Alán.
Casarme con ella ha sido el peor error que he podido cometer. Y todo por la maldita ambición de mi padre de llenar sus bolsillos.
Observe Ayleen dormir plácidamente y me fue casi imposible no llevar mi mano hacia su vientre. Donde si todo salia bien, pronto albergaría a mi hijo.
-Eres una Barbie toxica y con todos los tornillos flojos pero, aún así logras despertar en mi algo que nunca antes había sentido. -me atreví acariciar el rostro de ella. Y Ayleen tras sentir mi tacto se removió en la cama.
-Bebé, te amo bebé.
¿De que esta hablando esta mujer?
La observé por un segundo y un suspiro salio de mis labios.
-¿Por que me estoy sintiendo atraído hacia tí? ¿Por que deseo tenerte a mi lado cada momento que no estas cerca de mi?
Tengo tantos porque sin respuesta que estoy perdiendo literalmente la cabeza.
-Barbie boca sucia, te estas entrando dentro de mi. Y eso no me gusta para nada.
Me atreví a dejar un beso en la comisura de los labios de Ayleen. Y ella entre sueño sonrió.
-¿Sera que me estoy enamorando de mi esposa?
Antes de poder negar o afirmar algo, escuché varios toqués en la puerta de nuestra habitación.
Así que con gran pesar me levanté de la cama y camine hacia la puerta.
Tomé el pomo entre mis manos y sin dudar lo gire. Para encontrarme a nada más y nada menos que a Alexander Salvatierra, quién me brindó una mirada penetrante.
-Te juro que no le he hecho nada a tu hermana. Ha sido todo lo contrario.
-Delante de mi nada de quejas de ella Montero. Así que cierra la boca y acompáñame.
Suspire.
¿Ahora en que lío me he metido?
-¿Qué sucede?
-Tenemos una reunión urgente a la cuál asistir así que mueve tu culo fuera de la habitación antes de que te saque por las malas. Y te aseguro que no te va a gustar que utilice la fuerza bruta contigo así que coopera Montero.
¿Todos los Salvatierra son así de mandones y malgeniados?
-Mueve tu culo Montero, y deja de estar pensando babosadas.
Sali de la habitación y justamente después de cerrar la puerta recibí un golpe de Alexander.
-¿Y eso por que fue?
-Porque salio del culo Alán. Así que camina en silencio antes de que me salga de las nalgas romperte todos los huesos.
Alexander Salvatierra me tiene harto.
-Y no solo quiero tenerte harto Montero. Quiero que me tengas terror para que no puedas lastimar a mi hermanita.
-Pierde el cuidado porque ya te tengo terror Alexander Salvatierra.
-Más te vale Montero. Más te vale.
Luego de inquirir estas palabras segui mi camino sin decir palabra alguna.
¿Ahora que estara tramando este hombre?
Porque con él nunca se sabe que va a pasar.
Cuando llegamos a las inmensas escaleras empezamos a bajarla y cuando yo estuve a la mitad maldije por lo bajo al ver a los otros dos Salvatierra.
-¿Qué quieren? -le pregunte a Alexander.
-Lo mismo que yo.
Amenazarme para que no me atreva a dañar a la Barbie de la casa.
Estoy harto de esto pero, que más da.
Estas son las pequeñas cosas que tiene que pasar un hombre cuando se casa con una mujer que tiene hermanos protectores, celosos y totalmente dementes.
Pobre de mi.
Pero yo soy igual que ellos.
Han pasado dos años de que Amaia se marchó de casa.
Dos años en los que me he contenido para no romperle todos los huesos a Duncan.
Pero hoy a llegado el día.
Y no es por nada pero lo voy a aprovechar al máximo.
Mi hermana no esta y por eso yo tengo que romperle la boca a Duncan Salvatierra por las palabras que le dijo a mi reinita.
Cobrare esa deuda porque ese playboy de mierda me la debe.
-Que te quede bien claro que tu hermano Duncan saldra de esta casa con el rostro vuelto un asco.
-Se lo merece por idiota.
-¡Hey tú, Montero! Trae ese enorme trasero hasta aquí si no quieres que yo valla por tí.
Se atrevió a decir Dustin Salvatierra.
A lo que yo rode los ojos.
Este loco, me volvera loco.
-¿Puedo golpear a Dustin?
Alexander asintió con ganas.
-Si quieres te ayudo a golpearlo.
-Seras de gran ayuda entonces.
Alexander y yo retomamos nuestro andar hacia el primer nivel de la mansión.
Y tras bajar un par de escalones más estuvimos frente a los otros hermanos Salvatierra.
-Vallamos directamente al grano. -inquirió el mayor, mirándome fijamente a los ojos. -Si llegas a lastimar a mi hermana, tendrás que huir de mi porque te provocare el dolor más inmenso que sentiras en tu vida, Montero. Desearas irte al infierno, pero el infierno huirá de tí.
Enarque y como el gran cínico que soy sonreí.
-Solo una cosa te voy a decir Montero... -Dustin se coloco al frente de mi mientras me miraba de forma amenazante. -Cuida a mi hermana y hazla muy feliz. Quiero ver siempre la sonrisa hermosa de Ayleen, deseo que la ames con todo tu cuerpo y corazón y que le des muchos hijos porque ella ahnela tener muchos mocosos corriendo por este lugar. Así que ponte a lo tuyo y empieza hacerles niños. Si gustas te ayudo con varias técnicas...
-¿Eso es lo que le vas a decir? Me extraña porque me dijiste que lo ibas a empotrar contra la pared y lo amenazarías de la forma más sanguinaria que pudiera existir. Me haz decepcionado en gran manera Distin.
-¿Qué quieres que le dijera? Que le cortare el pene y se lo dare de comer, o peor aún que lo degollare y echaré su cuerpo en acido para que nadie lo encuentre si llega a lastimar a mi hermana. ¿Eso deseabas que le dijera?
Duncan asintió, a lo que Dustin rodo los ojos y empezó a caminar hacía el mini bar de la casa. De donde tomo un vaso y como es de esperar tomo una botella de alcohol.
-Eso es lo mínimo que esperaba de tí. Pero no, a tí solo se te ocurrió decirle que la hicieras feliz sin amenaza de por medio. Me decepcionaste Dustin.
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Editado: 20.08.2024