Me EnseÑaste A Amar

CAP. 71 ¡ESTAMOS EMBARAZADOS!

El domingo tuvimos un almuerzo familiar en casa de los abuelos y Hoa apenas probó bocado, mi madre la ayudó a recostarse y le dijo:

            –¿No has pensado en la posibilidad de un embarazo?

            –Sí lo pensé, pero con el dispositivo anticonceptivo lo descarté, creo que ha sido tanta medicina que he tomado, seguramente mi estómago está sufriendo las consecuencias.

            –¿Cuan efectivo se supone que es el dispositivo?

            –Muy seguro, yo…, un momento… ¿qué?…

            –Hoa, ¿qué pasa?

            –No me lo siento, siempre lo tocaba aquí y ahora… no lo siento –decía Hoa mientras tocaba su brazo.

            –¿Desde cuándo no te lo sientes?

            –Desde antes del accidente, ay Dios, ¿se movería?, ¿cómo lo averiguo de una vez?

            –Déjame ir a preguntarle a Oliver.

***

[Erika regresó a la habitación acompañada de su esposo, quien le preguntó a Hoa:

            –¿Tenías un dispositivo anticonceptivo intradérmico?

            –Sí, señor Oliver y ahora palpo y no me lo siento.

            –Permíteme por favor –él comenzó a revisar, pero de inmediato dijo: Estaba muy cerca de la incisión para reparar tu brazo, seguramente lo removieron.

            –Y, ¿por qué no me avisaron?

            –Me atrevo a especular que se concentraron en salvarte la vida y por omisión no reportaron que habían retirado el dispositivo. ¿Qué pasa?

            –Tengo mucho malestar estomacal y ahora que la señora Erika me preguntó sobre mi período, caigo en cuenta que tengo retraso, aunado a que aparentemente ya no tengo el dispositivo, tendré que hacerme una prueba de embarazo.

            –¿Quieres que te la haga yo?, tengo todo para darte el resultado hoy mismo.

            –Pero solo la prueba, si es positivo me daría mucha vergüenza que usted fuera mi ginecólogo, ya tengo historia con la doctora que me puso el dispositivo, no le molesta ¿verdad?

            –No, querida, no me molesta, traeré los implementos para tomarte una muestra de sangre, ya regreso.

            –Por favor, no le mencione nada a Gaspar aún.

            –Veré si puedo esquivarlo. Es muy perceptivo.

Cuando Oliver Davis regreso a la habitación con el kit para toma de muestra sanguínea venía escoltado por Gaspar, ya que apenas lo vio, le preguntó qué pasaba y él le respondió:

            –Voy a tomarle una muestra de sangre a Hoa para saber la causa de su malestar.

            –¿Le harás una prueba de embarazo? –le preguntó con una gran sonrisa.

            –Lo siento Hoa, te dije que es muy perceptivo –se excusó su padre cuando ella vio entrar a Gaspar.

            –Preciosa, ojalá esa sea la causa de tus náuseas, estaré muy feliz.

            –Estaremos muy felices –acotó su madre.

El doctor Davis tomó la muestra y se fue a su consultorio. Mientras Erika los dejó solos.

            –Yo estaba confiada en el dispositivo Gaspar, pero tu padre dice que seguramente lo removieron cuando atendían la fractura de mi brazo.

            –No me des explicación alguna preciosa, de verdad estaré muy feliz si estás embarazada, ¿recuerdas que una vez te dije que quería hijos contigo?

            –Si estuviéramos en España ya seriamos familia numerosa con 3 hijos y ahora un cuarto.

            –Y quinto, sexto, yo no tengo ningún problema en llenar la casa de niños, he sido muy consentido como hijo único, pero la relación de mis hijos me resulta maravillosa así que mientras más mejor.

            –Estás loco, no me vas a convertir en una coneja.

            –Una preciosa y sexy conejita, deberíamos intentar ese rol.

            –Jajaja, ya dije que estás loco. Tengo hambre.

            –¿Qué quieres comer?

            –Una hamburguesa, helado de chocolate, una manzana y galletas de mantequilla.

            –Sus deseos son ordenes mi preciosa. Voy a buscar su menú.

Gaspar fue a la cocina y comenzó a preparar una bandeja con el helado, la manzana y las galletas, al tiempo que ordenaba la hamburguesa por teléfono. Su madre lo miró sonriendo y le dio una palmadita en la mejilla diciéndole:

            –Te veo contento hijo.

            –Lo estoy madre, creo que sí está embarazada, porque entre la cerveza dulce y este menú, no puede haber otra explicación. Le pedí una hamburguesa, por favor, ¿te encargas de recibirla?, se me olvidó avisar a seguridad.

            –Yo estaré pendiente hijo, ve tranquilo.

Luego de comer todo lo que había pedido, Hoa se quedó dormida, Gaspar la dejó descansar y se fue a una tarde de juegos de mesa con los niños y sus abuelos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.