Me EnseÑaste A Amar

CAP. 101 ESPECIAL CÉDRIC DAVIS

CÉDRIC DAVIS

El menor de los hermanos Davis, ha sido siempre demasiado consentido por todos, al nacer presentó alergia a la leche materna y eso hizo sufrir por un tiempo a Hoa pensando que con él no había creado ese vínculo que se establece entre una madre y su hijo mientras lo amamanta, así que cada vez que lo alimentaba no paraba de decirle cuánto lo amaba.

Ese chico desde pequeñito ha demostrado una calidez y ternura que hacía babear a todos los que lo conocían, aun derrochaba encanto, solo que ya aprendió a administrarlo muy bien y simplemente lograba todo lo que se proponía con una mirada o asomando una sencilla sonrisa.

Los abuelos decían que ver a Gadiel y a Cédric juntos era revivir a Lucio y Gaspar, la similitud era impresionante, por lo que apoyaban a Lucio al decir que Gadiel era su gemelo perdido.

Cédric, aunque físicamente tiene más rasgos de su madre con su negra y abundante cabellera cortada irregularmente, adicional al haber heredado sus ojos rasgados y el color azul grisáceo, su carácter amable se asemeja mucho al de su padre, sin embargo eso no es señal de debilidad y eso se sabe muy bien dada la trayectoria de Gaspar, quién firmemente se ha labrado el éxito innegable en sus negocios.

Cédric ha secundado desde pequeño a su hermano Gadiel, pero por cuenta propia ha hecho de las suyas también; al ser el menor, sus hermanos lo apoyan y defienden incondicionalmente.

En varias ocasiones se confesaron culpables solo por evitarle alguna reprimenda o castigo, a manera de lección Gaspar y Hoa penalizaban al que confesaba y a Cédric también por permitir que otro pagara por sus faltas. Aun así, no dejaban de repetir la misma acción una y otra vez.

***

En el colegio las maestras lo adoraban y si el niño no quería hacer alguna actividad solo por capricho, pues no la hacía. Su inteligencia precoz lo llevo a manipular muchas situaciones a su favor y como solo bastaba una miradita o una pequeña sonrisa, siempre salía airoso.

La única desventaja era que tanto su madre como su padre, lo observaban atentamente y no caían fácilmente con su encanto, no obstante, la lucha era ruda porque cuando Gaspar lo llamaba al despacho se aparecía acompañado por uno o varios de sus hermanos quienes alegaban que no podían dejarlo solo para que no se cometiera una injusticia.

Internamente Gaspar se reía de todos y reconocía que le alegraba esa actitud sobreprotectora entre los hermanos.

Su estilo al vestir era siempre muy elegante para cualquier ocasión, le encantaba utilizar abrigos con detalles muy exclusivos.

Desde pequeño había sido muy específico en la escogencia de su ropa y realmente destacaba al ser tan distinguido usando pantalones a la medida, camisas y suéteres en diferentes tonos de gris o beige, zapatos a juego y sus infaltables abrigos o chaquetas diseñadas especialmente para él por su amadísima hermana Aitana.

A medida que crecía su rostro se iba haciendo más atractivo y parecía creado por el mejor dibujante del manga y los animé, causaba furor entre las chicas quienes se derretían ante su sonrisa, el efecto fue peor cuando su voz se hizo más grave y apenas tenía 12 años.

Afortunadamente para él, el último evento traumático para su familia sucedió unos años antes de que naciera, así que aun estando sujeto a la protección de escoltas, lo ha asumido como parte de su nivel socioeconómico ya que lo vive cada integrante de su familia y para él no es extraño que a cualquier lugar que se traslade lo acompañen dos guardaespaldas cual famoso de farándula.

Conoce desde muy pequeño a los encargados de cuidarlo y su familiaridad con ellos es muy grande, hasta ahora, aparte del trayecto diario de ida y vuelta al colegio, también deben viajar con él dentro y fuera del país, razón de más para que los considere sus amigos.

Se han dedicado a entrenarlo en defensa personal y en el uso de armas, exactamente como ha sucedido con sus hermanos mayores, eso siempre ha sido promovido por Octavio y por su tío Lucio, con el conocimiento de su padre, por supuesto.

***

Al cumplir 13 años, le fue enviado a su mansión un ramo de flores hechas de oro, la única hija de un jeque árabe se había prendado de él, de solo verlo en las redes sociales, y en su intento por obtener una promesa de matrimonio de su parte convenció a su padre de enviarle un obsequio de cumpleaños que lo dejara impactado, impresionado y que no le quedara duda alguna de que ella era la mujer que él debía elegir como futura esposa y madre de sus hijos, al menos así decía la nota que estaba adjunta y donde le pedía que aceptara casarse con ella.

El chico se llevó el susto de su vida, cuando Gaspar le dijo que había aceptado la propuesta del padre de la chica, perdió el color del rostro y no podía articular palabra, hasta que Octavio no aguantó más las ganas de reír.

            –Papá con eso no se juega –dijo serio Cédric.

            –Gaspar puedes pedir dote, porque si mandan flores de oro, deben estar dispuestos a pagar algo, ¿no? –decía Octavio riendo.

            –Deja al chico respirar Octavio, mi sobrino arrasa sin proponérselo, imagínate cuándo comience a desplegar seducción por todos los rincones, yo te enseño Cédric, aún no he perdido el toque –señalaba Lucio.




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