Me EnseÑaste A Amar

CAP. 99 ESPECIAL ADHARA DAVIS PARTE 2

ADHARA DAVIS

Cuando terminó la clase me acerqué a su asiento y después de pedirle disculpas nuevamente, le dije que, si podía compensarlo con algo que no dudara en decirme, también me ofrecí a comprarle la pomada que debía usar.

            –¿Vas a ir a colocármela también?

            –¿Qué edad tienes? –le pregunté obviando su sarcástico cuestionamiento.

            –Quince, ¿por qué?

            –Tu voz es muy gruesa.

            –Bueno si soy un australiano sexy es bueno que tenga esa voz, ¿no crees?

            –Perdón por eso, debo cerrar la boca más a menudo.

            –Bueno, para compensarme tendrás que pagar mi almuerzo hasta que me cure totalmente y ruega para que no me quede marca, de lo contrario tendré que pensar en otras formas de cobrarme la herida.

            –Almuerzo a diario, está bien, puedo hacerlo. Hasta luego.

A partir de ese día se sentó en la mesa conmigo y mis hermanos, por suerte les agradó a ambos, además cómo recién habíamos ido a Australia conversamos sobre los sitios que conocimos.

Al llegar a la casa, llamé a Aitana y le conté lo de la llamada con papá, después de reírse un buen rato, me dijo que actuara natural, pero que seguro papá iba a preguntar si me gustaba ese chico, tenía que preparar una respuesta convincente para que no me sacara del colegio y me llevara a un convento en el último confín del mundo, también me aconsejó que procurara hablar con mamá antes que, con él, esa noche papá llegó tardísimo y yo, gracias a mi manía de esperarlo, no me salvé.

            –¿Podías explicarme por qué una niña de 14 años describe a uno de sus compañeros como sexy?

            –Padre es tu culpa y de mis hermanos.

            –¿En qué momento pasamos a ser culpables de lo que dijiste?

            –Todas las chicas de mi colegio dicen que tengo un papá y unos hermanos sexys, yo solo los veo guapos y como este chico es guapo yo pensé que esa era la definición adecuada.

            –Asumo que quieres estudiar derecho y serás litigante, porque emites muy buenos argumentos.

            –Voy a estudiar Bioingeniería y trabajaré con mi hermano Archer.

            –¿En serio?, que grata noticia mi amor –y así, simplemente y sin propósito alguno comenzamos a hablar de cómo Archer me ofreció apoyo siempre y cuando ese de verdad sea mi objetivo y mi desliz al llamar sexy a Lachlan pasó a último plano.

***

Iniciando el último año de preparatoria y luego de algunos eventos graves que vivimos en mi familia, conocí a una chica nueva con aspecto muy rudo, acababa de mudarse y era prima de Alicia, congeniamos enseguida y en la fiesta de cumpleaños de Alicia ella se me acercó, me confesó que estaba enamorada de mí e inesperadamente me besó, primera vez que recibía un beso y solo cerré los ojos.

Mi corazón se aceleró y en ese momento me definí como lesbiana, debía aceptarlo supuse yo esa noche, aunque no tenía la menor idea de cómo serían las cosas cuando nos viéramos en la prepa el lunes siguiente. Estaba confundida porque cuando el australiano sexy se me acercaba a mí se me cortaba la respiración y mi voz desaparecía.

Al llegar a mi casa fui directo a mi habitación y fingí estar dormida cuando mis padres llegaron a darme las buenas noches, apenas salieron me imaginé las diferentes formas en las que les diría que una chica me besó y aunque no desbordé de emoción, tampoco me desagradó.

El fin de semana pareció transcurrir demasiado rápido porque de pronto estoy vistiéndome para ir a clases, al bajarme del automóvil vi al australiano sexy, siempre rodeado de chicas que acaparaban su atención, me vio al pasar y me saludó con un gesto de su cabeza, yo sonreí y continué mi camino, entré al salón y me sorprendí de ser la primera, pero enseguida sonó la puerta y era él, me miró fijamente y se acercó a mi diciendo:

            –He querido hacerte una pregunta desde hace algún tiempo.

            –¡Aja! ¿Qué quieres preguntarme?

            –¿Qué y dónde vas a estudiar al salir de aquí?

            –Estudiaré Bioingeniería y lo haré aquí, en la Universidad de California, para que mi papá no sufra un infarto.

            –Perfecto.

            –¿Perfecto?, ¿qué significa eso?

            –Yo estudiaré Biomedicina y entonces lo haré aquí en la Universidad de California.

            –¿Por qué harías eso?

            –Porque no quiero separarme de ti –apenas lo dijo se inclinó hacia mí y me besó, fue suave, cálido y diferente.

Cuando se separó yo quería que siguiera, pero entraron algunos alumnos y nosotros disimulamos, yo más que él ya que me sentía roja y mis manos no dejaban de temblar, obligue a mis piernas a obedecerme para volver a mi puesto. No supe que dijo el profesor en esa clase, de vez en cuando tocaba mis labios y revivía todo.

Al salir del salón estaba la prima de Alicia esperándome, fui con ella hacia un área donde pudiéramos hablar, al llegar trató de acercarse y besarme de nuevo, entonces puse la mano en su mejilla y le dije que eso no volvería a suceder, que no me había disgustado, pero que había recibido hacía poco tiempo otro beso y ese sí me había movido cada célula de mi cuerpo.




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