Un descendiente para la bestia. [#5 De La Saga Heredero]
La bestia, así le decían al enigmático millonario después de esa fatídica noche.
Una bestia.
Él se siente como un monstruo, como un hombre que con solo verlo perturba, infunde temor, y repugna. Un hombre que solo sigue viviendo por ella, por su madre.
-Te casaras y me daras un nieto hijo. -el hombre se levanto de la silla como si le quemara y empezó a negar con la cabeza.
-No, lo haré madre. No condenara a ninguna mujer a verme todos los días. ¿¡Es que no sabes como me llaman!? LA BESTIA, la maldita bestia.
-Ya la decisión esta tomada hijo. -el hombre observó a su madre colocarse sobre sus pies. -Mañana llega tu bella, hijo mio. Mañana llega ella, tu bella.
El hombre sin poder creerlo tras su madre salir del despacho, lanzó todos los objetos contra el suelo.
-Una esposa para mi. Un descendiente para la bestia.
Murmuro cegado de ira mientras seguía lanzando los objetos contra el suelo.
Un grito ahogado se escucho por toda la casa y todos los empleados temblaron de miedo.
-¡LA BESTIA A DESPERTADO......! ¡SALVESE QUIEN PUEDA...!
Prologo.
La bestia observó a Itzel dormir y con una sonrisa en los labios susurró varias palabras en su oído.
—Hare de tu vida un infierno.
—Y yo disfrutare de ese infierno tal y como lo estoy haciendo.
La bestia trato de alejarse de la muchacha en cuanto escucho su voz, pero Itzel fue más rápida que él al abrazar el cuello de la bestia.
—Sueltame mujer del diablo.
—No te soltaré hasta que me hagas tuya.
El hombre abrió sus ojos como platos.
—¿No te doy asco?
La chica sonrió.
—¿Asco? ¿Quién dijo que me repugnas? Más bien tengo unas ganas de sentir tu piel contra la mía y deseo que me hagas todo lo que sabes en la cama.
—Estas loca. -él lucho con ella por que ella soltará su cuello pero lo único que logró fue que la bata de dormir de la chica se rompiera dejando visible los pechos de Itzel ante los ojos de la bestia. —¿Por qué no llevas sujetador?
Itzel con una gran sonrisa en sus labios respondió.
—Desde que te vi por accidente desnudo tengo una loca idea de que algun día aparecerían a medía noche en nuestra habitación para hacerme tuya. Así que desde ese entonces duermo con solo una fina y traslucida bata.
La bestia observó los delicados pechos de la mujer y su boca se hizo agua.
—Puedes tocarlos. -dijo Itzel con voz cantarina.
Logrando con esto despertar el libido de la bestia.
—Eres la primera mujer que no se asusta al ver mi rostro deforme.
—Aun con tu cicatriz eres el hombre más sexy que he visto en mi vida. -Los ojos de la bestia se dilataron. —Y no se porque con solo verte me logras excitar.
Itzel apretó el cuello de la bestia para acercar el cuerpo de él al de ella.
La bestia sintió los pezones totalmente duros de la joven contra su pecho contra su pecho y poco a poco el deseo fue nublandole la mente.
Itzel sonrió al ver como la respiración de la bestia se volvía irregular.
Con todo el atrevimiento que la caracterizaba dejo de abrazar el cuello de la bestia para guiar sus manos hacia el trasero de este.
—Moria de ganas por apretar tu culo.
El hombre la miro fijamente.
Y en un momento de distracción itzel hizo un movimiento para que la bestia quedara debajo y ella encima de él.
El hombre aún con la oscuridad de la noche observó a la hermosa mujer que se encontraba sentada encima de él.
Él estiro su mano para agarrar uno de los pechos de su joven esposa. Y cuando lo tuvo entre sus manos sintió la suavidad de este.
Itzel cerró los ojos y se dejo acariciar por la bestia.
—Nunca pensé que terminaríamos de esta manera.
—Yo nunca imagine que mi esposo estuviera dispuesto a enseñarme todo lo que sabe en la cama.
—Te voy a volver una adicta al sexo esposa.
Itzel soltó un gran gemido en cuanto la bestia acercó sus labios al pecho de ella.
El hombre mordió y chupo con devoción el pecho de Itzel.
Y al ver lo receptiva que ella es sonrió.
Lo mejor que pudo hacer su madre fue obligarlo a contraer nupcias con esta ninfómana en proceso.
La madre de la bestia escuchó leves gemidos provenientes de la habitación de su hijo y no dudo en sonreír.
—La bestia ha sucumbido. Solo falta que la llene de él.
Sin dejar de sonreir la mujer cerro los ojos y se dejo caer en los brazos de morfeo.
(***)
El heredero del pecado. [6 De La Saga Heredero]
Una simple y pura monja sera la presa de un gran depredador.
-A esa mujer la pervierto yo a como de lugar. -murmuro el hombre mientras observaba la pantalla de su portátil, en la cuál se mostraba el video de camara de seguridad de la habitación de la mujer que el quiere para él. -La convertiré en mi puta.
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Editado: 20.08.2024