que el de Aitana y ella había pensado decirlo durante la celebración de la niña con un pastel sorpresa adicional, suspiró ya que no podría hacerlo así.
Pasó al comedor y allí colgaba una foto familiar de ella con sus padres y sus cuatro abuelos, la última vez que estuvieron juntos allí la tomaron porque sus abuelos paternos se iban a una residencia en España y su abuela materna estaba muy enferma para volver a viajar allí, poco después falleció y su abuelo ya no volvió a sonreír.
Se dirigió a su habitación y comenzó a desempacar, trataba de no pensar y concentrarse en la tarea de acomodar la ropa en las gavetas y en el perchero, así como de colocar sus objetos de aseo personal en el baño, puso a llenar la tina para sumergirse en agua tibia antes de prepararse algo para comer.
Cuando terminó de cenar y recoger todo en la cocina, se sentó en el patio trasero a observar los colores del atardecer y las lágrimas comenzaron a fluir libremente mojando sus mejillas y continuaban hasta la camisa que usaba en ese momento.
No quería reprocharse porque sentía que había hecho lo correcto, pero entonces, ¿por qué sentía esa opresión en el pecho y esa culpabilidad con ella misma?
Se decidió a prender su teléfono y encontró llamadas perdidas de Dafne, pero no de Gaspar por lo que se dijo: “Está bien que lo hayas dejado Hoa, si no te ha llamado es porque la reunión fue exitosa, debe haber llegado a un acuerdo con Fionna y pronto estarán viviendo juntos, Bastián debe estar muy feliz y es lo que importa, ¿no?” Se decidió a llamar a Dafne:
–Amiga, ¡por Dios!, ¿dónde estás?, te he llamado todo el día.
–Tenía que alejarme tesoro, Bastián quiere estar con su mamá y Gaspar en todos estos años no se divorció esperándola, ya están juntos y es lo mejor para todos. Voy a estar lejos un tiempo, no te preocupes que estoy bien, te quiero mucho.
–Los niños están enfermos Hoa.
–Lo siento mucho, pero ahora tienen a su madre para que los cuide.
–Hoa, tengo que de…
–No Dafne, no quiero saber nada, adiós mi loca.]
***
[Dafne, fue a la habitación de Gaspar, tocó levemente y al oírlo decir “adelante”, abrió y al verlo le hizo una seña para que saliera un momento, ya en el pasillo le revelo:
–Acabo de hablar con Hoa, me dijo que iba a estar lejos un tiempo, pero cuando le comenté que los niños están enfermos me respondió que lo lamentaba, pero que ahora tienen a su madre para que los cuide, ella está segura de que usted regresó con ella y no pude aclararle que no es así.
–Honestamente Dafne, me molesta que haya sacado sus propias conclusiones sin hablar conmigo siquiera, cree saber quién soy y está equivocada totalmente, pero por ahora no puedo hacer nada, cuando los niños estén bien la buscaré y aunque no debiera, porque esperaba que confiara en mí, le explicaré lo sucedido y así decidirá si vuelve o no.
–Ella está enamorada de usted.
–Vaya forma de demostrarlo. Por otra parte, Dafne ya va siendo hora de que seas más amistosa en tu trato conmigo, eres la prometida de mi mejor amigo casi hermano y además tienes toda mi confianza con respecto a Aitana, ese trato tuyo tan formal me hace sentir viejo y distante.
–Gracias Gaspar, así será de ahora en adelante. Cuando los niños estén recuperados de verdad quiero que la busques, mi amiga te ama y no tiene experiencia para saber cómo manejarse en semejante situación, que tienes que reconocer que no era fácil, tu esposa regresando y reclamando volver a su casa, aunado a tu hijo diciendo que la extrañaba, fue duro.
–No te preocupes, sé que está enamorada de mí y que creyó que estaba haciendo lo mejor para mis hijos, yo también he callado lo que siento y eso la precipitó, la buscaré y aclararé todo con ella.
–Qué bueno, ambos merecen ser muy felices. Además, la necesito de vuelta porque ustedes son los padrinos de mi boda.
–Claro, no te fallaremos. Por cierto, Aitana preguntó hace poco por ti, le dije que estabas terminando un trabajo de la universidad y se burló porque tenías deberes que hacer.
–Ya voy a terminar y vengo a pasar un rato con ella, interrumpí para atender a Hoa y quise venir a contarte.
–De acuerdo gracias, le informaré a mi princesa que vendrás pronto.]
***
[–¿Se puede saber dónde estamos? –preguntó Fionna cuando la hicieron descender del automóvil en el que la trasladaron y se vio delante de una especie de galpón abandonado, entraron y la ubicaron en una silla.
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Editado: 22.05.2024