[Hoa está sentada en la cama de Bastián observándolo con ojos acuosos, mientras este termina de empacar en una caja sus tesoros como les llama, en San Francisco, específicamente en San Mateo, le espera el apartamento de dos habitaciones y completamente equipado que su padre le compró, su automóvil Bugatti Chiron, regalo de graduación, está siendo trasladado hasta su nueva residencia.
Él viajará en el jet privado con cuatro escoltas que se turnarán para su acompañamiento durante las 24 horas de cada día, al principio se revelaba un poco por la constante vigilancia, pero ya asimiló que es hijo de un magnate muy poderoso a nivel internacional y además heredero de su imperio ya que al terminar su preparación académica asumirá la vicepresidencia del consorcio industrial y empresarial de su padre.
El chico es la viva imagen de Gaspar Davis a su edad, con el cabello un poco más largo hasta los hombros, ojos verdes y cuerpo atlético de 180 centímetros de altura, carácter fuerte, pero muy amable y amoroso con su familia, se irá a estudiar a la universidad privada Stanford donde lo aceptaron inmediatamente de postularse gracias a su excelente récord académico.
–Hoa, madre querida, ¿dejarás de observarme con esas lágrimas a punto de salir?
–¿Por qué creciste?, no se vale.
–Estaré cerca, con un vuelo de hora y media estaríamos juntos, vendré en cada feriado, estaré en el mismo Estado, no exageres.
–Yo quiero a todos mis hijos aquí, es muy triste verte empacar y salir de la casa, se va a sentir vacía.
–¿Ves que exageras?, te quedan cuatro hijos aquí, además puedes encargar otro.
–Qué malo eres, ¿me extrañarás?
–Madre, aún estoy aquí y ya te extraño, ven acá dame un abrazo.
Así los encontró Aitana que venía agarrada de manos con su hermanita Adhara, la niña de casi siete años no se aleja de su hermana mayor por nada.
–Mami Hoa, ¿estás llorando por culpa del grandote? –preguntó Aitana.
–Hey, no es por culpa mía –protestó Bastián– es porque es muy sentimental y, aunque sabe que nos veremos frecuentemente, no he podido convencerla de que sonría para mí.
–¿Qué sucede aquí? –preguntó Gaspar entrando a la habitación de Bastián con el pequeño Gadiel en brazos.
–Mi mamá está muy triste y acongojada porque Bastián se va –respondió Adhara quien se ha destacado por ser muy dramática al momento de expresarse.
–Preciosa, ¿quieres ir a llevarlo al aeropuerto?
–¿Es que yo no iba? –preguntó Hoa alzando una ceja.
–No íbamos ninguno amor mío, se me acaba de ocurrir al verte así, lo llevamos y luego vamos a comer.
Así que toda la familia acompañó a Bastián, Hoa se subió al avión con él y le dio docenas de besos y muchas más recomendaciones, le pidió que la llamara apenas aterrizara, cuando estuviera en el apartamento y antes de dormirse.
El joven la abrazaba y se le hizo un nudo en la garganta al verla así, él no podría alejarse mucho en realidad, por eso en vez de Harvard decidió aplicar para Stanford, había desarrollado un amor por ella que cuando le preguntaban por su madre la imagen de ella era la que aparecía en su mente, nunca aclaró que era su madrastra.
Hoa se había ganado su corazón con sus atenciones y dedicación, su padre era el hombre más feliz del mundo desde que estaba con ella y eso se lo agradecería siempre.]
***
BASTIAN DAVIS
Desde el primer día de clases, quise enfocarme en los estudios porque lo que me esperaba al terminar la carrera no era cualquier legado, mi padre había convertido la pequeña fábrica de mi abuelo en un complejo industrial con los más altos estándares de eficiencia en fabricación de motores utilizados en todo el mundo.
Yo quería seguir sus pasos, ser un hombre de negocios tan exitoso como él, había sabido combinar perfectamente su dedicación al trabajo y la atención a su familia que era su prioridad, yo haría lo mismo, no pensaba casarme a temprana edad ya que tenía muchos planes como soltero, me encantaban las chicas y me había resultado fácil conquistarlas.
Siempre recordaba las palabras de mi padre cuando me entusiasmé por la chica de segundo año estando yo en primero y él me dijo que llegaría el día en que yo tendría que decidir con cual salir y así sucedió, en los años siguientes yo era el perseguido, cuando me faltaba un año para finalizar la preparatoria me gustó mucho Fabiana Fabricatore, ella solo estaría un año por intercambio y realmente fueron momentos inolvidables los que pasé con ella.
Cuando regresó a Italia la acompañé al aeropuerto y me prometió aplicar para Harvard y estar conmigo, debido a que los últimos minutos juntos nos la pasamos besándonos, no me dio oportunidad de decirle que no era mi única opción de estudios y la verdad, no me convencen para nada las relaciones a distancia, así es que si algún día nos volvemos a encontrar y estamos libres lo retomaremos, si no, le deseo toda la felicidad que se merece.
Me ejercito cada mañana antes de clases, salgo muy temprano a correr y luego hago una rutina en mi apartamento, tengo una señora, obviamente contratada por Hoa quien le dio miles de recomendaciones para que yo mantenga una alimentación muy sana, que viene dos veces por semana, se encarga de limpiar, lavar y cocinar para que yo solo me ocupe de calentar mis comidas, aunque yo sé cocinar y me gusta mucho hacerlo, lo dejaré para mis visitas a la casa y así compartiré con mi madre Hoa, sé que eso le encantará.
#2909 en Novela romántica
#721 en Novela contemporánea
papa soltero, historia familiar con rasgos de humor., familia contemporánea
Editado: 22.05.2024